EL AMOR DE LA CEO

-          Papá, ¿Qué haces espiando desde aquí?, ¿Por qué no bajas? – Pregunta Enzo acercándose a su padre que escucha furtivamente desde el segundo piso.

-          ¿Por qué crees? – Le responde Dante con cara de ¿enserio me preguntas esa tontería?

-          Jajajajajaja bueno yo nada más decía, de todas formas, no sé porque te preocupas si ya sabemos cómo va a ir todo. Primero mamá va a intentar chantajear emocionalmente a Lu y ella como la experta que es responderá de la misma forma, para al final, ninguna de las dos dar el brazo a torcer y la que sea más rápida utilizara su as bajo la manga y puedo apostar en que hoy será Lu. – Explica Enzo, encogiéndose de hombros, las conoce tan bien y Dante asiente, pues también sabe que eso será lo que pasara, pero igual se preocupa al final una de las dos va a terminar de muy mal humor y el será el que pague los platos rotos, así es siempre.

Tal como Enzo lo describió la plática entre madre e hija se ha ido desarrollando, hasta que Alexia casi con lágrimas en los ojos dice.

-          ¿No quieres estar cerca de nosotros?, por eso te vas de nuevo tan lejos.

-          Claro que no, sabes que los amo, pero quiero seguir mi sueño. – Dice Luciana con total aflicción bajando la mirada, ella también se sabe esa.

-          Puedes cumplir tu sueño desde aquí, ahora que todos sabrán quién eres no es seguro que estes en un país sola, los abuelos ya están mayores y se van a mudar aquí para poder estar más cerca de ellos, Lu estarás sola allá. – Expone Alexia, casi dejando salir lágrimas.

-          Mamá cuando decidiste entrar a MCAB, era aún más peligroso, pero nadie te detuvo en cumplir tu objetivo. – Touche, solo con eso dejo sin argumentos a su madre y lo sabía, Alexia inmediatamente quita su falsa expresión de tristeza y se levanta para declarar.

-          Bien, tú decides.

-          Te amo mami. – Se despide también Luciana mientras sonríe y las lágrimas que estaban en sus ojos desaparecieron, su madre es muy buena, pensó que esta no la ganaba, pero fue más rápida para tocar el punto débil de su madre.

Cuando Enzo y Dante se dieron cuenta que la lucha termino, ambos corrieron a sus respectivas habitaciones, pues Alexia en ese momento seguramente se desquitaría con el primero que encontrara.

Alexa entro a la habitación echando humo y Dante ya estaba bajo las cobijas haciéndose el dormido.

-          Se que estas fingiendo dormir, no te hagas. – Dice Alexia con molestia, mientras Dante abre los ojos lentamente.

-          Cariño, ¿Qué paso?, hablaste con Lu. – Pregunta Dante haciéndose el desentendido.

-          Se perfectamente que escuchaste todo, ¿Cómo es que siempre te convence?, de verdad te parece buena idea que este tan lejos sola. – Pregunta Alexia con preocupación.

-          Cielo, claro que me preocupa, sabes que Luciana es la niña de mis ojos, pero no puedo con ella, mucho menos cuando se le mete algo en la cabeza, ¿a quién habrá salido? – Menciona Dante con burla, pues Luciana es igualita a Alexia, siempre se termina saliendo con la suya.

Alexia solo puede soltar un suspiro de rendición ya que no pude hacer nada más.

-          Cielo, no te preocupes, ya estoy coordinando todo, obviamente no la dejaremos sin seguridad en un país donde este sola, te aseguro que va a estar totalmente protegida. – Promete Dante, mientras abraza a su esposa para mimarla y se olvide de todo. Luciana es la única en el mundo que puede ganar una batalla contra Alexia, así que para él es un poco divertido verlas. Aunque Dante tampoco quiere que Luciana este en otro país sola, no pudo lograr convencerla y si ni Alexia pudo entonces no hay nada que hacer, solo puede apoyarla y claro protegerla por todos los medios posibles.

-          Lo lograste. – Felicita Enzo a su hermana, él nunca ha podido ganarle a su madre, aun cuando Enzo es mucho más apegado a su madre que Luciana, quien es más apegada a Dante, así ha sido desde niños.

-          Claro, aunque no fue fácil, pero mamá dejo un pequeño espacio que aproveche. – Sonríe Luciana.

-          Lu, a mí la verdad tampoco me gusta la idea de que estes tan lejos sola.

-          No te preocupes voy a estar bien, además no será permanente es cuestión de uno o dos años y regreso, además tampoco es como que no voy a estar viniendo, viajare seguido, no puedo descuidar las cosas aquí.

-          Igual no es como que vayas a cambiar de opinión, solo te digo que tienes que cuidarte mucho.

-          Como siempre, no te preocupes enano.

-          Soy más alto que tú.

-          Pero yo soy la mayor.