Amor de Marisa por Ian. El cual es discapacitado y deberá pasar su vida en una silla de ruedas. Marisa es una joven de 22 años, que proviene de una familia humilde y trabaja como Asistente Personal de Ian Andrew.
Ian es el CEO de una Planta Fundidora, probablemente la mas grande y productiva del país.
Ian está recluido de por vida a una silla de ruedas como consecuencia de las secuelas que le dejó un accidente automovilístico en el que murieron sus Padres y su Hermana mayor.
Cuando se leyó el Testamento de su Padre, quedó perfectamente estipulado que Leticia Zambrano quedaría como Tutora legal de Ian y que ella debería ir a vivir a la Mansión Andrew y hacerse cargo ella y solo ella de administrar los bienes de Ian hasta que cumpliera los 21 años. Y en ese lapso de tiempo, de los 8 años que tenía Ian al morir su familia , hasta que Ian cumpliera los 21, Leticia Zambrano sería La CEO de la Fundidora, ya que Leticia era una persona integra y honesta. Hasta que aparece Marisa Salvatierra.
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NEW YORK
Después de comer con su familia, regresaron a la casa de sus Padres y Marisa fue directo a su habitación y comenzó a preparar su equipaje.
Sonó el celular y era Ricardo: Hola mi amor, dijo el Doctor.
¿Cómo estás, cielo?.
Muy bien, desperté a las 12 y no estabas.
Salí de tu departamento a las 3 de la mañana.
Me hubieras despertado y te hubiera llevado.
Parecías un enorme tronco. Estabas completamente perdido, no iba a poder despertarte ni con una bomba atómica.
Tuve dos guardias seguidas de 24 y el remate de anoche que por poco me matas.
Mira la víctima, pues ayer no te veías tan cansado.
Es que tú eres mi vitamina mi cielo.
No comiences a galantearme, porque hoy ya no puedo ir hasta tu departamento, así que los dos vamos a guardar nuestras ganas para el regreso, y nada de echarle el ojo a cuanta enfermera se cruce en tu camino.
Eres una mujer demasiado cruel.
Lo siento, pero te vas a tener que aguantar.
Lo mismo te digo.
Yo voy a estar lo suficientemente distraída con mi trabajo y voy a tener que dejar escapar a cuanto Neoyorquino se me atraviese.
Le puedo decir a Ian que te dé más trabajo.
Ya sé, le voy a pedir a Leticia que me comparta la aplicación del GPS y así poder seguirte desde aquí a dónde vayas.
Mi novio celoso.
Mira quién habla. ¿Decías algo de las enfermeras?
A la que se te acerque, dile que tienes novia, que es muy agresiva y que si no te dejan en paz las voy a despellejar vivas.
Se los diré, pero no sé si me crean.
Les dices que sobre advertencia no hay engaño.
Amor te deseo un feliz viaje, trata de disfrutarlo. Ya me tengo que ir, hoy me toca guardia de 24.
Besos, mi vida y guarda tus ganas para mí.
Llegó el día ansiado y Marisa llegó al Aeropuerto en compañía de su familia. Su Madre no dejaba de insistir: Marisa no te falta nada?.
¿Traes el pasaporte?
Mamá todo está en orden.
Estás segura hija?.
Si Mamá.
Bueno, me quedo tranquila.
Llegó la hora de abordar y Marisa abrazó primero a su Madre, luego a su Padre y al último a Alicia.
No dejes un solo día sin llamar. Ya te estamos extrañando. Mamá, solo voy una semana.
Para nosotros es un siglo.
Los amo, no sé que sería mi vida sin ustedes.
Marisa abordó el Avión propiedad de la Fundidora y después de despegar la azafata les ofreció a Ian y a ella el desayuno. Café con emparedado y fruta.
Se acercó a Ian para preguntarle si estaba cómodo y le pidió una almohada, al colocarla se rosaron las manos y una especie de descarga eléctrica recorrió el cuerpo de ambos. Marisa solo dijo lo siento.
Ian contestó que no pasaba nada.
Marisa volvió a tomar asiento y tomó agua de una botella que le dio la azafata.
Que me está pasando, Ian me atrae con locura, es sumamente guapo y fuerte a pesar de su estado. Me tengo que enfocar en mi trabajo nadamás.