EL ABOGADO DE MI CORAZÓN

Camila pasó el fin de semana con Marcelo quién se despidió de ella el domingo por la noche porque tenía que trabajar el lunes temprano los continuos mensaje de Gustavo reclamándole que no podía solo con todo el trabajo habían inundado de mensajes su celular.

-Estoy feliz que haya solucionado tus problemas con Camila. Le dijo Gustavo ni bien vio a su hermano esa mañana del lunes. - Pero aquí el trabajo no espera y hay que cumplir con ello y solo no puedo con todo, sino cómo vamos a seguir manteniendo nuestro estilo de vida le reclamo algo molesto.

-En primer lugar, él que causó todo este problema... Fuiste tú, al querer hacerte el simpático ese día. Le dijo Marcelo a su hermano.

-Sí lo sé... Pero gracias a ello tuviste un fin de semana como nunca lo imaginaste... Porque por lo visto no saliste de su habitación y no contestaste ningún mensaje, ninguna llamada... Se ve que estuviste muy entretenido le respondió Gustavo.

*En el Sanatorio a muchos kilometros de ahi Camila ingresaba para asistir a una de sus practicas habituales. Por su desempeño esos meses fue tomada como interna de una de las alas del sanatorio, ademas de tener su titulo como medico clinico.

-Señorita Reina... Qué gusto verla esta mañana, justo con usted quería hablar. Le dijo el doctor Robles al cruzarse con ella en el pasillo del sanatorio.

-Buenos días doctor... Sí ¿en qué puedo serle útil? Consultó Camila fijándose unas notas que tenía.

-Necesito un ayudante para la guardia de esta noche, los demás están ocupados en otros temas... Ya sabe cómo es todo aquí. Le dijo el doctor.

-¿Un ayudante?... De paso me podra instruir en vivo y en directo sobre las operaciones que realice. Respondio pensando en los tratamientos de traumatología en que ella estaba interesada y el doctor era especialista en ellos. El doctor Robles sonrío plácidamente.

-Por supuesto de eso se trata. Y carraspeó la garganta alejándose de ella al ver que se aproximaban las amigas de Camila.

-Se lo ve muy entusiasmado al doctor Robles últimamente contigo. Le dijo Viky a modo de observación.

-Eso no me interesa tanto, lo que me importa es aprender todo lo que pueda enseñarme nada más. Le respondio Camila pensativa.

-Debes tener cuidado capaz que te quiera enseñar otra cosa... No solo traumatología. Le dijo Lisa sonriendo nerviosa.

-Gracias por preocuparse chicas pero sé cuidarme. Le respondió Camila recordando las clases de defensa personal que estaba tomando, porque desde que sufrió el ataque de su exnovio se juró que nadie más volverá a querer someterla.

-Al fin llegas Camila. Le dijo el doctor del que era pupila.

-Buen día doctor... Me crucé con el doctor Robles. Le comento Camila explicando su retraso.

-¿Qué quería con usted el doctor Robles le consultó?.

-Quiere que le acompañe en la guardia de esta noche. Y de paso me instruye sobre traumatología. Le respondió Camila como si nada.

-Bueno ya que va a quedar de guardia esta noche... Te vas a ocupar del paciente de la habitación 315... Sufrió un accidente tiene el rostro vendado... Tiene una condición delicada. Le anuncio el doctor.

-Muy bien. Le respondió Camila.

Esa tarde Camila se encontraba en el sanatorio acompañando al doctor Blas junto con el doctor Robles en la habitación 315.

-Bueno como le decía hay que operarle la rodilla... Esta diagnosticado con patología de ligamentos cruzados... Nos acaban de avisar que llegaron los tornillos... Así que ni bien se despeje el quirófano lo vamos a ingresar. Comentó el doctor Robles a Blas refiriéndose al paciente que yacía dormido con el rostro vendado en la cama.

"Se ve que tuvo un fuerte choque", pensaba Camila.

-Ustedes van a presenciar como se realiza la intervención. Les dijo el doctor Blas dirigiéndose al grupo de internos junto con Camila que los seguían.

-Señorita Camila... Como será mi ayudante... Estará a mi lado. Le recordó el doctor Robles quien iba a realizar la operación.

El doctor Blas tenía como protocolo no ponerle nombre ni apellido ante los internos al paciente solo daba las explicaciones de lo que padecía y consultaba la respectiva soluciones que ellos pondrían como un examen oral.

Una vez que estuvo liberado el quirófano pasaron al paciente acomodandolo en la camilla correspondiente. Camila junto con el doctor Robles se lavaban las manos y brazos antes de ingresar. Él le guiaba en todo el protocolo.

-Presta atención en Cómo se va a realizar todo... Debes usar estos lentes protectores sumado al barbijo y los guantes y que no se olvide el gorrito para tu cabello. Le decía el doctor.

-Muy bien doctor. Le respondió Camila atenta.

En el quirófano Camila podía sentir ese ambiente, ese aroma particular que lo caracterizaba la emoción del momento que ella sentía y a la vez la intriga y la preocupación que notaba en la mirada del paciente le habían puesto una anestesia que únicamente la parte baja adormecía para mantenerlo despierto e ir controlando su ritmos cardíacos al tener una condición delicada según lo que le comentó el doctor Blas.

Ella estuvo atenta a lo que el doctor Robles iba comentando a medida que realizaba la intervención Cómo era el proceso, observaba los movimientos cómo le enseñaba en la pantalla la cámara que le habian introducido para ver en qué sitio colocar los tornillos porque era una intervención no tan invasiva como le solían decir. Camila al notar el nerviosismo del paciente por instinto le sujeto la mano a modo de tranquilizarlo mirandolo directo. Al pasar dos horas habian concluido y lo regresaron a su habitación.

-No te preocupes te vas a recuperar el doctor Robles es un excelente traumatólogo. Le dijo Camila cuando estaba atendiendo al paciente en su habitación, él por estar vendado el rostro no respondía solo hacía gestos con la mirada, o le apretaba la mano una o dos veces segun era si o no, como las enfermeras le habían pedido que se comunique.

-Puede hacer el favor de quedarte atenderlo yo me voy un segundo y ya vengo. Le avisó el doctor Robles a Camila dando a atender que iba al baño, ella solo asintió con una mueca en los labios.

En ese momento Camila recibe una llamada por lo que se incorpora y le dice

- Permiso atiendo esto y ya regreso... Fijate un momento. Le pidio a una enfermera de paso.

📱Hola Lisa...¿ qué se te ofrece?... Estoy en este momento trabajando. Le dijo a su amiga Camila.

📱Solo era para invitarte a mi cumpleaños. No te olvides que es en tres semanas. Le recordó Lisa que llevaba la cuenta regresiva por su cumpleaños ansiosa por recibir regalos.

📱¿No me lo podría decir cuando nos vieramos en la clase? Le consultó a Camila.

📱Sí pero más que nada quería saber cómo te va con el doctor Robles.

📱Todo bien... Profesional... Como debe ser. le respondió Camila y cortó por una señal que le hizo la enfermera llamándola hacia la habitación.

-Se está quejando demasiado se ve que le duele mucho. Le comentó la enfermera. Camila controló todo y le tomó la mano para consultarle.

-Si estás con mucho dolor aprieta mi mano y según la intensidad para poder brindarte algún medicamento que te alivie. Le dijo Camila. - Muy bien... Al parecer es como una molestia. Comento Camila y lo soltó dirigiéndose a la enfermera para indicarle.

Antes de terminar su turno Camila paso a ver al paciente y tomo nota de su mejora asi informar al doctor Blas.

Fue atendiendo casos de este tipo adquiriendo experiencia y cada vez mas era notorio su idoneidad.

*Llegó el dia del cumpleaños de su amiga por lo que se alistó para ir a la fiesta de Lisa junto con Viky, iban a ir a cenar a un restaurante.

-LLEGO... LLEGO. Canturreaba Lisa extendiendo la mano.

-Nunca conoci a alguien que esperara tan ansiosa su cumpleaños. Comento Viky.

-Es solo por los regalos. Dijo riendo Camila.

-Dejen de hablar tanto y enseñen ya lo que tienen para mí que no aguanto más esta espera. Decía Lisa.

-Yo te regalo... Consolador. Le dijo Viky entregándole una caja.

-Ay... Este juguetito tan chiquito. Se quejó Lisa.

-Tú te habías quejado la vez pasada que no tenías novio... Bueno hasta que tengas, tienes con qué entretenerte. Le dijo Viky defendiendo su obsequio.

-Qué ocurrencia de ustedes dos. Se reía Camila. Ella, en cambio, le regaló una cartera.

Para la cena habían encargado un sándwich exclusivo gigante del restaurante que alcanzaba para las tres junto con unas papas horneadas bañadas en queso. Al terminar de cenar le regalaron una mini torta de chocolate y mouse que ella muy contenta agradecío, soplo la vela pidiendo sus deseos, acompañado por los canturreos de sus amigas.

-Camila déjate de hacerte la que no sabes cantar y Cántame algo... Dale toca la guitarra. Le insistió Lisa a Camila enseñandole la guitarra que tenia con ella en ese momento. Camila estaba colorada no se animaba ahí en el restaurante hacer eso.

-Que cante... Que cante. Canturreaban en coro Viky y Lisa por lo que decidio solo hacer un pequeño acorde no muy invasivo asi no molestar a los demas comenzales. Su canto lejos de molestar agrado a los presentes que se giraron a ver en su dirección como le cantaba feliz cumpleaños a su amiga.

-GRACIAS... ESTUVO MUY BELLO. Expreso lagrimeando de la emoción Lisa.

-Conste que me tendiste una trampa. Le dijo Camila porque le sorprendió que había tenido una guitarra con ella.

-Desde aquella vez que comentaste que cantabas en tu pueblo. Procuro en conseguir una. Le comentó Viky.

En ese momento le llegó un mensaje a Camila que al revisarlo se dio cuenta que era del sanatorio por lo que se despidió de sus amigas y se dirigio hacia el.

-Bueno chicas... Fue un placer compartir este momento con ustedes, pero el deber me lláma. Le dijo enseñando su teléfono.

-Lo que creo que el doctor Robles está enganchadísimo con vos y solo busca excusas para tenerte cerca. Le dijo Lisa riéndose.

-Tengo a mi novio a quien veo cada fin de semana. Aclaro Camila.

-Ya mudate con él, le haces gastar un dineral ida y vuelta pobre. Se ríe Viky, al recordarle los viajes que hacia Marcelo.

-Si quiere Celeste que le cueste. Agregó Lisa viendo a Camila que se alejaba sacudiendo la mano porque si se quedaba no la dejaban ir más.

*

*

Marcelo se desperezaba en su oficina, recostado en el escritorio, al ingresar Gustavo lo ve como estaba.

-Lo que es tener novia linda, eh... Cómo te hace ir y venir... Te va a terminar fulminando. Le dice Gustavo en tono de burla.

-Estar con ella no me cansa, al contrario, me da más energía, lo que me agota son estos casos imposibles. Bufó Marcelo.

-Creería que te usa como exprimidora humana siempre vienes con unas ojeras muy pronunciadas. Le dice Gustavo.

-Solo dices eso por envidia. Le dice Marcelo.

-¿Envidia yo? ¡jamás! si tengo... Delivery constante por casa a través de tinder. Expreso Gustavo inflando su pecho y resoplando, la verdad era que lo que le contaba Marcelo de sus visitas con Camila le subian la temperatura y con los deslices que se le presentaban se sacaba las molestias. Habia vuelto a sus antiguas costumbres. En su momento Marcelo se guardaba lo que compartió con ella, pero al salir a beber con su hermano terminaba soltando la lengua.

*

*

-Doctor Robles ¿qué es lo que se le ofrece? Le preguntó Camila ingresando en su oficina.

-Necesito que se ocupe de cambiarle la venda al paciente de la habitación 315... Tengo una urgencia que atender y no ubico al doctor Blas y confío en su idoneidad. Le informo tomando su maletin al incorporarse para salir de la oficina recién levantaba la cabeza para dirigirle la mirada que al ver como ella estaba vestida pestañeo varias veces tratando de ocultar la sorpresa que le causo.

Tenia puesto un yin azul, una campera de cuero negra y una blusa blanca que podia ver atraves de ella, con su cartera negra que siempre llevaba a todos lados con sus cosas de doctora.

"UAHU", penso.

-Estaba en el festejo del cumple de mi amiga Lisa. Le aclaro Camila al notar como la miraba.

-Aja... Ok... La dejo. Fue lo unico que pudo decirle.

Camila suspiro pesado noto la mirada libidinosa que le lanzo el doctor.

"Menos mal no elegí el vestido corto, se me tiraba encima", pensó Camila.

Se dirigió a la habitación 315 a ocuparse del paciente.

-Buenas ¿Cómo estás? Hoy te voy a quitar esos vendajes si te molesta algo solo házmelo saber. Le dijo ni bien ingresó haciendo referencia a lo que tenia en la rodilla.

-Bastante bien... Cicatrizas bien... Eso es un buen indicio. Comentaba Camila haciendole las curaciones. - Vas a iniciar con los ejercicios en kinesiologia... Para fortalecer el musculo... Un tiempo tendras que andar con muletas y el sujetador este de la rodilla... Pronto tendras el alta... Segun informo el doctor Blas. Le hablaba Camila, al concluir volvio a ponerle unas vendas para colocarle el sostén de la rodilla y no le raspé.

Camila comenzó a sentir fuertes palpitaciones, respiro pausadamente y ella toco el timbre llamando a la enfermera.

-Doctora... ¿Le pasa algo?. Le pregunto al verla palida tomandose el pecho.

-Me puedes... Atender. Dijo en un susurro de vos y sufrio un desmayo.

-DOCTORA... AYUDA. Grito la enfermera aproximándose a levantarla, el paciente miro preocupado, no podia hacer mucho, aún le costaba moverse. Le hizo gestos a la enfermera que la recueste mientras a su lado, al pesarle la doctora, ella era joven mas chica que la doctora, le forza incorporarla.