El Alfa Maldito.

El Alfa estuvo de muy buen humor todo el día y eso no pasó desapercibido para su madre. El bello Omega conocía muy bien a su hijo como para intuir que algo realmente bueno le debía estar pasando.

Después de que Vincenzo se paseo por todo el salón saludando y conversando con otros Alfas CEOS, jefes y grandes empresarios su madre se acercó a él y le dio una copa de vino.

_ Lo hiciste muy bien hoy _ Elogió a su hijo con una amplia sonrisa _ Nadie puede hablar y hacer negocios mejor que tú en toda la ciudad. Estoy muy orgulloso de ti.

_ Gracias, madre. Tengo un gran maestro _ respondió Vincenzo con una sonrisa idéntica a la de su madre.

Lion es un Omega deslumbrante de unos 45 años. Él dio a luz a Vincenzo cuando tenía 20 años, y él fue el único hijo que sobrevivió a la infancia.

Él es la niña de sus ojos, su amado, y él lo mimaba en pedazos.

Vincenzo admiraba mucho a su madre y secretamente deseaba encontrar un esposo como él. Lamentablemente... eso nunca sucedería debido a su maldición. Desde el principio tuvo que mantenerse alejado de cualquier Omega para evitar matar víctimas inocentes.

_ Tu maestro también enseñó a tus primos, pero ninguno es tan bueno como tú. ¡Mi hijo es el mejor!.

Vincenzo solo sonrió más ampliamente cuando escuchó el cumplido de su madre. Sabía que los padres eran los más parciales hacia sus hijos.

_ Eso es porque fui criado por el mejor papá del mundo _ respondió. Abrazó la cintura de su madre y caminó con él hasta el escenario donde su padre estaba sentado y conversando con otros Alfas mayores.

_ Tengo buenas noticias que me gustaría compartir con ustedes después de la celebración del cumpleaños de mi padre.

_ ¿En serio? ¿Es esa la razón por la que estás sonriendo tanto hoy? _ Lion entrecerró los ojos con una mirada inquisitiva, mirando fijamente al Alfa.

El alfa se rió y asintió.

_ Sí.

_ ¡Oh, no puedo esperar! _ Lion estaba radiante de felicidad. No podía esperar a que terminaran los eventos y la fiesta para poder escuchar de inmediato lo que su hijo tenía para compartir con ellos.

Enzo cumplió 50 años este año. Era un Alfa de apariencia promedio, pero era un guerrero intrépido cuando era joven y había estado conquistando otras manadas con sus guerreros bajo su mando.

Con sus propias manos, había convertido la manada en su imperio más grande y temido de todo el mundo. Hoy, muchos Alfas de diferentes manadas vinieron a asistir a la celebración de su cumpleaños.

Ceos, jefes, asesores, capos y muchos más de otras organizaciones se unieron a los juegos de mesas que prepararon para apostar y demostrar sus habilidades, pero ninguno de ellos pudo igualar las habilidades de su único hijo. Ganó en todas las mesas que se sentó.

Enzo estaba muy orgulloso de su hijo. Él pensó que hoy era un buen momento para empezar a mostrar a la manada lo formidable que era su hijo y poco a poco se lo presentó como el futuro sucesor.

_ Ganaste todos los títulos _ le dijo su padre Enzo a su hijo cuando vio a Vincenzo y a Lion acercarse a él _ Y pareces estar de muy buen humor.

_ Padre y papá son muy parecidos. Nada puede escapar a su atención _ Vincenzo se rió entre dientes y asintió _ Dormí bien anoche.

_ ¿Es así? ¿El médico te recetó un nuevo farmaco para dormir? _ Enzo preguntó con interés.

Vincenzo negó con la cabeza.

_ No. Pero tengo algo mejor que me ayuda a dormir por la noche.

Sus padres se miraron con el ceño fruncido.

_ ¿Qué quieres decir con algo mejor? _ Lion tenía curiosidad por saber _ ¿Qué es?.

Vincenzo sonrió levemente mientras respondía a la pregunta de su madre.

_ Tranquilidad espíritual.