Cosecha De Pasiones

El último día de Sofía en Guadalajara había llegado. Se despertó con una mezcla de emociones, gratitud por el tiempo que había pasado en México, tristeza por dejar atrás la tranquilidad que había encontrado allí, y una sensación de determinación para enfrentar lo que le esperaba en Italia.

Después de empacar sus cosas y despedirse de Ana, quien se había convertido en una amiga invaluable durante su estancia, Sofía se dirigió al aeropuerto. En el vuelo de regreso, su mente estaba llena de pensamientos sobre Alonso y esa conversación pendiente que tenían. Había decidido darle la oportunidad de explicarse, con la esperanza de que pudiera aclarar sus sentimientos y el malentendido que los había separado.

Al llegar a Italia, Sofía se dirigió directamente a la Villa De Luca. La casa estaba tranquila, con una atmósfera cargada de expectativas. Emma había Sido confrontada por su mentira, y aunque la situación había causado un gran revuelo, la verdad había salido a la luz.

Sofía se paró frente a la gran puerta con su equipaje, respiro profundo y se dijo

- Bueno, Sofía, en hora de enfrentar todo de una vez.

Entro en la Villa y fue recibida por Don Eduardo y Beatriz. Que estaban sorprendidos, ya que no la esperaban, en todo el tiempo que estuvo alejada de ellos, nunca busco la forma de llamarlos o contactarlos.

Después de un intercambio de saludos y noticias, Sofía escucho todo lo que Don Eduardo y Beatriz tenían que decir de lo que había hecho Emma y sus mentiras. También, le contaron sobre lo poco que sabían de lo sucedido con Greta y la teoría de Leonardo.

Sofía sintió cierto alivio del tormento que llevaba por dentro. Sofía se despidió y se retiró hacia la habitación de Emma, necesitaba hablar con ella.

Tocó la puerta, y desde adentro se escuchó la voz de Emma

- Adelante.

Sofía entró a la habitación, y la vio sentada mirando por la ventana. Emma volteó y con ojos llenos de lágrimas le pregunto.

- Sofía, ¿cuándo llegaste?

Sofía se acercó a ella, y se sentó frente a Emma.

- Hace un par de horas.

- Sofía, tengo muchas cosas que decirte. Me imagino que debes odiarme.

- No, no podría Emma, eres mi hermana, y te quiero a pesar de todo.

- Yo también te quiero Sofí, y me siento tan arrepentida, soy muy mala.

- No digas eso Emma.

- Es que te mentí, les mentí a todos. Alonso y yo nunca tuvimos nada.

- Emma, ¿por qué lo hiciste?

- Porque sentía envidia, coraje, mucha rabia. No soportaba que Alonso te eligiera a ti, me dolía que él te quisiera a ti y no a mí. Perdóname Sofía, por favor, perdóname. - le dijo mientras se arrodillaba. - te dije tantas cosas terribles, perdóname.

Sofía la abrazo, muy fuerte.

- Ya Emma, no llores más. Mira, lo bueno es que lo estás admitiendo.

- Fui muy mala contigo y con todos. Yo sé que me merezco tu odio y tu desprecio.

- No, Emma. Yo no te puedo odiar, eres mi hermana y te quiero.

- Alonso, te ama, te ama solo a ti. Por favor, no dudes de él. Se que por eso te fuiste lejos todo este tiempo. Yo fui la culpable.

- No Emma, no fue así. Yo me fui porque necesitaba alejarme un poco. Necesitaba un respiro. Pero ya, no hablemos de eso. Ya es tarde, y debemos descansar.

Se despidió de Emma y se fue a su habitación. Al entrar y caminar hacia su cama miro su celular en la mesa de noche. Lo encendió y vio todos los mensajes y llamas perdidas de Alonso.

Empezó a caminar de un lado a otro de su habitación, pensando en si le escribía a Alonso. Tomo la decisión y le mando un mensaje.

📱 Alonso, he regresado. ¿Podemos encontrarnos en una hora en el lago?

📱Claro, hay mucho que quiero explicarte.

📱 Está bien, nos vemos en una hora.

Sofía quería escuchar lo que Alonso tenía que decir y finalmente resolver las cosas entre ellos.

Al llegar al lago, Sofía encontró a Alonso esperándola bajo un árbol, cerca del lago donde solían encontrarse. El lugar estaba impregnado de recuerdos.

- Sofía, gracias a Dios regresaste - le dijo Alonso, mientras la abrazaba. Hay mucho que tengo que explicarte.

- Estoy dispuesta a escucharte - dijo Sofía asistiendo - necesito entender muchas cosas.

Alonso tomó un profundo respiro y comenzó a explicarle todo. Le contó como habían descubierto la mentira de Emma sobre el embarazo, quien era Greta, y como había intentado volver a su vida solo por interés, y sobre la teoría que tenían él y Leonardo sobre la participación de Greta en la estafa donde lo perdió todo.

- Sofía, desde que te fuiste, he estado pensando en nosotros. Lamento no haber Sido más claro y abierto contigo antes. Te amo, y estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que podamos estar juntos.

Sofía lo escuchaba con atención, sintiendo que las piezas del rompecabezas finalmente encajaban. Sus sentimientos por Alonso eran profundos, pero necesitaba asegurarse de que podían superar los obstáculos juntos.

- Alonso, entiendo por lo que has pasado y agradezco tu sinceridad. También te amo, Pero necesitamos construir nuestra relación sobre la confianza y la honestidad. Estoy dispuesta a intentarlo si tú también lo estás.

- Lo estoy Sofía - dijo tomándola de más manos - más que nunca.

El sol se estaba poniendo, bañando el lago con una luz dorada. En ese momento, ambos sintieron que estaban en el camino correcto para reconstruir su relación. Se abrazaron y se besaron, dejando atrás el pasado.

Ese beso fue el más intenso, el más apasionado. Alonso la besaba con hambre y deseo. Se separaron cuando les faltaba el aire.

- Nunca he dejado de amarte Alonso. Quiero ser tu esposa, tu amiga, tu amante. Has me tuya Alonso.

- Yo también te amo, tú eres todo para mí.

Alonso comenzó a besar el cuello de Sofía, pasaba sus labios y lengua por su cuello y los glóbulos de sus orejas, mientras Sofía sentía una corriente eléctrica correr por su cuerpo y la hacía soltar pequeños gemidos.

Entre sus besos, se fueron despojando de sus ropas, que caían en el césped, suavemente Alonso acostó a Sofía en el césped y empezó a besar cada parte de su cuerpo, ella se arqueó por el placer que él le hacía sentir al pasar su lengua por su rosada intimidad.

Luego él subió entre besos y caricias se subió sobre Sofía para entrar en ella, y se dio cuenta de que Sofía era virgen, que le estaba entregando todo de ella.

- Amor, esto te va a doler un poco. Seré lo más gentil contigo mi amor.

Entro con cuidado, sintió como Sofía se tensaba, se detuvo un momento para darle tiempo de que su cuerpo se ajustará al tamaño de su masculinidad, luego Sofía le susurro que estaba bien, que continuará, Alonso la lleno de besos y empezó a darle suaves estocadas, mientras Sofía llenaba el silencio con sus gemidos de placer. Estos gemidos volvían loco a Alonso, y empezó a moverse más rápido llevando a Sofía a una explosión de placer.

Al llegar los dos al clímax se acostaron el uno al otro. Sus respiraciones eran aceleradas. Sofía se acostó sobre el pecho de Alonso. El enredo sus manos en el cabello largo de Sofía, mientras le decía.

- Te amo tanto Sofía, nunca lo olvides y nunca lo dudes. Te amo como un loco, como un desesperado. Que eres mi ahora, que a partir de hoy eres mía eternamente.

- Yo también te amo Alonso.