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Solo Ella

Solo Ella

Status: Terminada
Genre:Viaje En El Tiempo / Completas / Amor a primera vista / Apoyo mutuo / Pareja destinada / Amor eterno / Reencarnación / Mundo de fantasía
Popularitas:5.3k
Nilai: 5
nombre de autor: El Narrador Escarlata

Arlo pasó la vida feliz al lado de su esposa, la única mujer con la que estuvo y la única mujer a la que amó. Pero siempre tuvo el deseo secreto de estar con otras mujeres. Tras una complicación respiratoria, muere y reencarna a sus 17 años de edad, una año antes de ponerse de novio con Ema, su esposa. En esta segunda vuelta planea, antes de emparejarse, estar con tantas mujeres como pueda. Pero una simple modificación en la historia provoca que su unión no se concrete.
Arlo deberá mover cielo y tierra antes de que sea demasiado tarde y se vea obligado a pasar el resto de su (segunda) vida sin su alma gemela.

NovelToon tiene autorización de El Narrador Escarlata para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Herreros contra constructores

 Una bandera con el escudo de Costa Ocelotes flameaba en el campo de deportes municipal. Se trataba de un enorme predio verde que tenía todo lo que un atleta podría necesitar. Había múltiples canchas, pistas de atletismo, gradas para alentar, piletas, vestuarios y zonas de descanso. Quedaba en los límites del pueblo, del lado contrario a la costa, y recibía a cientos de jóvenes todas las semanas, provenientes de distintas escuelas. Allí iban a tener clases de educación física, pero también se solían hacer eventos deportivos, recitales y fiestas. Era un espacio multifunción muy cuidado y adorado por todos, pero especialmente por los jóvenes, pues allí encontraban un espacio de recreación y, más importante aún, para el cortejo.

  Santa María, El Mixto, El técnico N°1 y El Wallace eran los cuatro colegios que llevaban a sus estudiantes a hacer sus prácticas deportivas al campo. Una vez más, en un día viernes, estaban distribuidos en zonas y por colegios todos los estudiantes, que se volverían a ver las caras luego de la locura de las fiestas de verano.

  Los del técnico formaban un grupo de aproximadamente cincuenta muchachos, que hablaban en elevado tono de voz, y miraban hacia todos lados buscando chicas. Pero los colegios restantes estaban bastante lejos como para interactuar. No había mujeres en el montón, pues las pocas chicas del colegio habían ido a mezclarse con otras, principalmente del colegio Mixto. El único que no mostraba una actitud tan primitiva o ruidosa era David, que alejado de cualquier grupo, miraba atentamente la copa de un árbol e intentaba hacer caso omiso a las miradas que recibía por parte del Polo y su grupo.

  Un hombre de estatura media, vestido con ropa holgada y deportiva, salió de una de las habitaciones de materiales, luciendo unos anteojos de sol. Caminó despacio hasta el grupo de chicos, que no se percató de su presencia hasta que el hombre dio un chiflido. Por un segundo, todos se callaron, pero al ver a quien tenían al frente, algunos estudiantes comenzaron a saludar con entusiasmo y confianza a su profesor de Educación Física. El hombre, quien a simple vista parecía serio y malhumorado, sonrió al ver el gran recibimiento, y comenzó a dale charla a sus estudiantes.

_ ¿Cómo andan muchachos? ¿Se cansaron de salir de joda este verano, no?

_ Seeee_ Respondió en coro la gran mayoría.

_ Profe, llevenos más cerca de las del Santa María._ Gritó uno, y su pedido fue respaldado con alientos, risas y aplausos.

_ Ya los voy a dejar ir a chamuyar. Pero primero les voy a tomar lista y vamos a hablar un poco de cómo va a ser la cursada.

 Se escucharon algunos bufidos de protesta, pero por la complicidad que habían establecido con el profesor, todos se mostraron dispuestos a esperar un rato. Luego de unos largos minutos de tomar asistencia, el profesor se disponía a iniciar con las novedades, cuando en la lejanía se vió un punto negro que se acercaba a velocidad de trote.

 Agitado y todo transpirado, se sumó al grupo Arlo, que parecía haber retomado su hábito de llegar tarde. Saludó a su profesor con aliento agitado, y provocó risas y comentarios entre los compañeros.

_ Buenas Arlo. ¿Este año también pensas llegar todos los días tarde?Ya se había hecho costumbre durante la cursada anterior que Arlo llegara tarde al campo de deportes, y era por eso que, mientras sus compañeros ya jugaban al fútbol o al basket, el continuaba dando vueltas a la pista trotando y haciendo la entrada en calor.

_ Pero... profe uff, esta... vez... vine corriendo... uff_ Dijo mientras intentaba recuperar el aire y se abanicaba violentamente con su remera. La carrera desde su casa, el día de intenso sol, y la mala decisión de vestir ropa negra habían formado un combo sofocante.

_ Bueno igual zafaste, no hicimos nada de momento. Estaba por contarles a los chicos una gran noticia. _ Dejó de mirar a Arlo y se dirigió a todos en general. Mientras, el recién llegado, buscó un hueco y se paró al lado de sus compañeros, Giovanni y Mateo. _ Muchachos, escuchen. Algunos quizás sepan, otros no, pero este año se van a hacer Los Juegos Olímpicos. Y para traer ese espíritu competitivo, y promover la deportividad en el pueblo, vamos a hacer una competencia Intercolegial que van a ser "Los juegos Olímpicos de Costa Ocelotes"._

  Hubo buena respuesta por parte de los estudiantes. Aún no conocían los detalles, pero una competencia entre todos los colegios cuyo objetivo era determinar quien era el mejor, se escuchaba interesante. El que más se alegró fue Arlo, que era el único en toda esa ronda que podía dar fe de que ese sería un evento espectacular. En su vida pasada, en el curso de Arlo se había formado un equipo de fútbol que acabó siendo campeón de los juegos. Además, él también había participado en pruebas de atletismo.

Quizás fue su festejo lo que hizo posible que David lo encontrara. El hasta entonces solitario chico lo tomó por la espalda y lo saludó.

_ ¿Cómo va? No te había visto. Bien ahí que nos tocó juntos._ Dijo Arlo, y empezó a mirar a su alrededor, identificando a todos los que estaban allí. Entonces, sintió cierta incomodidad, que intentó apaciguar mirando una vez más, girando su cuello de un lado a otro.

_ Te vas a desnucar boludo. ¿Se te perdió algo? _ Dijo David, a quien empezaba a molestarle que moviera tanto la cabeza justo enfrente de sus narices._ ¿Y los pibes de química? ¿No están con nosotros?

_ Y, parece que no. ¿Por qué? ¿A quien buscás?

_ No, a nadie.

_ "A nadie" las bolas. Si no buscases nadie, no preguntarías porque no están acá.

Giovanni, que estaba al lado de los dos, no pudo evitar participar en la conversación._ Che, perdon que me meta, pero por lo que me contó un amigo, Química tiene los miércoles gimnasia.

_ ¿Enserio? _ Arlo no ocultó para nada su expresión de decepción, y tanto Giovanni como David se dieron cuenta.

_ Aaah ya entiendo. Vos querías cruzarte por acá a la nueva, ¿no? _ Digo Giovanni, acertando increíblemente. _ Te entiendo, es muy linda.

_ Mira vos, ¿y no me lo ibas a decir? _ Protestó David.

_ Y bueno, son mis cosas. Igual no importa, porque no me la voy a cruzar acá.

_¿Y?_ Lo retó David._ ¿Me estas jodiendo? Tenes todos los recreos para hablarle a esa chica, Tenes que aprovechar para conquistar pibas de otros colegios. Están las del Santa María acá, ¡las pibas más lindas de todo Costa Ocelotes! No pierdas tiempo ahora pensando en esa piba.

_ Cierto._ Dijo Giovanni.

Arlo estuvo a punto de retar a David por referirse con un término tan despectivo como lo era "esa piba", a su futura esposa. Pero por supuesto, su amigo no sabía que se trataba de alguien tan importante. Además tenía razón, en ese campo había muchas otras mujeres. Entonces, ya un poco más tranquilo, volvió a prestar atención al profesor, que seguía el formato que iban a tener las olimpiadas. Finalmente, cuando el profesor ya había dicho lo que tenía que decir, la clase pasó a la parte divertida.

_ Así que bueno, van a ser dos semanas muy divertidas, pero para llegar a eso tenemos que trabajar y entrenar mucho. Pero de momento, es la primera clase, así que tranquilos, hoy pueden jugar a lo que quieran._

Rápidamente, se dividieron en varios grupos, cada uno con ideas diferentes para pasar el rato. La mayoría quiso jugar al fútbol. Con Polo a la cabeza, varios estudiantes de Herrería se acercaron hasta donde estaban Arlo, Giovanni, David y un par más de construcciones. Polo sostenía una pelota y miraba a todos de manera desafiante, específicamente a sus dos enemigos.

La noticia de la pelea había corrido como pólvora, sumado a que muchos de los presentes la habían visto con sus propios ojos. Por lo tanto, las cosas entre los dos cursos estaban un poco tensas. De hecho, desde el suceso, David había sido bastante excluido de su propio grupo.. _ ¿Quieren jugar un partido?_ Propuso Polo. _ ¿O les tiembla?_

_ De una, pero no vale llorar después._ Lo confrontó Dante, uno de los mayores amantes del deporte entre los constructores. Tenía un jopo increíble y muy bien peinado, y un gran físico también.

_ Perfecto. Curso contra curso entonces._

  Se movieron en masa hasta la cancha de fútbol más cercana, y como no había que perder tiempo armando los equipos, ya estaban listos para empezar. El otro curso que estaba en el campo en representación del colegio Técnico eran los constructores de sexto, pero sin interés en la pelea, se habían ido a otras canchas.

Ya todos estaban posicionándose en la cancha, en lo que sería un partido de ocho contra ocho. Al ver que David caminaba hacia afuera del campo, Polo se burló de él._ Podes jugar con tu novia si querés. Si es que aguanta.

_ Vos primero preocupate por no caerte de culo al piso, después vení a patotearme._ Respondió Arlo, al tiempo que parodiaba la dificultad de Polo para levantarse el día de la pelea.

El clima ya estaba al máximo sin siquiera empezar el partido. Y como Arlo se había defendido, David, que no quería ser menos, también le contestó._ Cuando te animes, hacemos un uno contra uno. Cara a cara. Vos y yo. Ahora jugá contra ellos. _

Polo no dijo nada, pero el resto de los de Herrería respondieron con puteadas y gestos groseros. Era como si David se hubiera transformado en un traidor. A quien no los conociera desde antes, le costaría creer que él y Polo  soliesen ser amigos.

 Con todo listo, todos posicionados, la pelota en el centro, y la sangre de cada jugador hirviendo, comenzó el partido. La concentración era máxima. Se habían olvidado que su objetivo principal al pisar el Campo municipal era otro completamente diferente. Y sin embargo, el orgullo los había citado. Pesaba más el deber de proteger el honor  no solo de un curso, sino también de un compañero. Las chicas podían esperar. Vendrían después. En la mente de los competidores, como trofeo para quienes se alzaran victoriosos.

  El juego estaba en llamas. Casi todos los presentes gozaban de un excelente estado físico. El ritmo era frenético. Corrían sin parar. Remataban con una fuerza bestial que chocaba y era suprimida por los excelentes paradones de los porteros. Aunque estos no eran imbatibles, por lo que las manos comenzaron a arder y ceder, y los goles empezaron a entrar.

Gol de los herreros. Polo se valía de su altura para, con un cabezazo, inaugurar el marcador.

Gol de los constructores. Como no podía ser de otra forma, Dante y su derecha prodigiosa igualaban el encuentro.

Penal para los constructores, que tras una entrada fuerte del portero de los herreros a Giovanni, era cobrada. Quien pateaba era Dante, que no perdonaba y volvía a acertar para dar la ventaja a su equipo. Provocó a sus contrincantes haciéndoles un gesto burlón que dinamitó el partido.

Gol de los herreros. Pero es anulado por una supuesta salida de la pelota del campo. Protestas y peleas. Una vez más, los docentes ausentes. Nadie impedirá lo que va a suceder.

Gol de Arlo. Tres a uno. La agarraba desde mitad de cancha y, con un sprint, pasaba a todos y amagaba al arquero.

Los herreros estaban furiosos. Tras el saque del medio, Ortega recuperaba la pelota, y daba a Arlo una asistencia que lo dejaba mano a mano con el portero. El doblete está cerca. Rebasa al último defensa. Mano a mano con el arquero. Y entonces...

_ ¡Aaaah!_ Un grito desgarrador fue consecuencia de un dolor punzante que se inyectó en el tobillo de Arlo. Sintió cómo unos dientes se hundían en su piel. Un gran peso dobló su pie. Cayó al suelo y comenzó a retorcerse, mientras sus oídos eran víctima de un bombardeo de palabras tan cargadas de odio como el golpe, claramente intencional, que le asestaron en el tobillo.

" ¡Deja de actuar boludo!" "¡No llores marica!" "Dale, bancatela gil"

Pero el que más resonaba era quien estaba detrás suyo, el responsable de que sintiera que el pie se le iba a desprender del cuerpo: Polo.

_ A ver, levantate forro. Dale, levantate._ En su rostro se notaba la satisfacción de la venganza cumplida. Arlo dejó de ver su expresión cuando el agrasor fue sacado del medio por los constructores, que fueron al rescate del lesionado.

Pero por más que lo asistían, no podía pisar. Apoyar el pie le dolía horrores. Al mirar hacia abajo, Arlo vio una enorme bola roja en donde tendría que haber estado su tobillo. De un momento a otro, el ambiente pasó de claro a oscuro, y todos comprendieron que era grave. Al notar que algo andaba mal, David corrió hasta donde yacía Arlo, y al ver su inflamación, sin vacilar, intentó levantarlo. Lo ayudó Giovanni, y entre los dos lo cargaron hasta donde estaba el profesor. Pocas cosas registró Arlo en esos instantes, pues su mente estaba tomada por el dolor y la bronca. Escuchó como todos seguían peleando. Hasta que se alejaron lo suficiente. Entonces, escuchó los insultos de David y Giovanni, que se apagaron con la aparición del profesor, al cual le explicaron la situación.

  Todo era caos. Hasta que Arlo entró en la enfermería, y se hizo el silencio. Pero él seguía en caliente, lleno de ira. La enfermera puso un poco de hielo en su pierna, y Arlo sintió cómo su cuerpo y su mente se enfriaban, apagando así, solo de momento, el fuego que crecía dentro de él.

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Carla Quintana
por favor autor puedes hacer un capítulo donde salga su esposa Ema después de su muerte, me imagino que le afectó demasiado 🥲
TAMARA CRISTINA SAAVEDRA HUENUMAN
bueno creo que arlo en su primera vida si fue un hombre ahora da mucho que desear y no se merece para nada a ema... Creo que si ema ubiera sido la que reencarna las cosas ubieran sido distintas ella haria que arlo solo estuviera con ella y que arlo no estuviera con nadie mas que con ella creo que los hombres piensan distintos de las mujeres cuando aman..
TAMARA CRISTINA SAAVEDRA HUENUMAN
muy buena la novela aunque ojala arlo le cueste muchoooo ganarse a ema... Porque todo lo que uno hace en la vida tiene consecuencias y nuestro protagonista la cago es mas ojala se quede solo total ya supo lo que era el amor verdadero y por andar de suelto lo perdio....
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