Adam es un gángster y una madrugada, cae en una trampa, al descubrir que estaba siendo traicionado por su novia, con su mayor rival, durante esta trampa, termina gravemente herido y es salvado por Samantha, una mujer sencilla, que más tarde descubre que trabaja en uno de sus hoteles, ella es una hermosa mujer que está pasando, como él, por una desilusión amorosa. Después de que Samantha le salve la vida, Adam empieza a protegerla de su rival, que se entera de que le ha salvado la vida y se obsesiona con ella.
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Obteniendo información
Sabrina acababa de llegar al piso de Oliver, él no la recogió personalmente, y mientras ordenaba a sus subordinados que lo hicieran, ella ya llegaba irritada.
- ¿Cómo has podido no recogerme en esa clínica Oliver? Mandaste a tus subordinados, ¿así me vas a tratar ahora? - le habló en voz alta.
Oliver, que estaba sentado, se levantó de inmediato, agarrándola del cuello.
- ¿Quién te crees que eres para hablarme así? No creas que por abrirte de piernas para mí, tienes derecho a tratarme como quieras, no te engañes pensando que eres tan especial, igual que te meto en mi cama, puedo sacarte de ella.
Oliver le soltó el cuello, dejándole allí una marca roja de su agarre, ella tosió un par de veces y se sujetó donde estaba apretada por él.
- Ahora quítate de mi vista, vete a la habitación de invitados, hoy no te quiero en mi cama -dijo sentándose de nuevo.
Ella fue a la habitación como él le ordenó, entró furiosa, sujetándose el sitio de la herida, Oliver la estaba tratando muy mal, antes no era así, imaginaba que todo era una farsa para conseguir su amor y cooperación, pero definitivamente no dejaría que la tomara el pelo.
Oliver esperaba noticias de las órdenes que dio sobre Samantha, esperaba con ansias la información que ya tenían con ella, no dejaba de pensar en cómo deseaba usar esa boca descarada para su placer, y solo pensar en esa posibilidad hacía que su miembro palpitara bajo sus pantalones.
Fue sacado de sus ensoñaciones eróticas por una llamada que recibió, inmediatamente cogió el móvil imaginando que eran sus hombres, pero en realidad, era su padre.
- Hola, papá -respondió Oliver, preguntándose ya de qué se trataba.
- ¿Cómo no iba a funcionar una trampa así? A estas alturas Adam debería estar muerto y yo aún no he recibido la noticia, supongo que no es así como quieres demostrar que mereces estar al mando del negocio, ¿verdad? Quiero resultados, no tu incompetencia -dijo, ya desconectando la llamada.
Oliver tiró el móvil al sofá, estaba cansado de oír a su padre llamarle incompetente, estaba seguro de que era capaz, y se lo demostraría, en ese momento de enfado, solo la información de que Samantha estaba con sus hombres podía calmarle.
Ya en el coche, Marcos comenzó a responder a las preguntas de Samantha, no debería hablar de Adam con ella, pero sentía que era una persona de confianza, diferente a Sabrina, con quien no se llevaba bien desde el primer momento.
- Adam está muy preocupado por ti, nunca lo había visto tan preocupado por alguien que acaba de conocer, en mi opinión y conociéndolo como lo conozco, está encantado contigo -dijo con una pequeña sonrisa en los labios.
Samantha se sorprendió un poco con esa afirmación, recordaba como Adam la trató en el hospital, y al principio, se preguntó si lo que Marcos decía podría ser cierto, pero poco después, intentó disipar esos pensamientos de su cabeza, no había la más mínima posibilidad de que un hombre como Adam se interesara por ella, por no decir, que si la línea de su vida amorosa se iba a mover, no sería con un mafioso.
Por mucho que intentara disipar esos pensamientos, seguía queriendo saber más de él, cuanta más información obtuviera sobre en qué se estaba metiendo, mejor sería para saber cómo debía actuar.
- No creo que sea eso, podría ser solo por gratitud, por ayudarme con la bala y no llamar a la policía. Pero, ¿cómo está llevando la situación de la traición? ¿La quería mucho?
A Marcos le pareció interesante la última pregunta, le lanzó una mirada rápida, preguntándose si el encanto no había sido correspondido.
- Todavía no lo he visto después de volver de viaje, pero por lo que estoy viendo y sabiendo, lo está llevando muy bien, no creo que la amara, estuvo enamorado de ella, pero perdió sus sentimientos cuando empezó a ver que no era la mujer sencilla y humilde que se imaginaba. Creo que la mantuvo cerca solo porque se acostumbró a su presencia, lo que resultó ser un gran error.
Samantha se quedó pensativa y Marcos continuó - Al principio, parecía dulce, indefensa y de buen corazón, pero Adam solo le dio un poco de cuerda y ella demostró quién era en realidad, aunque a mí nunca me engañó. Adam incluso fue testigo de cómo maltrataba y humillaba a los empleados, algo que no le gusta que ocurra, Adam trata a todos sus empleados con respeto y exige que todos hagan lo mismo - explicó detalladamente.
Después de oír eso, empezó a simpatizar aún más con Adam, no era fácil encontrar a un hombre rico y poderoso como él, que tratara a sus empleados con respeto.
- Pero, ¿había hecho algo? - continuó con su curiosidad.
Marcos estaba parado en el semáforo, notó la curiosidad de Samantha y cuando el semáforo se abrió empezó a aminorar la marcha, por lo que pudo ver ella tendría muchas preguntas, si caminaba rápido no podría responderlas todas antes de llegar a su destino.
- Él la regañó y le pidió que no lo volviera a hacer\, ella se disculpó fingiendo haber perdido el control momentáneamente\, pero siempre que Adam no estaba cerca ella terminaba haciéndolo de nuevo\, él se enteraba de todo y esto provocó que dejara de gustarle.
Samantha pensó un poco en lo que había escuchado, su historia con la de Adam era similar, las personas de las que estaban enamoradas cambiaban con el tiempo, traicionándolas y abandonándolas y se dio cuenta de que este tipo de desgracias no era algo que solo afectara a la clase baja, el dinero no los eximía de tanto dolor y sufrimiento.
Por mucho que su empatía por Adam se hubiera agudizado, seguía preocupada por su seguridad, era un mafioso y seguía siendo un hombre peligroso, solo porque trataba bien a sus empleados, temía que pudiera hacerle daño u obligarla a hacer algo, esa era su mayor duda que intentaría quitarse con Marcos.
- Sé que trabajas para Adam y puede que no quieras hablar de algunas cosas, pero necesito preguntarte. ¿Podría alguna vez Adam hacerme daño u obligarme a hacer algo que no quiero? Como obligarme a ir a su cama -dijo ella, siendo muy directa.
Marcos giró el coche y se detuvo, quería verla bien para responder a esa pregunta.
- Si es lo que te preocupa, puedes estar tranquila, Adam no es ese tipo de hombre, puede que esté metido en los bajos fondos, pero tiene su código de honor, no pega, ni mata, ni viola a mujeres o niños, y no permite que sus hombres lo hagan, simplemente no acepta traiciones de ningún tipo, a diferencia de Oliver, él tiene principios.
Samantha se sintió más aliviada al escuchar eso, imaginar que podría ser forzada a acostarse con Adam, la aterrorizaba con esos pensamientos, sin importar lo guapo y sexy que fuera, ninguna mujer querría pasar por una situación así.