Una Luz En La Oscuridad

Cuando regrese a casa, solo quería entrar a mi habitación para estar sola.

Sol- Hija, ¿estás bien?

- No podía contestar a su pregunta sin que mis lágrimas empezaran a salir, hice un esfuerzo, la miré y con una sonrisa forzada le dije;

Hanna- ¡Claro!, no te preocupes

- En ese momento de repente me abrazo y me dijo;

Sol- No tienes que fingir conmigo, sé que no fui, ni soy perfecta como madre y te pido disculpas por no haber estado antes contigo cuando necesitabas que te escuchara mi niña

- Al escuchar sus palabras mi fortaleza desapareció y lloré desconsoladamente en los brazos de mi madre.

- Cuando logré calmarme por primera vez pude contarle todo y me dijo;

Sol- ¡Nada de lo que ha sucedido es tu culpa!, sé que podrás seguir adelante, eres muy valiente y siempre lo fuiste, mejor agradece a Dios que esas personas se alojaron de vos

- El solo hecho de que fuera mi madre la que me consolaba, entre tanto dolor sentí alegría de saber que no estaba sola esta vez.

- Esa noche después de tanto tiempo cenamos todos juntos en casa y aunque fuera coincidencia el encuentro para mi fue como un regalo de Dios.

- Siempre llegaba la hora del almuerzo o la cena y mi hermano se iba a comer a otro lado, mi hermana llegaba después porque salía tarde del trabajo, en cuanto a mi padre estaba distante con mi madre, su relación parecía empeorar cada día.

- Tener que volver a la rutina era complicado para mí porqué todas las personas que me conocían me daban vuelta la cara y siempre hablaban de manera que escuchara todas sus calumnias.

- Sabía que la familia de Diego y sus conocidos se habían puesto a hablar mal de mí y mi familia, al igual que Amelia, sus amigas, conocidos y su madre.

- Lo supe por mis compañeras de trabajo, ellas siempre fueron muy amables conmigo y me defendían cuando esas personas se acercaban a mi lugar de trabajo para burlarse o humillarme.

- Había pasado cinco meses desde que mi relación había terminado, cuando de camino al trabajo, empezaron a sentirse sirenas eran de los bomberos y policías, a dos cuadras de la heladería vi como la gente salió a la calle para ver que pasaba y en eso las ambulancias aparecieron.

- Empecé a sentir una fuerte angustia, cuando me acercaba a mi lugar de trabajo comencé a correr para llegar y vi como el fuego estaba por todo el lugar, le pregunte a una persona que estaba en el lugar si sabía que sucedió, me miró y dijo;

"Lo siento mucho, pero tus compañeras ya estaban adentro cuando se sintió la explosión"

Hanna- ¡¿Qué?!

"El dueño del lugar también, pero no pudieron rescatar a nadie, lo lamento"

Hanna- No, no, ellas...! Noooo!!, ¡Dios!, ¡¿por qué?!

- La tristeza se apoderó de mí ese día, no tenía consuelo tanto dolor.

- Esa noche anterior habíamos cenado en la heladería, festejamos el aniversario de casado de nuestro jefe con su mujer y la buena noticia de que serían padres. Se habían convertido como mi segunda familia, fueron personas maravillosas.

- Fue difícil de sobrellevar para mí... aún duele recordar ese momento.

- Carlos cuando supo lo que pasó decidió pedirle permiso a mis padres, para que fuera con él a la casa de sus padres, así que tomó un avión para poder llegar rápido a la ciudad a buscarme.

- Cuando llego no me dijo nada solo me abrazo y mi madre le pidió que me cuidara mucho.

- Me despedí de mi familia y viajamos hacia la ciudad donde vivía.

Carlos- Hanna si necesitas hablar sabes que aquí estoy para escucharte

Hanna- Gracias, pero solo necesito que estés conmigo hermanito

Carlos- Por supuesto hermanita, te quiero

- Ya había pasado un año desde que me había ido a vivir con Carlos y sus padres, el motivo de esa decisión fue, porque la explosión que hubo en la heladería no había sido un descuido del propietario, sino que una persona la había provocado, en las cámaras del lugar se podía ver la silueta, pero aún no se sabía quién era el responsable.

- Por esa misma razón mi familia no le habían contado a las personas que preguntaban por mí donde me encontraba.

- La Madre Carlos me había conseguido un trabajo de medio tiempo en una tienda de su amiga porque se lo había pedido, pero Carlos no quiso al principio y con ayuda de su padre lo pude convencer.

- En mis primeros días de trabajo me costó un poco, pero después empecé a hacerlo mejor, ¿porque si era un trabajo de medio tiempo en una tienda?, ¡Ja!, bueno Carlos acepto, pero el trabajo me lo daba él así que terminé siendo su representante en la empresa de su padre. La verdad no creí poder hacerlo, pero él me enseñaba todos los días y cuando no podía su padre lo hacía.Así fue todo ese año de trabajo.

-Ojalá uno pudiera mantener a las personas que amamos a nuestro lado para siempre, pero la ley de la vida es igual para todos. En el siguiente año Carlos decidió decirme la verdad del porque él había viajado a esa ciudad con su familia y para mí fue demasiado difícil escuchar sin sentir mucho dolor.

Carlos- Hanna tengo que hablarte de algo importante

Hanna- Sí

Carlos- Recuerdas que me vine a esta ciudad cuando terminamos la escuela y te dije que era por qué mi padre quería que estudiará aquí

Hanna- Claro que lo recuerdo, no quería dejarte ir por que eres mi hermano

Carlos- Lo sé y la verdad yo tampoco quería venir, fue muy difícil alejarme de vos y mi mejor amigo

Hanna- ¿Hermanito, porque lloras?, ¿qué sucede?

Carlos- Hanna me estoy muriendo, lo siento, pero no podré estar contigo por mucho tiempo

Hanna- ¡¿Qué!?

Carlos- Prometí siempre estar con vos, cuidarte y no podré estar presente en tu vida como pensé

Hanna- Pero, ¿porque?, no lo entiendo, ¡por favor dime que hay algo por hacer!