A PURO DOLOR

_ Sabes donde está Francisco Tere _ le pregunte a la señora que estaba leyendo un libro en la sala, luego de la comida desapareció.

_ Creo que está en su oficina niña _ me respondió ella, con una cálida sonrisa.

_ Gracias, iré a verlo _ le dije y luego subí para buscarlo.

Toque la puerta y cuando escuche que me dio permiso de entrar entre y estaba con la rubia organizando algo para mañana.

_ Puedo hablar contigo _ le dije sentándome en silla que estaba en frente de él y al lado de la rubia.

Él solo asintió, y la rubia busca luego tentarme, que no salió enseguida de la oficina.

Levanto su cabeza para mirarme y con una seña con la mano le dije para que se fuera.

_ Porque la tratas así _ me pregunto Francisco luego de que la rubia saliera de la oficina.

_ Porque se lo merece, que te molesta que trate así a tu amante _ le dije en tono burlesco y el me miro fijamente.

_ No empieces Fernanda _ me advirtió él y yo solo sonreí.

_ Vine a informarte que desde mañana, mi amiga Carina va a venir a vivir aquí con nosotros _ le dije y él me miro con sus cejas levantadas.

_ Como ya sabes mi hermano está libre y él va a ocupar la casa en donde vivíamos antes, como tú nos dejaste en la calle, así para vivir debajo de un puente, él no tiene a donde ir _ le dije y me miro mal.

_ Porque siempre tienes que tirar a matar cada vez que hablas Fernanda _ me dijo él.

_ Porque te molestas yo solo dije la verdad, si te acuerdas no, que nos dejaste en la calle _ volví a decirle y solo negó con la cabeza.

_ Tienes alguna otra cosa más que informarme, tengo mucho trabajo _ me dijo se le notaba que quería salir ya de la situación, a nadie le gusta que le digan la verdad.

_ Nada más que eso, me encanta que nos llevemos así de bien esposo _ le dije levantándome de la silla y toque su mentón con mis dedos.

Pero lo que no me esperaba es que él, tomaría mi mano.

Tomo mi mano, se levantó de su silla y se dio la vuelta para acercarse a mí ya que yo estaba enfrente de su escritorio.

_ Hasta cuando vas a seguir echándome en cara, todo tu desprecio _ me pregunto muy cerca de mi rostro y mi mano aun lo tenía agarrada.

Su cercanía me seguía poniendo muy nerviosa, pero siempre trato de que no se me note.

_ Hasta que me des el divorcio, y pueda largarme de aquí y no volver a verte nunca más _ le dije y el muy maldito sonrió.

_ Pues vas a seguir esperando, porque no voy a darte el divorcio, me encantan los desafíos, los retos Fernanda, por eso soy el mejor en los juegos, y en este momento tú eres mi mayor desafío _ me dijo y acerco mucho más su rostro al mío que mi respiración empezó a acelerarse.

_ No voy a rendirme contigo, eso te lo aseguro Fernanda _ me dijo y dejo un beso en la comisura de mis labios para después irse de nuevo hacia su silla detrás del escritorio.

Salí de su oficina con mala cara la verdad no me esperaba su contra ataque, pero eso no se quedaría así, ya me lo cobraría después.

Cuando baje las escaleras Camilo estaba arreglando, algo en la sala y me acerque para hablarle.

_ Que vas a hacer mañana Camilo _ le pregunte.

_ Voy a entrenar un poco por la mañana, a la tarde tenemos juegos _ me respondió el.

_ Necesitas algo _ me preguntó segundos después.

_ Si mañana mi amiga de va a mudar con nosotros acá y quiero que te vayas a buscarla, por la mañana _ le dije.

_ Esta bien no hay ningún problema, a que hora mas o menos _ me pregunto de nuevo.

_ Voy a hablar con ella y te aviso si _ le respondí.

_ Si quieres puedes darme su numero y yo me comunico con ella _ me dijo y sonreí era justo lo que mi amiga quería.

_ Claro te la doy _ le dije y luego de darle el número estaba dispuesta a irme a mi habitación para descansar un poco pero.

_ Te crees la señora de eat casa _ me dijo la rubia justo cuando pise el primer escalón de la escalera.

_ No me creo de hecho, soy la señora de esta casa _ le dije dándome la vuelta para mirarla.

_ Tu de señora no tienes nada, solamente eres una niñata que muy pronto se bajara de sus nubes y de eso me voy a encargar yo _ me amenazo la rubia y sonreí de nuevo.

_ Tus amenazas me tienen sin cuidados, ya saliste de la mesa, puede ser que mañana te vayas de la casa _ le dije y su expresión cambio por completo.

Quiso tomarme del brazo pero lo esquive.

_ Mucho cuidado con querer ponerme una mano encima, aléjate de mi si quieres seguir viendo a tu amorcito todos los días _ le dije y luego me subí las escaleras, para irme a mi habitación.

Ya era de noche recién Salí del baño con Carina había hablado por teléfono nada mas, Y la idea de vivir aquí con la Camilo no le pareció nada mal.

Estaba solamente con una toalla por el cuerpo como era mi costumbre, se me había olvidado por completo que ahora compartía la habitación.

Me estaba echando crema una de mis piernas la tenia en la cama y la otra en el piso, cuando se abrió la puerta y por ella entro Francisco.

_ Que mierda, no te enseñaron a tocar la puerta _ le dije enojada.

_ Porque tengo que hacer eso si entre en mi habitación _ me respondió el.

_ Pues te recuerdo que no estas solo en tu habitación _ seguí quejándome y baje de mala manera mi pierna de la cama y para completar se me cayo al piso la toalla y todavía ni siquiera la ropa interior me puse.

Francisco se quedo mirándome, y yo solo me cubrí con mis manos.

_ Ya deja de quejarte tanto, que no es la primera vez que veo una mujer desnuda _ me dijo acercándose, retrocedí un poco, pero el solo alzo la toalla y volvió a ponerlo alrededor de mi cuerpo.

Luego de eso nos acostamos y lo que me costo dormir teniéndolo cerca de mi luego, ya no recordé nada mas, solo cuando me desperté el ya no estaba.