MOMENTOS QUE SE PIERDEN

CAPITULO 20

Alejandro no pudo más contener su angustia e hizo algo que jamás había hecho frente a sus hijas, lloro como un niño chiquito a quien le quitan un dulce. Él lloró por un largo rato y sus hijas lo acompañaron, después de que se calmó le contaron todo lo que Teresa les había contado de su madre.

-Yo tengo la culpa que ella se haya ido, perdónenme, por favor.- dijo Alejandro entremedio de su llanto

-No papá tú no tienes la culpa, mamá se fue por que ella necesitaba curar su

alma para irse tranquila.- le respondió Julieta abrazándolo y sus hermanas también se unieron a su abrazo.

-No, ella se fue por que se cansó de mí, de que yo no la valorara ni que yo hiciera

nada por defenderla ante mi madre- decía entre lágrimas arrepentido de no hacer nada a tiempo.

-Papá, tú leíste la carta que mamá te dejó?- Pregunto Guadalupe

-No, no tengo el valor para leer todo lo que no hice por ella…

-Papito cálmate y escúchanos, ella vino hasta acá porque quería estar tranquila pero a la vez sentir ese cerca de nosotros a nadie le dolió más alegarse que a ella pero ella realmente lo necesitaba, y fue lo único que hizo por ella,

 buscar la paz para irse tranquila- Dijo Juliana, tratando de calmar a su padre.

-Mamá sabía que vendríamos aquí después de su muerte y de alguna manera ella quería que la conociéramos de otro lado que nunca vimos, más bien que nunca miramos. le comento Julieta.

-Tu sabias que ella fue cocinera de este hotel por un tiempo, ella disfrutaba cocinar para los demás y ver como se deleitaron con sus platillos- sus hijas comenzaron a contarle todo lo que ella había hecho en esos meses en ese lugar.

-Ella encontró aquí el amor de una hija que nunca tuvo, el tiempo que ella estuvo en este lugar fue muy feliz pero no quiere decir que tu nunca la hiciste feliz, ella solo quería que la viéramos de otro punto de vista y por sobre todas las cosas que la recordamos alegre como era ella, no te tortures más papá.

La tarde comenzaba a llegar las chicas decidieron dejara solas a su papá para que pensara un poco, también descubrieron a un hombre sensible que nunca habían visto. Alejandro tomó un largo baño tratando de que el agua se llevara toda su tristeza, luego se sirvió un trago y se sentó en la terraza decidido a leer la carta que Romina le había dejado. Las chicas se fueron cada una a su habitación a tomar un baño y descansar un poco. Guadalupe fue a recorrer la playa y en la puerta del hotel se encontró con Diego.

-¿Todo bien? – Le pregunto Diego a Guadalupe

-Si, todo bien ya estoy  mejor, gracias por preguntar, Diego le extendió los brazos, la abrazó con fuerza y le dio un beso sobre su cabeza.

-Me alegro que estés mejor, espero que tus hermanas también y logren encontrar esa

tranquilidad que necesitan. July me preocupa desde que pasó lo de tu mamá casi ni duerme y llora todas las noches aferrada a una pequeña cobija.

-De color rosa viejo? – Diego aceptó con la cabeza- Se la tejió mi mamá antes que ella naciera y cuando se fue a vivir contigo mi madre le dio una caja con todas sus cositas desde que era una bebé, aritos su primer cabello, su primer diente…. entre otras cosas. Cosas que guardan las mamás…

-Ahora entiendo por qué se la pasa mirando las cosas de esa cajita. ¿A dónde vas?- Comentó Diego, entendiendo la reacción de su novia Julieta.

-A dar una vuelta no muy lejos, estaré por aquí no más. Ah me olvidaba… ¿Qué pasó con tu propuesta de casamiento?

-Cuando pasó lo de tu mamá dejé todo ahí, no más pensé que no era el momento adecuado.

-Creo que este viaje es el momento adecuado, ella necesita un mimo al corazón, piénsalo. -Guadalupe dijo eso y lo dejó allí parado pensando. Diego subió a la habitación y encontró a Julieta en un mar de lágrimas con la famosa cajita de recuerdos, la manta en una mano y en la otra la carta que su mamá le dejó estaba por leerla.

-AMOR!…- Diego la abrazo fuerte en su pecho hasta que se calmó. – vas a leer la carta?

-Si creo que ya es momento- dijo Julieta mientras limpiaba sus lágrimas

-Bueno te dejare sola para que tengas privacidad

-¡NO! Dijo exaltada-  pensando que no sabía que iba a decir esa carta y tampoco tenía la valentía para estar sola- quédate conmigo… por favor- suplico Julieta

-Está bien, te acompañare nunca te dejare sola sabes que cuentas conmigo para lo que

sea. TE AMO- Diego la abrazo y beso su frente, y ella tomó coraje para abrir la carta.

Mi querida Julita, mi niña consentida, sabes que siempre has sido mi preferida… no quiero que te sientas culpable por todo esto que está pasando, yo necesitaba encontrarme conmigo misma en un punto de paz y tranquilidad y este lugar me dio todo eso. Yo nunca quise lastimarte con mi decisión. Yo solo quise tomarme un tiempo para mí lo necesitaba realmente, curar mis heridas vos mejor que nadie al ser la mayor viste y escuchaste muchas discusiones y como nunca tu abuela me quiso aunque siempre traté de hacer de cuenta que nada pasaba, pero por dentro me dolía mucho, por eso necesitaba curarme antes de partir.

Cambiando el tema quiero decirte que me siento orgullosa de la mujer en la que te has convertido siempre fuiste una muy buena estudiante, una hermosa persona dulce cariñosa atenta y ni hablar la mejor hija siempre haciendo las cosas sin esperar nada a cambio, y también una personita muy sensible espero que Diego sea el hombre que siempre esperaste y sino otro vendrá lo importante es que nunca te dejes vencer siempre tu cabecita en alto y sonriente. Diego es un muy buen hombre se nota que te adora y te quiere como a nadie en el mundo si deciden estar juntos les deseo la mejor de las felicidades. Espero que termines tus estudios y seguro te convertirás en la mejor de las psicólogas y serás muy exitosa. Yo siempre estaré allí para acompañarte y cuidarte en cada paso.

Cuando te sientas sola o triste toma tu cajita de recuerdos y yo estaré allí para acompañarte no sientas culpa hija tu me diste todo tu amor desde el momento que supe que te tenia en mi vientre, llore tanto de emoción el día que me entere que cuando te tuve en mis brazos no sabía cómo cuidarte del miedo que tenía en hacerte daño contigo aprendí no solo a ser mamá sino a darme cuenta que no se puede sentir amor más bonito e incondicional.

Espero que seas muy FELIZ Y LA MEJOR PROFESIONAL TE AMA MAMÁ.