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ELEGIR AL INDICADO

ELEGIR AL INDICADO

Status: Terminada
Genre:Completas / Aventura de una noche / Madre soltera / Romance de oficina / Atracción entre enemigos / Ascenso de clase social
Popularitas:3.3M
Nilai: 4.7
nombre de autor: Regina Cruz C.

Maite es una chica de quince años que se enfrenta a una dura decisión, dejar a su sobrino en un orfanato, o cuidarlo como si fuera su hijo.

Un incidente con una cartera haría que su vida cambie de un día para otro, provocando no solo una nueva oportunidad de trabajo para que mejorar su condición de vida, al igual que el niño que la llama mamá, sino que también hará que cruce caminos con un hombre que tiene mucho que ver con él.

No obstante, sus personalidades y formas de ser son tan opuestas que el llevarse bien será algo difícil.

¿Podrá surgir al más allá que solo la conexión que los une con respecto a su hijo?

NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 14

Maite vio que ya estaba atardeciendo y se despidió de los niños. Llamó un Uber y se fue con su hijo.

Al llegar a la villa todas las luces de adentro estaban apagadas, ella prendió algunas y fue a la cocina.

— ¿Amor quieres cenar?

— Si mami.

— Voy a preparate un sándwich de pollo. ¿Quieres?

— Si. Si quiero. — Los dos se van a la cocina y ella saca un poco de pollo del refrigerador, lo pone a freír en una sartén. Mientras se está cocinando, empieza a picar un poco de verdura, a tostar unos panes y hacer algunas cosas más.

Cuando termina le sirve en un plato a su hijo, y se sirve uno.

— Mami. ¿Por qué cocinas tan rico?

— Por qué hice la comida con mucho amor. — El sonríe.

— Gracias mami. Gracias por cocinar con amor. — Ellos termina de cenar, al salir escuchan un ruido en la puerta, cuándo se asoman ven a Leandro sentado en el sillón.

— Señor Leandro, ¿Está bien? — Pregunta ella.

— Si. — Responde el medio dormido.

— Hijo ve a tu habitación.

— Si mami. Ya voy. — Daniel sube. Ella se queda con Leandro.

— ¿Señor lo puedo ayudar en algo?

— Ayúdame a qué mi esposa tenga una agenda menos ocupada. ¿Puedes? — Pregunta el de nuevo.

— No creó.

— A veces pienso que cometí un error al casarme con ella.

— Señor no diga eso. La señora Patricia lo ama muchísimo.

— Me ama, pero no sé preocupa por mi. Por lo que yo quiero, por lo que necesito.

— ¿Por qué lo dice? ¿Pasó algo malo en la mañana?

— Prácticamente, me corrió de su oficina.

— Lo siento.

— No digas que lo sientes. No es tu culpa. — El se levanta del sillón, al subir las escaleras casi se cae. Maite lo sostiene del brazo.

— Señor creó que debería descansar en una habitación de aquí abajo. Son muchos escalones y podría caerse.

— Maite, no te preocupes. Voy a subir y nada me va pasar. — Leandro jala su brazo, se agarra de la barandilla y empieza a subir. Aunque en el escalón número diez se resbala y cae. Maite se asusta al verlo en el suelo. Le habla un par de veces pero el no responde. Ella llama al 911 y pide una ambulancia, un rato después Daniel escucha el ruido y baja a ver qué pasó.

— Mami. ¿Qué tiene el tío? — Pregunta al verlo en el piso.

— Se cayó y no responde. Pero va estar bien. No te preocupes. — Ambos se van en la ambulancia, de camino al hospital Maite llama a Patricia, aunque es vano por qué ella no responde. Maite le deja un mensaje de voz en el WhatsApp.

Al llegar al hospital Maite siente mucho temor de entrar. Siempre que los niños del orfanato se enfermaban ella les hacia remedios caseros, o le pedía al doctor que los fuera a ver, cuándo era grave ella ponía pretextos para no ir. Los hospitales le dan terror, ella recuerda la última vez que estuvo en uno, fue cuando le dijeron que su hermana estaba muerta.

— Mami. El tío Leandro está allá dentro. ¿No vamos a ir?

— Ya le avisé a la señora Patricia. Ella debe estar en camino.

— Pero mami. Yo quiero saber cómo está el tío. Por favor. — Súplica Daniel.

— No amor. El tío va estar bien. Mejor regresemos a casa.

— Mami no. Yo no me quiero ir. Primero quiero ver al tío Leandro. — Daniel nunca ha desobedecido a su madre, a ella le sorprende que se ponga tan necio.

— Hijo, vamos a casa, y mañana te compraré un helado grande.

— No mamá. No quiero helado. Quiero ver al tío Leandro.

— Pero lo deben estar atendiendo.

— No importa. Esperamos a que salga. — Daniel se pone firme. A ella no le queda otra opción, entra de la mano de su hijo. Siente cierta tranquilidad al tener esa pequeña mano que también la sostiene. Ambos van al área de emergencias y esperan noticias.

...

Una hora después sale un doctor. Maite se levanta rápidamente y pregunta por la salud de Leandro. El doctor le dice que el está bien. Y si gusta puede pasar a verlo.

— Gracias. — Responde ella. El doctor se va. — Hijo el señor Leandro ya está bien. Vamos a casa.

— No mamá. Yo quiero verlo.

— Bueno ve. Te esperó aquí afuera.

— No mami. Ven conmigo. Aquí hay mucha gente, me da miedo. — Maite toma la mano del pequeño y van a la habitación, Leandro está despierto, en cuanto Daniel lo ve lo abraza. El hace una mueca de dolor.

— Amor ten cuidado. — Maite jala a Daniel.

— Lo siento tío.

— No te preocupes pequeño.

— Señor nosotros pasamos a verlo. Ya nos vamos, usted tiene que descansar.

— Gracias por todo Maite. ¿Mi esposa?

— Seguro ya viene en camino. Le dejé un mensaje de voz.

— Está bien.

— Mami. ¿No podemos quedarnos hasta que llegue la tía Patricia?

— No amor. Tienes que dormir.

— Pero dijiste que ella no se iba a tardar. Vamos a esperar. — Maite se empieza a poner nerviosa. Ya no soporta el olor a desinfectante, ver las paredes blancas, las camas de los pacientes. Todo eso le provoca mucho dolor.

— ¿Maite estás bien? — Pregunta Leandro al verla sudar.

— Si. Hijo por favor vamos. Estoy cansada.

— Daniel obedece a tu mamá. Ve a casa. Tienes que dormir.

— Pero mañana no voy a la escuela. Es domingo.

— Hijo por favor. Obedece. Vámonos ya.

— Está bien. Tío cuídate mucho.

— Gracias Dani.

— Qué se mejore señor.

— Gracias. — Maite sale del hospital a pasos agigantados, apenas salen ella vomita en el césped.

— Mami. ¿Estás bien? — A Maite se le escapan unas lágrimas. — Mami. ¿Qué pasa?

— Hijo abrázame. — Daniel rodea la cintura de su mamá. — Te amo hijo. Te amo mucho.

— Yo también te amo mami. Ya no llores. — Maite intenta contener sus lágrimas, pero el recuerdo de la última conversación que tuvo con su hermana viene a su mente.

— Ya estoy bien. Perdóname. Perdóname por favor.

— ¿Por qué estabas llorando? ¿Es por el tío Leandro?

— No. Es que no me gustan los hospitales.

— Lo siento mami. Yo no quería que lloraras.

1
Fidelia Martinez
Bueno
geo
tanto nadar para morir en la orilla, lo mismo de las novelas rosas jajajajaja
geo
parecen niños jajaja
geo
no me gusta Carolina jajajaja me parece muy falsa jajajaja
geo
me parece que la Carolina hizo un pacto con Leandro de alejar a Maite de David jajajaja
geo
David tiene razón ella debe de darse un tiempo y ponerse a estudiar
geo
ay no me doy jajajaja
geo
ella merece un amor limpio sin tantos problemas de arrastre jajaja jajajaja
geo
otro amor sin tantos arrastras de problemas jajajaja que empiece un nuevo amor
geo
que Maite no cargue con tantos problemas debería aparecer un hombre sin tantos peos jajajaja Maite se merece un hombre hermoso por todos los lados jajajaja,
geo
que tanto interés tiene Carolina que Maite se empate con Leonardo será que tiene miedo que David la ame de verdad, mucho egoísmo en esta historia y muchos enredos jajajaja
geo
no tengo palabras pero Maite es una pieza de ajedrez, la mueven a su antojo para todos lados pobre chica , está Carolina es una aprovechada lo que tiene que hacer aprovechar el tiempo perdido con su hijo
geo
me gusta Maite para David hay que darles una oportunidad, nada de Leandro jajajaja
geo
escritoraaaa como te gusta un rollo jajajaja jajajaja todos estos hombres son una anaconda jajajaja
geo
más está preocupada la tia que la misma madre por David jajajaja y el Leandro no perder la oportunidad, que gran condición para este niño el tío con su mamá de pareja y casada con su padre.que enredo jajaja
geo
siempre los errores debemos aceptarlo nosotros los padres no los niños , mientras estamos pasándola bien no pensamos en las consecuencias, porque hablarle mal aún niño de sus padres
geo
el niño no tiene culpa de la irresponsabilidad de sus padres quien paga las consecuencias en estos casos son los hijos los arrastran a la frustración y rencores de sus padres
geo
escritoraaaa pasa la página jajajaja ya es hora que se solucione tanto enredo jajaja me gustaría que Maite tome sus propias decisiones y tampoco se quede con Leandro jajaja
geo
escritoraaaa como te gusta un enredo jajaja . Maite es una marioneta de todos pobre chica . hasta la hermana la utiliza para buscar venganza jajaja
geo
ay no me jodan ahora Patricia la mata jajajaja
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