Entre Tazas De Café .

(Rebeca) ¿Beatriz estás lista?

(Beatriz) Sí ahora salgo. Solo que...

(Rebeca) ... Ahora que... Déjame entrar.

(Beatriz) Siento que este vestido es muy bonito y me da miedo ensuciarlo en la cafetería.

(Rebeca) Té vez bien y la ropa está hecha para usarla, así que baja conmigo y tomemos el desayuno antes que Grecia se enoje y empiece a gritar.

...Rie conmigo y bueno bajamos...

Huele tan delicioso aquí abajo, hay jamón, huevos y también jugo de fresas que es mi favorito.

Terminamos y nos despedimos de Grecia, es muy linda persona. Subimos al auto y vamos camino al local.

(Rebeca) Necesitarás un teléfono y bueno algo más de ropa, aunque tenemos la misma contextura y ese vestido jamás me lo pude poner, pero bueno estaba destinado para ti. Pasemos por el centro comercial antes de ir a la cafetería. Ya los chicos lo abrirán como siempre.

(Beatriz) Señora Re...

(Rebeca) Recuerda que me debes llamar tía, trata de hacerte a la idea de esto OK. Bueno mira me estacionaré aquí.

... Entramos al centro comercial y veo las tiendas de ropa y recuerdo como mi papá se daba tiempo para ir conmigo y poder tomar un helado y comprar gomitas al centro comercial de ciudad Perla.

Rebeca entra a la tienda de telefonía y me compra uno. Yo sé que es mucho. Pero ella no acepta un no. Además, aprovechamos en compra algunas cosas para la casa y la cafetería entre algunas otras cosas.

(Santiago Parker) Es una maldita tortura pensar en ella, no sale de mi cabeza, pero hoy iré con mi abuelo y la podré ver nuevamente, muero por verla. Vaya que me he enamorado a primera vista ... Isabella... Isabella...

Me visto y salgo a la oficina. Conduzco mi auto, voy escuchando música y al pasar por el centro comercial, recuerdo que tengo que comprar mi infalible chocolate, soy fanático del chocolate.

Estacionó mi auto y me dirijo al segundo piso, donde están las dulcerías, también aprovecho y compro gomitas, me gustan más las de fresas y las que tienen sabor a chicle.

Al salir diviso a ... No es posible...

Es Isabella, al parecer está con su madre.

¿Me acerco a ellas y las saludo o me marchó y espero al almuerzo?

Veo que se queda sola, así que yo voy hacia ella...

(Santiago) Hola. ¿Me recuerdas?

Soy Santiago.

(Beatriz) He... Sí... Claro, hola. Yo ya voy de salida.

(Santiago) Sí, te acabo de ver con tu madre...

(Beatriz) No... Ella es mi tía.

(Santiago) Yo diría que son muy bellas ambas. Bueno tengo que estar en la oficina, pero te veo luego en la cafetería, ha te gustan las gomitas...

(Beatriz) Las gomitas... He sí...

... Me da unas de sabor a fresas, me extiende su mano y con eso, me da un beso en la mejilla. Se despide y se pierde entre la gente.

Quedo anonadada con lo que acabo de vivir. Sé que paso, porque en mi mano tengo la cajita de gomitas que me dio. Sonrió y la guardo en mi bolsillo.

Llega Rebeca y nos vamos a la cafetería. Llegamos y el local ya está abierto, el olor a café rodea el ambiente. Entro en los camerinos, me colocó ni delantal y me hago una coleta, lista a preparar postres y café.

(Cristina) Isabella, dime que harás este fin de semana.

(Beatriz) Yo... No tengo planes, pero creo...

(Sergio) Entonces te invitamos a que vayas con nosotros a bailar. Iremos con Cristina, bueno Tenor no puede, tiene que estudiar para sus exámenes finales.

(Beatriz) Yo no lo sé 🤷‍♀️...

(Rebeca) Escuche todo, Isabella, ve y diviértete un poco, tienes que disfrutar de la vida aunque los momentos sean difíciles en alguna estancia.

(Beatriz) Está bien. Bueno ahora si hacer postres que la hora se pasa rápidamente.

... Tenemos listo todo y los clientes hacen sus pedidos sin parar, Sergio y Tenor no paran de atender a las personas que entran y salen, este local tiene mucha afluencia en la zona.

Se acaba la hora del desayuno. Listo iniciamos con los platos de hoy, veo que hay en la lista; sopa de champiñones y carne con puré 😉. A mi madre le encantaban los champiñones. Ese recuerdo hace que la nostalgia se quede en mí.

Voy picando los champiñones, mientras los chicos están limpiando y preparando todo para recibir a los comensales. Rebeca baja y nos ayuda con las ensaladas y jugos.

Este local es una cafetería completa. Las personas van entrando y llega la hora de servir al público.

Las órdenes van y vienen, este día hay más afluencia que el día de ayer. Los platos salen unos tras otros, solo quedan dos a tres platos más y habremos terminado nuestro día.

(Cristina) Amiga, él chico guapo del día de ayer te llama nuevamente.

(Rebeca) ¿Cuál chico?

(Beatriz) Bueno el día de ayer me alago por el almuerzo, vino con unos amigos y hoy bueno regreso otra vez.

(Rebeca) Ve y disfruta de tu público Isabella.

... Me acomodo el mandil y salgo, está acompañado de un señor de barba, imagino que es su abuelo, del que hablo en la mañana.

Se para de su asiento, al igual que el señor. Mi corazón late rápido y tengo miedo de no modular las palabras.

(Santiago) Hola de nuevo, Isabella, mira él es mi abuelo, Bernardo Parker. Abuelo ella es la chica de quien ...

(Bernardo) Sí... Sí... Me hablaste de la chica que te gustó mucho y de la buena sazón del lugar.

Hola soy Bernardo el abuelo de este joven loco por los dulces.

... Me sonrojo al escuchar lo que su abuelo dice. Le extiendo la mano y el señor Bernardo sonríe.

(Beatriz) Es un agrado enorme saber que puede degustar nuestros platillos deliciosos.

(Bernardo) Me agrado y mucho. Voy a hacer de este lugar, mi lugar favorito.

(Santiago) Ya somos dos, abuelo.

(Beatriz) Bueno me encanto conocer a tu abuelo, pero lamento mucho tener que dejarlos, la cocina no espera y ustedes tampoco, les envió sus pedidos enseguida, permiso y que tengan una agradable comida.

(Santiago) OK. Gracias Isabella.

... Me dirijo a la cocina y sirvo los pedidos. Diviso de vez en cuando la mesa donde se encuentran Santiago y su abuelo; el señor Bernardo.

(Tenor) Parece que te han flechado, claro y no es para menos, el tipo es un galán. Me alegra que hoy no viniera con la desabrida esa del día de ayer.

(Sergio) Ha, ha, ha... Yo diría que sientes envidia por estar compartiendo el almuerzo con el nuevo admirador de Isabella.

... Las risas estallan en la cocina, y así llega el día de la salida con los chicos, Cristina y Sergio vienen a buscarme y yo aún estoy con la duda de que ropa ponerme, toca la puerta Rebeca y me da una casaca de cuerdo junto a unos Jeans y un top pegado al cuerpo.

(Rebeca) Y no acepta un no.

... Se marcha y yo me quedo mirando la ropa, mi teléfono suena y es Cristina, criticando mi tardanza, me visto inmediatamente y tomo mi bolso, ahora si estoy lista.

Abajo me espera la señora Grecia, antes de salir me da un beso y su bendición, muy tierna ella.

Rebeca, mientras fuma su cigarrillo, sonríe al verme feliz.

Me despido y subo al auto.