Todos amamos de distintas maneras.
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Capítulo 8
Apenas Luna entró al café, vio a su amiga, mirándola desde el mostrador, con una enorme sonrisa en su rostro, sabía que un sin fin de preguntas se le venian a continuación.
—Buenas tardes. —Saludó, cuando llegó a su lado. —¿Por qué me miras así? —Preguntó Luna divertida. —Me estás asustando.
—Buenas tardes imagino que son para ti. —Soltó riendo. —Quiero que me cuentes todo, con lujo de detalles, quiero saber cada cosa que te dijo y que hicieron.
—Amiga, no puedo explicarte cómo me siento. —Comenzó diciendo Luna, con una sonrisa radiante en su rostro. —Él me acompañó hasta casa, tomó el colectivo conmigo y me dormí. —Soltó una carcajada al decir esto. —Yo sé que no es el escenario ideal, pero estaba tan cansada, y él me cuidó.
—Eres terrible. —Soltó su amiga riendo también. —¿Sientes que le interesas?
Luna pensó un rato su respuesta. —Parecía realmente interesado en conocerme.—Soltó, o al menos eso deseaba pensar ella. —Me siento vista, escuchada y comprendida de una manera que nunca había experimentado antes, no sé si logro explicarme.
—Tranquila te entiendo, sientes que por primera vez, un chico se siente interesado por.—Camila tomó el delantal de Luna y se lo alcanzó, aunque la charla estuviera divertida, tenían que trabajar. —No sabes lo feliz que me pongo por ti, lo has deseado por tanto tiempo.
—Lo que más me emocionó fue que se preocupara por mi seguridad, me acompañó hasta la puerta de mi casa, asegurándose de que estuviera bien.— El corazón de luna desbordaba de emoción.— Ese gesto tan simple, tan lleno de cuidado y atención, me hace sentir una persona importante.
—Yo creo que con eso ya ganó muchos puntos, no hay nada más importante que se preocupe por tu seguridad. —Ambas chicas comenzaron a preparar todo lo que necesitaban para su jornada laboral. —Espero todo salga bien, yo sé cuánto tiempo llevas enamorada de él, y que al fin este pasando, me pone feliz por ti.
—Sí, yo también espero que todo salga bien —Dijo Luna, mientras organizaba utensilios para el café—. Me siento nerviosa, pero feliz al mismo tiempo. —Hizo silencio unos segundos. —Sobre todo nerviosa.
—Es normal —Respondió Camila, mientras preparaba la máquina de café—. Estuviste esperando este momento durante tanto tiempo, y ahora de repente sucede, es normal que estés nerviosa, es normal que tengas miedo, pero disfrútalo por favor, no dejes que tus emociones te ganen.
—Exacto, pasó tanto tiempo —Asintió Luna—. Creí que él nunca se iba a fijar en mí, y ahora que está aquí, sucediendo, simplemente no quiero arruinar nada.
—No lo arruinarás —Contestó Camila, con una sonrisa de aliento—. Eres una persona increíble y él es un tonto si no se da cuenta de eso.
Luna continuó preparando los vasos para el café.
—¿Crees que deba hablar con él sobre mis sentimientos? —Preguntó Luna, mientras pensaba en voz alta.—No, creo que es muy pronto. —Se contestó a ella misma. —No estaría bien que vaya y de repente le diga "Oye todo este tiempo estuve enamorada de ti".
—No sé —respondió Camila—. Tal vez debas esperar a ver cómo se desarrollan las cosas, deja que te conozca, ten citas con él, y ve como todo se vaya dando, no quiero que te lastimen.
—Tienes razón —Dijo Luna—. Pero es difícil no mostrarle cómo me siento, te juro que trato de parecer una persona normal cuando estoy con él, trato de no demostrar demasiado mis sentimientos, ni mis nervios, pero a veces sintiera que mis piernas me van a fallar en cualquier momento cuando estamos cerca.
En ese momento, la puerta del café se abrió y un cliente entró, Camila se ocupó de atenderlo mientras Luna continuaba preparando el café.
—¿Sabes qué? —Soltó Camila, mientras regresaba a su lado—. Creo que debes seguir tu corazón, en el momento que sientas que debes hablar con él, hazlo, no lo dudes, si sientes que no es el momento espera, pero cuando tu corazón te diga "ahora" solo hazlo.
Luna sonrió y asintió.
—Hoy fue a buscarme a la universidad. —Soltó Luna de repente.
—¿Qué? —Gritó su amiga, haciendo que todos en el café voltearan a verlas. —Lo siento. — Se disculpó en voz alta y luego volvió su mirada a Luna. —¿Por qué no me dijiste eso desde un principio?
Luna elevó ambos hombros. —Es que te estoy contando en orden de como pasaron las cosas, todavía no había llegado a esa parte.
—A veces quisiera matarte. —Camila hizo señas de querer agarrarle el cuello a su amiga con ambas manos. —Estas jugando con mi corazón.
—No estoy jugando contigo. —Se defendió Luna. —Salí a tomar aire hoy al campus, y de la nada, lo ví ahí sentado, dijo que estaba esperándome. —Ella sonrió al recordarlo. —Le preguntó a mi primo en qué universidad estudiaba.
—Ah no, eso lo cambia absolutamente todo. —Camila dio pequeños brincos de emoción. —Debe estar loco por ti.
—Tampoco exageres, hace dos días que notó mi presencia. —Luna comenzó a reír. —No puedo creer que nunca me haya visto.
—Para mí que finge. —Ambas chicas hicieron silencio cuando un cliente se acercó al mostrador, y después de que se marchara, Camila continúo hablando. —Lo llevas atendiendo desde que comenzaron a venir aquí, es imposible que nunca te haya notado.
—No lo sé, no tendría sentido que haga eso. —Luna no quería pensar mucho en el tema. —En fin, luego de eso, caminamos un rato, y él hizo preguntas, muchas preguntas sobre mí, mis gustos y esas cosas que supongo que se preguntan cuando estás conociendo a alguien.
—Mira no quiero que te ilusiones tan rápido, no quiero que sufras, así que lo voy a decir una sola vez. —Camila se acercó a ella. —Creo que le gustas, siente alguna especie de atracción por ti, sino, un chico no iría a buscarte.—Ella tomó aire y siguió hablando.—Piensa un poco ¿Y si tú no salias de la universidad? Iba a quedarse ahí vaya uno a saber cuánto tiempo sentado, eso no lo haces por cualquiera, y por mi experiencia, los chicos no escuchan tus gustos, y preguntan por tu vida solo porque si.
—Bien, mejor trabajemos, porque hablar de esto hace que me ponga muy nerviosa.— Pidió Luna, tirándole a su amiga con un bollito de servilletas.
—Esta bien. —Camila se dirigió hacia el depósito, y Luna se quedó ahí, pensando en Christopher, y en todo lo que había pasando en los últimos días.