Novela en emisión! No está terminada... No se impacienten.
NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 20
Gemí, me arquee, moví mis caderas y la ausencia de su tacto me hizo mirar hacia abajo y ahí estaban esos ojos verdes, diabólicos, maliciosos, observándome con deseo, sin perderse ninguna de mis reacciones. Y entonces, estalle en miles de fragmentos y robandome la poca energía que tenía, pero no se detuvo, extendió mi placer volviendo a lo suyo, acariciando con delicadeza ese botoncito hasta que ya no pude más. recogió hasta la última gota, lo oía jadear y disfrutar mientras lo saboreaba.
Enredé mis dedos en su largo cabello y lo quite de ahí o moriría a causa de combustión instantánea. No tuve que pedírselo, el solo se separó de entre mis piernas las separo para lo que seguía.
Mire hacia abajo, todavía llevaba sus bóxer asique enganche mis dedos a sus caderas y los deslice lo suficiente para que la prenda liberara lo que quería ver.
Llene mis pulmones de aire y suspire. Eso me iba a partir por la mitad, pero joder, sí que lo quería sentir dentro de mí.
— Me vas a romper.
Sonrió, satisfecho al notar que no dejaba de mirar su enorme erección y después su hermoso rostro.
— Tratare de no hacerlo.
Termino de deshacerse de la prenda y se colocó en mi entrada.
En ese momento sonaron todas mis alarmas internas, no se había puesto…
—Jasper, No te pusiste... —lo había olvidado por completo.
Negó con la cabeza y de un duro empellón se deslizo por mi canal, quitándome el aliento, las fuerzas y las ganas de moverme. Si, era grande y se quedó quieto mientras me adaptaba a su tamaño. Beso mis labios, mi cuello y acompaño todo eso con suaves mordiscos que me sacaron del mundo para hacerme flotar en el espacio.
—No voy a usar esa cosa, te quiero así, sin ninguna barrera. —Comenzó a moverse despacio al notar que me había adaptado. — Ya lo solucionaremos después.
Pedimos comida a domicilio y nos acostamos juntos como lo hacíamos en su casa. Ya no tenía pensado volver, pero no se lo diaria en esa noche, porque no quería arruinar ese bonito momento.
—Jasper, tendré que tomar la píldora después de esto. No podemos ser descuidados, tampoco estamos listos para una responsabilidad tan grande. ¿Me acompañas a un centro de salud mañana?
Me abrazo fuerte por la cintura, me atrajo a su cuerpo y beso mis labios. Se tomó un momento, como si eligiera las palabras que quería decir observándome con sus bellísimos ojos verdes.
—Te entiendo, —Dijo con serenidad. — puede que tú no estés lista, pero en un futuro no muy lejano, quiero ser padre y me gustaría que seas tú quien cargue a mis hijos en su hrmoso vientre. Tengo treinta y seis años, no me he casado y aspiro a muchas cosas y en cada una de ellas, estás tú. Como mi novia, como mi esposa y como madre de mis hijos.
Se me había cerrado la garganta. No por la seriedad de sus planes conmigo, bueno si, un poco, lo que me había afectado emocionalmente fueron todos esos planes que tenía conmigo, me decía que por primera vez en mi mi vida era importante para alguien, para él.
Pero, por más lindo que fuera escuchar cosas como esas, tenía dos neuronas activas que me abofeteaban para no caer.
—Si esto funciona, si algún día llegamos si de lejos como pareja, me encantaría ser todo eso. Pero por el momento, no quiero bebes, vine a estudiar y a graduarme, y con una responsabilidad tan grande como un hijo, no lo voy a poder concretar. ¿Entiendes?
Asintió y volvió a besarme.
—Te llevaré mañana después de que salgas de clases. ¿Sales a las de la tarde, no?
Asentí y sonreí porque no me sorprendió que supiera todos mis horarios.
—Si señor controlador, salgo a esa hora. — besé sus labios y sabía que ya era hora de dormir o no nos despertaríamos a horario al otro día.
—No soy controlador, solo estoy atento a tus horarios para saber cuándo ir por ti. Hablare con alguien para que te consiga una cita para mañana después del almuerzo.
…
Al despertar, Jasper ya se había ido, pero me dejo una nota diciéndome que iría por mí después de clases. Dejo tostadas y café recién hecho. Estaba tan cerca, tan a punto de caer rendida… Me bañe, me vestí y me prepare un desayuno rápido porque si no salía en quince minutos llegaría tarde y lo que menos quería era fastidiara Ethan con mi impuntualidad. Por fin era viernes y tenía planes para el fin de semana, quería salir, conocer y pisar el acelerador de mi auto. SOLA
—Llegas —Miro su reloj con el ceño fruncido. — Cinco minutos tarde. Me veo como un completo idiota cuando me haces esperarte.
Me reí y bese su mejilla. Se veía tan bien vistiendo ropa casual, las camisas se le pegaban a los brazos y a su torso trabajado por las horas diarias que le dedicaba al gimnasio.
—Créeme, pareces cualquier cosa menos un idiota, tienes media población femenina babeando por ti, el otro quince por ciento es masculino y el otro quince tiene pareja pero babea igual. Es casi un crimen tener un profesor tan apuesto como tú. ¡Ni ganas de faltar a la clase dan!
Se encogió de hombros y no me hizo caso. ¿Qué le pasaba?
—Oye ¿Qué te pasa y por qué tienes esa cara de velorio? — me enganche de su brazo y entramos, siempre, siempre me acompañaba a la primera y última clase. — ¿algo que quieras compartir conmigo?
—No me importan quien me mire, si la que me gusta ni cuenta se da de que el que bota baba como un pendejo, soy yo.
Pensé en su amiga, él se estuvo quedando muchos días con ella y tenía mis sospechas de que quizá había algo entre ellos.
—Dime quien es. —No pedí, exigí, quería saber quién era.
—No importa ¿Jace paso la noche contigo? —Asentí y automáticamente sonreí, sentí calor en mis mejillas al recordar la noche que asamos juntos. — Oh… finalmente.