Mi Infierno... En El Infierno...

Fiorella:

(Escuchen- Into Darknees, Thomas Bergersen)

Aparté las sabanas de mi cuerpo sentándome en la cama, levanté la mirada hacia el reloj de pared, por la hora todos ya debería estar dormidos. Daba ligeros brincos sobre la cama quedando de pie, caminé apresuradamente hacia el armario cuando la puerta de mi habitación se abrió di unos pasos de puntillas caminando hacia la salida del armario, me asomé con mucho cuidado viendo a Loretto que ya estaba lista. Rodé los ojos respirando hasta por los oídos si era posible… se acercó con mucho cuidado de no hacer ruido. Deani estaba dormida y no quería despertarla.

Loretto: (susurrando) He dado un buen rondín por la casa, nadie está despierto.

Fiorella: (susurrando) perfecto…

Me apresuré en poner mis tenis, tomando una pequeña mochila donde habíamos metido cosas por si alguien se intentaba ponerse al brinco. Loretto estaba en la puerta mirando por ambos lados. Salí del armario llegando con ella, las dos abrimos nuestras mochilas revisando lo que teníamos dentro, levantamos la mirada sonriendo la una a la otra. Cerramos la cremallera de las mochilas, nos las acomodamos en la espalda tomándonos de las manos.

Fiorella: Vamos a ir por mi mamá Willow.

Loretto: en las buenas y en las malas juntas para ir por mi tía Willow.

Levantamos nuestras manos escupiendo en cada una, juntamos nuestras manos haciendo nuestro pacto de primas. Siempre una vería por la otra. Nos abrazamos con tanta fuerza, sé que Loretto ni lo dudaría cuando se lo propuse, así que ella y yo habíamos decidido en ir en su búsqueda y no dejarla con los malos. Nos apartamos dando un beso en cada mejilla.

Caminamos hacia la puerta sosteniendo la perilla.

Deani: (estrujándose los ojos) ¿Dónde van?

Las dos giramos viendo a Deani con el cabello revuelto como un nido, se estrujaba los ojitos apartándose la sabana de su cuerpo, ella bajó caminando hacia el armario. Levanté una ceja extrañada en su proceder como si supiera que íbamos hacer, las dos nos acercamos a ella al ver que se ponía unos leggins quietándose la pijama, se estiraba queriendo descolgar una de sus playeritas.

Fiorella: ¿Qué haces?

Deani: Voy con ustedes, mamá Willow estará feliz de vernos a las tres juntas.

Entreabrí mis labios al escucharlo, miré hacia Loretto pero ella negó con la cabeza en señal que no le había dicho nada. Respiré profundamente, la sujeté de sus manitas cuando estaba dando saltos sobre un pie poniéndose sus tenis.

Fiorella: No puedes ir.

Entrecerró sus ojos pasando de mis palabras, se agachó atando las agujetas. Levantó su mirada muy decidida.

Deani: Iré, por que es mi mamá también.

Fiorella: de acuerdo, de acuerdo.

Deani terminó salió del armario caminando hacia el tocador, abrió un cajón sacando una liguilla sujetándose el cabello en forma de cola de caballo, me causó tanta gracia al ver como lo había hecho. Nuestra abuelita o papá nunca nos hubiera permitido salir con una coleta teniendo el cabello desarreglado. Sonrió y me acerqué a ella. Sostuve su rostro entre mis manos dejando un beso en cada mejilla. Tomé su mano empezando a caminar hacia la puerta. Loretto la abrió, asechó un poco mirando por ambos lados, movió su mano haciendo señal que estaba libre el paso. Ella fue la primera en salir, cedí el paso a Deani y fui la ultima en salir, las tres caminábamos junto a la pared, nuestros pasos de puntillas harían que no sonora la duela del piso, nos acercamos al despacho de Sharon donde sabíamos que papá tenía sus armas.

Deani: (susurrando) ¿vamos a llevar a Maximo?

Fiorella: No, él no puede ir.

Deani: Mamá va estar triste en no verlo.

Loretto: Agradece que vas con nosotras, Maximo será un retraso si no podemos librarlo, es muy pequeño y puede pasarse el camino llore y llore.

Rodó los ojos, pero Loretto tenía razón, si íbamos hacer esto sería por nosotras mistas. Abrí la puerta del despacho, las tres entramos al mismo tiempo cerrando sin hacer nada de ruido. Loretto y yo corrimos hacia los cajones donde ellos tenían las armas de resguardos, Deani solo nos miraba con una mirada que más valía no equivocarnos. Abrí el cajón de hasta abajo donde estaba el arma de mamá Beida y el arma de tía Valentina que eran muy especiales, más que nada por significaban mucho para ellas. Tomé la de tía Valentina entregándosela a Loretto, la tomó dejando un beso en el carrillo de balas. Sostuve entre mis manos la de mi madre en color rosa, pasé mis dedos sobre ella, se sentía pesada y nada que ver con las que nos entrenaba Guido. Levanté mi mano con el arma apuntando hacia la pared. Miré hacia Deani que estaba atenta a lo que estaba haciendo. Loretto se acercó tomando las balas correspondientes a cada arma.

Deani: ¿han usado esas armas?

Fiorella: No, pero espero que nadie se nos atraviese por nuestro camino, andando. Toma los cojines.

Deani: ¿Para que?

Fiorella: No llegaré al volante.

Deani: ¿volante?

Caminé hacia el escritorio abriendo el cajón principal, sonreí al ver todos los sensores de las camionetas, desde la abuelito Roberto de Sharon, de papá, de Guido y hasta la de tío Daemon y Angel. Deani se apresuró sosteniendo dos cojines. Se veía tan hermosa que los tenía que arrastrar, sostuve el sensor de la camioneta de Abuelita Sharon, siempre veía como la encendía y no era tan complicada como la de papá.

Asentimos con la cabeza apresurando a llegar a la puerta, la abrí siendo la primera en salir, les daba pasos a Deani y Loretto, las tres ya con más prisa corríamos sin asentar los pies hacia la cochera en la parte de atrás.

Miramos hacía atrás, el área estaba despejado. Se sentía tantos nervios y una gran adrenalina que nunca había vivido, una cosa era correr riesgo con nuestros padres que tenían el control de todo y otra que nosotras estábamos formando para hacer un buena escapada.

Loretto levantó la mano haciendo que nos detengamos, se dio la media vuelta llevando su dedo índice hacia sus labios en señal de silencio. Se escuchaba que había alguien caminando, las tres nos pegamos en la pared casi sin respirar.

Loretto: (susurrando) al otro pasillo.

Sujeté la mano de Deani que tuvo que soltar el cojín, Loretto la sostuvo y levanté el cojín corriendo hacia donde ellas se iban. Entramos en una separación de la pared, ocultándonos. Hasta tratábamos de no respirar para no ser descubiertas. Las tres manteníamos la mirada hacia el frente viendo a tío Guido con una manzana, sonreí sabiendo que era su fruta favorita y eso lo hacía toda la noches. Esperamos unos minutos viendo que él estaba viendo hacia afuera.

Loretto: (susrrando) ¿Qué hacemos?

Fiorella: (susurrando) Vamos del otro lado. Da también hacia la cochera.

Deani: Hubieras traído el sensor de abuelito Roberto, su camioneta está afuera.

Hice una mueca que era cierto, pero ya tenía la de abuelita y no podía arriesgarme en ir por la de abuelito.

Guido se fue caminando hacia el pasillo hacia la casa, las tres nos asomamos viendo que estaba aun con la ropa subía las escaleras desabrochándose los botones de su camisa. Nos miramos entre si sonriendo, era indicativo que se iba a dormir. Nos tomamos de la mano corriendo hacia la entrada a la cochera, las tres miramos que la hermosa camioneta de abuelita estaba donde queríamos y de manera que no había que tener complicaciones para salir. Levanté mi mano desactivando la alarma. Las luces de los faros parpadearon, nos acercamos a las puertas, abrí la puerta trasera donde alcé a Deani que subiera, estaba chiquita pero como pesaba…

Fiorella: Ponte tu cinturón.

Sonrió asintiendo con la cabeza, extendió su mano jalando el cinturón abrochándoselo, me subí en la parte de atrás dejando un beso en su frente, acaricié su mejilla.

Fiorella: Por nada del mundo lo vayas a desabrochar.

Deani: No.

Me pasó los cojines arrojando hacia adelante, Loretto los iba acomodando. Me bajé cerrando la puerta, mordí mi labio inferior por el ruido que había hecho. Tragué saliva recostando mi cuerpo en la puerta empujando con mi cuerpo. Abrí la puerta del conductor, me sostuve de la agarradera subiendo por completo. Loretto se persignó causando que nos riamos las tres. Acomodé los cojines, pero mis pies no llegaban del todo al piso por el freno. Tuve que quitar uno no era muy buena la visión pero ya veía un poco mejor. Acomodé la silla a mi cercanía, probaba todo antes de encenderla, tenía que bajar un poco más mi pie para llegar al freno y acelerador. Cerré la puerta, miré hacia Loretto y Deani que se había escuchado la puerta cerrarse.

Loretto: Todo sea para ir donde está Tía.

Deani: Todo sea para ir por mami.

Fiorella: Todo sea para encontrar a mamá y traerla de vuelta.

Presioné el botón para que se activará el censor e hiciera enlace con la camioneta. La camioneta se encendió, tragué saliva mientras mi pecho subía y bajaba, mi corazón, si, mi corazón estaba por salirse, mis manos presionaron con fuerza el volante. Acerqué mi dedo índice hacia el botón de empezar el viaje. Loretto desplazaba el panel para ver los caminos, no sabíamos donde iríamos pero salir de la villa ya era ganancia. Bajé un poco acercando mi pie.

Loretto: ¿Has coducido alguna vez?

La miré negando con la cabeza, pasó su mano por encima de su rostro.

Fiorella: Será la primera vez.

Deani: Una aventura para contar a papá y mamá Willow.

Levanté mi mano en medio casi hacia atrás, la dejé al aire, Deani puso su manita encima de la mía, Loretto hizo lo mismo.

Fiorella: Será nuestro secreto.

Loretto: Secreto de primas.

Deani: Secreto hasta la tumba.

Loretto- Deani_ Fiorella: HAGAMOSLOOOOOO.

Pisé el acelerador saliendo disparadas hacia el frente, iba moviendo el volante de un lado y del otro pasando por unos topes sin control, nuestros cuerpos saltaron al pasar tan rápido, trataba de mantener el control pero era imposible.

Loretto: FRenaaa…. El rejado…

Varios de los hombres de seguridad se dieron cuenta que una de las camionetas estaba conduciendo hacia el rejado.

- SE ROBAN LA CAMIONETA DE LA SEÑORA SHARON.

- AVISEN AL SEÑOR GUIDO.

Loretto se desabrochó el cinturón bajando hacia donde estaban los pedales.

Fiorella: El pedal del acelerador.

Lo presionó con su mano, pero el rejado no se estaba abriendo.

Deani: Arriba del solero está el botón para abrir el rejado. Me estiré presionando el botón, ahora si se iba abriendo.

PUM!!! PUM!!! PUM!!!

Fiorella- Loretto- Deani: AAAAAAHHHH…

Loretto presionó hasta el fondo el acelerador, Mi trabajo era cuidarnos y guiar bien la camioneta, giraba por momento viendo que nadie nos siguiera, así que tendríamos toda la ventaja posible.

Deani se levantó en la parte de atrás, mirando que nadie nos siguiera.

Deani: Nadie viene sigue…

Sonreí sintiéndome tan segura de mi misma que nos estaba saliendo todo a la perfección.

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Fiorella, Loretto

Deani