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LA PERDICIÓN DEL CEO MUJERIEGO

LA PERDICIÓN DEL CEO MUJERIEGO

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Completas / Amor-odio / Juego de roles / Mujeriego enamorado
Popularitas:179.2k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Bae Book

Daemon Grey. El magnate más codiciado. Y sobretodo un hombre abiertamente Liberal. En unos de sus viajes exóticos, se topa al otro lado del pasillo de su compartimento de avión, con una mujer algo intolerante, y muy conversadora. Que no le importará dar su opinión sobre la vista que les ofrece.

Rachel Parker. Una mujer guapa & recatada, y sobretodo felizmente casada con unos de los hombres más tiernos del planeta. En su viaje de regreso, después de un maravilloso feliz aniversario. No esperaba compartir el compartimiento con un hombre"promiscuo" que no se avergonzara en dar su opinión mientras observa el espectáculo que tan dando la pareja.

Para su sorpresa y horror, son los únicos supervivientes cuando el avión se estrella, varados en una isla desierta sin esperanza de ser rescatados, y nadie más que el otro para su supervivencia.

A medida que pasan los meses.¿Puede el desdén, la antipatía y un deseo que no entienden y no pueden resistir convertirse en una conexión?¿O algo más?

NovelToon tiene autorización de Bae Book para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 20 *MIA*

...DAEMON...

Pasé la tarde revisando mis cuentas con el gerente de mí hotel, sin pensar en Rachel.

Realmente no era mi asunto.

Una mujer "prejuiciosa" reprimida que estaba tan profundamente en la negación que ni siquiera podía admitir que me quería, y que debía ser evitado como la plaga. Nunca saldría nada de eso.

No éramos nada el uno para el otro. No tenía por qué preocuparme por ella, pudiera haber tenido un ataque de pánico en alguna parte o que pudiera tener frío después de caminar bajo la lluvia durante horas, o estar molesta y necesitada de consuelo...

Sí, buen trabajo sin pensar en ella.

Estaba de muy mal humor cuando regrese a la

habitación esa noche. Me di una larga ducha y me mąsturb€ sin pensar en nada ni en nadie en particular, pero no ayudó. Todavía me sentía agitado.

El golpe en la puerta me sorprendió y a la vez no.

Vestido solo con mis bóxer, fui a abrirla.

Hay estaba mi tormento, a otro lado de mi puerta. Se estaba mordiendo el labio inferior, sus hombros estaban tan tensos que podía sentir la tensión de su propia piel.

Ni siquiera parpadeó al verme casi desnudo, pero, de nuevo, estaba acostumbrada. Nos miramos el uno al otro por un momento.

Probablemente debería haber dicho algo.

Probablemente debería haberle dicho que se fuera a la mierda. Al menos debería haberle preguntado qué demonios pensaba que estaba haciendo.

No hice ninguna de esas cosas. En cambio me deslicé hacia un lado, permitiéndole el paso para que entrara a la habitación.

Rachel lo hizo.

Cerré la puerta, eché el cerrojo y me acerqué a la cama. Me tiré de espaldas y cerrando los ojos.

En mismo momento que apagaron las luces. Se oyó el sonido de la ropa que se quitaba y luego el colchón se hundió.

Un cuerpo cálido y familiar se acurrucó encima de mí, piel contra piel. Rachel presionó su rostro contra mis pectorales de y respiró profundo y tembloroso.

—Abrázame, —susurró.

Abrí los ojos y miré al techo oscuro. Levanté los brazos y la envolví con ellos.

Un pequeño sonido salió de su boca. Un g€mido.

—Más apretado.

Apreté los brazos, nuestros cuerpos se presionaron uno contra el otro, piel con piel, con tanta fuerza que no había ni un pelo entre nosotros. Era una bendición. Era una tortura. Era todo lo que había echado de menos y deseado estas últimas semanas.

Más que el sexø, la cercanía. La rectitud.

La exquisita intimidad de tener a esta persona en mis brazos y sentirse en paz conmigo mismo y con el mundo. Como dos piezas de un rompecabezas.

Dos piezas de un rompecabezas que nunca debieron encajar y, sin embargo, de alguna manera habíamos aprendido a hacerlo y ahora no podíamos desaprenderlo.

—Odio esto, —dijo, con voz temblorosa.

—Lo sé, —susurre. —Yo también.

Lo decía en serio. Odiaba lo bien que se sentía: sostener este desastre de ser humano, esta mujer que era un desastre total, que era intolerante y más que reprimida pero al mismo tiempo vulnerable, solitaria y hambrienta de afecto y aprobación.

—Es como una maldita enfermedad, —murmuro contra mí pecho, apenas audible. —Algo vacío y mal dentro de mí. Me siento como un río sin agua. El mundo se siente tan mal sin ti, y eres lo único que me hace sentir completo.

Cristo.

Me mordí el interior de la mejilla, mi pølla estaba tan dura que era incómodo. Nada de sus palabras deberían haberme parecido tan excitąnte. Nada.

—Y sin embargo, ni siquiera puedes admitir que me quieres,—Respondí, con brusquedad.

Silencio.

—Deberías irte. —Era consciente de lo poco sincera que sonaba mí voz. Probablemente no fue para nada convincente, considerando que mis brazos estaban apretados alrededor de su cuerpo, estaba rígido por el esfuerzo de no tocarla por todas partes. Joder, la deseaba. Quería voltear a sobre su espalda y golpear este lío exasperante y confuso

de una mujer en el colchón, joderla con mí pølla hasta que pudiera sentirlo contra su puto corazón.

Nunca había querido joder, poseer alguna mujer.

Nunca había sentido que explotaría si no metía mí miembrø en alguien y me marcaba desde adentro.

¿Pero por qué no debería hacerlo? Tal vez debería simplemente føllarm€la. Quizás eso era exactamente lo que necesitaba para sacarla de mí sistema.

No importa cuánto trate de deshacerse de la idea, me negué a que desaparezca. ¿Qué tenían que perder realmente? Solo una vez. Podrían hacerlo solo una vez.

Antes de que pudiera detenerme, moví las manos hacia abajo, deslizándolas bajo la cintura de sus bragas. Rachel ni siquiera se tensó, lo que probablemente decía mucho de lo acostumbrada que estábamos a tocarnos, pero joder, el mero hecho de que esta mujer perjuiciosa me necesitara tanto que ni siquiera con sentir mis manos en su culo la molestaba... era como una droga embriagadora. El peor tipo de droga.

Nunca me había considerado un hombre posesivo.

Siempre había pensado que la posesividad no pertenecía al mundo moderno. Pero esta sumisión, la forma en que Rachel me permitió que la tocara donde quisiera, sacó a relucir mis instintos primitivos que eran más apropiados para un hombre de las cavernas. Mía, susurraron como veneno en mi mente. Mía, mía, mía.

Sus mejillas eran suaves como la seda y del

tamaño adecuado, regordetas pero firmes. Las amasó con avidez durante un rato, disfrutando de la forma en que se sentían en mis manos, la forma que me permitió esto sin ninguna protesta.

Finalmente, me acercó a la mesa de noche y sacó un cøndøn del cajón.

Rachel se tensó solo cuando presionó un dedo entre sus mejillas.

—¿Qué estás haciendo?

—¿No es obvio? —digo, masajeando su entrada con los dedos.

Estaba temblando, tensa, pero todavía no se alejaba.

—No lo estás, no me estás jodiendo, —dijo, pero no parecía tan segura. —Detente.

La ignore, sabiendo cómo iba. Si realmente quería que me detuviera, usaría su palabra de seguridad.

Metió un dedo en su estrecha entrada y inhaló bruscamente.

—N..no, —tartamudeó. —No.

—Todo lo que tienes que hacer es decir tu palabra segura: funeral. —Le recordé. —Y me detendré. Pero tu “no” y tu “detente” no significan una mierda. Ambos lo sabemos.

—No, —volvio a decir. —Detente... no... ah...

—Te gusta esto, —Deslizando otro dedo dentro de

ella. Encontrando con su punto sensible y la acarició, provocando g€midøs ahogados de ella en mí pecho. —Dilo.

—No soy... ah...

—¿No eres mi amante? —Completo, moviendo mis dedos dentro y fuera de ella. Dios, estaba tan jodidamente apretada. —Entonces di la palabra y me detendré. Sacaré mis dedos y podemos fingir que odiaste esto. O…

Guardó silencio, pero su silencio fue tenso, inquisitivo.

—O puedo ponerte boca arriba y joderte con mi pølla, —digo con voz ya ronca, fØllándØla con rapidez. Se estremeció. Sonreí al ver cómo iba creciendo su excitąciøn. Dejó escapar un largo g€midø, moviendo las caderas involuntariamente.

Coloque mi mano libre en su espalda baja,

presionando nuestro estómagos desnudos juntos.

—Imagínate, Rachi—dije, con una voz tan profunda y ronca que ni siquiera sonaba como la mía. —Dijiste que soy lo único que te hace sentir completa. Imagínate tenerme físicamente dentro de ti también. Se sentirá tan bien. Mi pølla moviéndose dentro de ti. Mi venida llenando tu estómago. Yo, en ti. Tan profundo que no hay nada entre nosotros.

Hizo un pequeño ruido y negó con la cabeza, pero sus caderas seguían moviéndose, empujando hacia atrás en mis dedos por su propia voluntad. Sus labios entreabiertos estaban tocando mí pecho antes de aferrarse a mí pezøn.

Gimiendo, empujé el dedo anular, estirando el estrecho y cálido pasaje que envolvía mis dedos resbaladizos como un guante. Joder, me dolía la pølla, ansiosa por reemplazar mis dedos.

Incapaz de esperar más, nos hice rodar, empujándola debajo de mí.

Rachel hizo un sonido desesperado cuando retiré mis dedos de su entrada, pero ya la estaba presionando la cabeza de mi p€n€. En el fondo de mí mente, los últimos vestigios de mí racionalidad intentaron recordarme cosas como el cøndøn, pero no pudo detenerme. La quería. Sentía que explotaría si no metía su polla en esta mujer ahora mismo.

Así que empujé hacia adentro de un solo golpe y ambos g€mimøs. Estaba tan apretada que era casi doloroso, pero Dios, se sentía tan bien, como si finalmente hubiera alcanzado la meta de mi vida, el alivio tan inmenso que casi llegué en el acto.

—Estúpido, —exhaló, su cuerpo tenso debajo de mí. —¿No podrías hacerlo más lento?

No, no podía. Había estado queriendo esto durante meses.

Me oblige a abrir los ojos y me quedé mirando la mancha oscura que era Rachel. De repente deseó poder verla cómo se veía ahora, extendí debajo de ella, llenandola con mí pølla.

Pero quizás era bueno que no pudiera verla. Ya era bastante malo que dejara que mí amigo pensara por él de nuevo. Saber cómo se veía en mí pølla era una imagen sin la que preferiría vivir.

Volví a cerrar los ojos y empeze a empujar. Solo

necesitaba terminar de una vez. Cuanto antes me corriera, antes sacaría a esta mujer de debajo de mí piel.

Empujé y empujé y empuje, mis dedos se clavaron en los huesos de su cadera, manteniéndola quieta mientras disfrutaba. La mujer estaba callada al principio, o al menos intentaba estarlo, pero pronto los ocasionales g€midøs y jadeos se convirtieron en continuos g€midøs que se hicieron progresivamente más fuertes. Joder, era una putą por eso, sus caderas giraban sobre mí miembrø como si hubiera nacido para eso. Y la parte exasperante era que Rachel todavía estaba tratando de fingir que no estaba amando esto.

—¡Detente, ah, no, ah, joder!

Me volví absolutamente loco con una mezcla de deseo y rabia. La empujó sobre mis manos y rodillas y me estrellé contra ella. Gimiø, levantando su traserø más alto, empujando mí p€n€ cada vez más adentro.

—¿Todavía quieres que me detenga? —Gruñi en su oído, følląndøla fuerte y rápido.

—Sí, ah, no, no lo hagas, más fuerte.

Le mordí en el hombro y la jodió más fuerte. La cama chirriaba debajo de nosotros, la cabecera golpeaba contra la pared, los ruidos que dejaban nuestras bocas completamente inhumanos ahora.

Como animales en celo juntos, para saciar nuestros instintos, una necesidad primitiva que no se podia negar.

No tenía idea de cuánto duró. Solo fue vagamente

consciente de que Rachel se venía primero, apretándome más la pølla, y joder, era como un poderoso afrodisíaco, y con ello haciendo un fuerte g€midø que habría sido vergonzoso en cualquier otra circunstancia.

Caí encima de Rachel, hundiendo mí rostro en el hueco se cuello húmedo. Respiré hondo. Mía. Era una bendición. Nunca me había sentido mejor en mí vida.

Me quedó dormido, todavía enterrado dentro de ella.

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Sonia Alvarez
Excelente!!! Felicidades 🎊
Sonia Alvarez
Excelente!!! me fascinó...la leí de una, espectacular..
felicidades 🎊
Anonymous
Buena
Lujan Solla
Excelente
BaeBook: Muchas gracias Por su apoyo 🌹🤎☺️ ¡He creado una nueva historia súper interesante! Por si te gustaría leerla la puedes encontrar en mi perfil se llama Vendida al jeque árabe ✨🙏🏻🌹
total 1 replies
Valeria Denisse Jimenez
Excelente historia,breve,hermosa,sin terceros,sin relleno innecesario,desde hoy te empiezo a seguir
BaeBook: Muchas gracias Por todo el apoyo ❤️🌹☺️ ¡He creado una nueva historia súper interesante! Por si te gustaría leerla la puedes encontrar en mi perfil se llama Vendida al jeque árabe. ✨🙏🏻🌹🌹❤️
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Celinda Piña
genial es atípica con un buen final lindo
Celinda Piña
que buena novela
Clara Elena Hernandez Zuñiga
Excelente
Clara Elena Hernandez Zuñiga
Excelente gracias por la historia besos
Clau
Excelente novela no hagas caso de los malos comentarios
Clau: Gracias ya empeze a leerla
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total 3 replies
Maritza Elizabeth Campos Rebolledo
Excelente
Vanesa Perez
MUY BUENA HISTORIA!!!
Vanesa Perez
Una enferma total...
ꂵꋬꋪ꒐ꉔꋪ꒤ꁴ。^‿^。
@Mayra C Velez V gracias por la recomendación 👌🏃🏃🏃 excelente novela.
Gaba Avila: Una historia demasiado diferente pero buena!! Felicidades por que terminó lindo
ꂵꋬꋪ꒐ꉔꋪ꒤ꁴ。^‿^。: En un rato paso a leer, gracias 🫂
total 3 replies
ꂵꋬꋪ꒐ꉔꋪ꒤ꁴ。^‿^。
Creo que ese abogado y el difunto eran amantes 😶‍🌫️
lupita
excelente obra me encantó y ya estoy con ansias por leer la próxima obra
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ꂵꋬꋪ꒐ꉔꋪ꒤ꁴ。^‿^。
Será q el la buscará 🧐
ꂵꋬꋪ꒐ꉔꋪ꒤ꁴ。^‿^。
Buenas historia
Gaba Avila
Es que esta historia fue totalmente diferente a las que he leído, pero me encantó
Mayra C Velez V
verdad??? /Facepalm//Facepalm//Applaud//Applaud/
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