Nathaly se despierta en un mundo completamente diferente al suyo, en donde habitan las criaturas mágicas como las hadas, los demonios y los ángeles, pero resulta que es el personaje negativo de una novela que había leído y de la cual no le había gustado el final que había tenido éste personaje.
Ahora convencida de cambiar su destino, vivirá como Áine y se librará de su triste final.
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Capítulo 4: En el Campo de Entrenamiento
Era un nuevo día, Áine abre sus ojos luego de un sueño extraño en donde se encontraba con un chico de cabello negro y unos llamativos ojos rojos que la miraba desde la oscuridad, se preguntaba quién sería, quizás era alguien del pasado de la dueña anterior del cuerpo o era un sueño como otro cualquiera, sin importancia.
- Buenos días princesa, vamos, debes prepararte para tu primera clase de hoy. Sigo sin comprender esa repentina necesidad de aprender a pelear, pero al menos te mantendrás entretenida- Tiana había llegado abriendo todas las cortinas de la habitación y jalaba a Áine fuera de la cama.
- Tiana, prefiero aprender a defenderme que ir a esas aburridas fiestas del té con las señoritas estiradas. Además, en el campo de entrenamiento nos podremos refrescar la vista- La pelirrosa sonríe ladina, esto último lo había dicho casi para sí misma, pero Tiana la escucha y le lanza una almohada mientras ríe por el comentario de su amiga.
- Áine, ¿cuándo te volviste tan descarada?- Le dice la morena a la princesa mientras esta última esquiva la almohada que le había lanzado.
- Vamos, Tiana, no quiero que se me haga tarde.
Tiana le tiende un vestido blanco corto, con un cinto en la cintura y le ayuda a colocarse las partes de una armadura en los hombros y en la zona de los antebrazos, se pone unas zapatillas fuertes, pero ligeras. Le ayuda a recoger su cabello y ya la princesa estaba lista. La ropa y los zapatos eran cómodos, ideales para el tipo de actividad que iba a realizar.
Después de desayunar Áine se dirige al campo de entrenamiento, allí ya le esperaba su maestro, un hombre esbelto, pese a ser delgado se veían sus músculos bien trabajados y definidos, tenía una mirada afilada. Cuando la ve llegar hace una reverencia y se presenta.
- Bienvenida a sus clases de combate y defensa, alteza, me llamo Demian Smith, soy el General de los Guardias del Palacio, veo que viene bien preparada, pero no crea que voy a ser blando con usted por su posición, entrenará y se preparará como si fuera un soldado más.
Áine sonríe, le agrada el general y su actitud fuerte. Su cuerpo es débil, debe endurecerse para estar lista ante futuras situaciones de peligro. La chica hace una leve inclinación y con una mano en el corazón le habla al general.
- General, yo, Primera Princesa Áine Forest juro que me esforzaré y daré mi máximo.
Demian levanta una ceja al ver el juramento y le pide que le acompañe. Tiana se mantenía alejada, pero siempre pendiente, sigue asombrándose de su amiga y su nueva personalidad. Los tres llegan a donde estaban el resto de los soldados, Áine es presentada y el general explica que entrenará a partir de ahora con ellos. Como era lógico, los hombres se extrañan, nadie dice nada, pero si piensan que era raro y poco común.
El entrenamiento da inicio, el general era intransigente con Áine, pero ella no se iba a rendir. Poco a poco se iba ganando la confianza y el respeto de los hombres, quiénes al ver lo bien que se desempeñaba la princesa, a pesar de ser su primer día. Al mediodía hacen una pausa, Tiana se acerca a la princesa, le tiende una toalla y un recipiente con agua.
- Mira Tiana, ¿dime si éstas vistas no valen la pena?- La pelirrosa mira de forma lasciva a los chicos, algunos sin camisa debido al calor y el sudor. La vista era realmente refrescante.
- Bueno, no puedo negar que sí, incluso el general se ve muy apuesto- Tiana mira al hombre y le sonríe tímidamente, él le devuelve la sonrisa y la chica se sonroja y aparta la vista.
- ¡Uys, parece que tienes un admirador!- Áine se burla y le pica el hombro a su amiga. Tiana se sonroja más y niega con la cabeza.
- Basta, Áine, mejor concéntrate, seguro el general debe tener esposa, según he escuchado lleva ya más de un siglo trabajando para el palacio, en ese tiempo seguro encontró una buena esposa.
- No te preocupes, amiga, yo descubriré si el general está solo o tiene a alguien- Áine se despide y continúa con el entrenamiento hasta la tarde.
Cuando iba de regreso a su habitación para tomar un baño, Amelia se le acerca y la mira de arriba a abajo y hace una mueca de disgusto. Áine la intenta ignorar y seguir su camino, pero la rubia la detiene.
- Prima, ¿estás bien? Parece que te pasó un centauro por encima- Áine rueda los ojos por su comentario.
- Amelia, debes aprender que en la vida algunas personas aún vistiendo arapos se verán mucho mejor que otras que se refugian bajo los adornos y el maquillaje para aparentar belleza.
La rubia aprovechando que se acercaban unas nobles y comienza a llorar. La princesa la mira con molestia, parece que tenía razón cuando pensó que Amelia era sólo una hipócrita y esa fachada de niña buena e inocente era mentira. Pero si cree que va a ganar esa batalla, está equivocada, no piensa darle tregua.
- ¡Oh, prima, no llores, no te preocupes, si tanto amas al duque, me haré a un lado, pero debes ser fuerte, las críticas seguro serán muchas, nadie verá bien que me hayas robado el novio!- Y así Áine llama más la atención de las nobles damas, quién la ven con admiración. Por su parte Amelia ahora llora, pero de la rabia, no pudo hacer quedar mal a su prima como quería. Entonces Áine se le acerca, la abraza como si la estuviera consolando y le susurra al oído de forma amenazante.
- Espero que a partir de ahora no te cruces más en mi camino, primita, porque ya no seré piadosa, te haré sufrir sin compasión- Le palmea la cabeza a la rubia, Amelia siente miedo y un escalofrío recorre su cuerpo.
A la vista de las damas Áine estaba siendo amable y bondadosa. La chica le pide a la Dama de Compañía de Amelia que la llevara a su habitación, que seguro la joven necesitaba descansar y continúa su camino.
Cuando llega a su cuarto se quita los zapatos y deja salir un suspiro largo, estaba cansada, pero había sido un día muy fructífero. Tiana la felicita por su actuación y la ayuda a prepararse para la cena.
En el comedor la esperaban ya sus padres y un joven más. Era alto, atlético, casi idéntico a ella, una versión masculina de la princesa, se trataba del Príncipe Heredero, Aerin Forest, el hermano mayor de Áine. Por lo que recuerda, en sus memorias, la relación que tenía con él era muy buena, así como era su amistad con Tiana, con su hermano tenía mucha confianza y se sentía segura. Aerin poseía un gran poder como ella y su padre, la única razón por la que en la novela no ayudó en la batalla contra el Rey Demonio fue porque no estaba en el reino cuando todo ocurrió.
- Áine, mi hermanita preferida- El joven se acerca y le revuelve los cabellos, la chica se ríe.
- Soy tú única hermana, Aerin, no tenemos a nadie más- El chico le devuelve la sonrisa. Los cuatro se sientan en la mesa y comienzan a comer la cena mientras Áine les cuenta cómo fue su primer día de entrenamiento. La chica sentía que sus planes iban de maravilla y se sentía feliz de la nueva oportunidad que la vida le estaba dando, ahora tenía una familia que la apoyaba.
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Hola, chic@s, traté de actualizar lo más pronto posible 🙆♀️ Díganme, ¿qué les pareció el general y el príncipe, Tiana también es muy bonita? 🤭 Mañana les traeré más de la historia de Áine, chau chau 👋 y gracias por el apoyo 🥰