Valien Daher, la heroína del imperio, rechaza firmemente el compromiso con el príncipe heredero. ¿Por qué? Porque ella es una reencarnada, ella sabe que su prometido la traicionará y eso la llevará a la muerte sin importar lo que ella hizo por su imperio.
Decidida a cambiar ese destino, Valien pide un compromiso, pero no con el príncipe heredero. Ella elige al archiduque Carl Pott, un hombre mayor y misterioso. ¿Podrá cambiar su destino siendo la esposa del archiduque?
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El monstruo
—Déjenme a solas con ella y no permitan que el Archiduque entre— ordenó
Los hombres restantes, hombres de confianza de Valien, hicieron caso a la orden dada por su líder, haciendo caso omiso a lo que habían escuchado, pues a pesar de todo, su lealtad estaba con la rubia.
—«Veamos que tienes que decir»— suspiró y dijo las palabras para traer de vuelta al espíritu de aquella mujer.
Enseguida emergió en el aire una luz blanca, para la mala suerte de Valien, aquella mujer resultó ser un espíritu de luz por lo que no podría obligarla decirle nada.
—Tienes la libertad de irte y descansar en donde sea que descansen los muertos— con decepción informó
—Así que tú eres ella. Solo te pediré perdón, por haberte mentido, jamás tuvimos a una maga tan poderosa como para destruir al monstruo que destruiría tu hogar y acabaría con toda su gente, eso va a suceder y traicionaste a tu gente por nada, lo siento— como forma de redención, el espíritu le dio algo de paz e información a Valien.
Mas adelante, desapareció así como había aparecido. Valien solo pudo obtener parte de su confesión, aunque con lo dicho le quedó claro que la antigua Valien hizo todo para proteger a su familia, al parecer era lo único que siempre le importó, desafortunadamente para ella, la nueva Valien solo tenía el objetivo de ser feliz y proteger al hombre que había elegido.
—¿Qué sucedió, tu estás bien?— cansado de esperar afuera de la cabaña, Carl decidió entrar para ver lo que estaba sucediendo.
—Estoy bien, aunque me alegra que te preocupes por mi— se acercó a Carl y colocó sus brazos alrededor de su cuello, dejando un beso en la mejilla de su esposo.
—¿Dónde está la princesa?— con algo de temor preguntó, sabía perfectamente que el emperador se molestaría con él si algo le llegase suceder a aquella mujer
—Lo siento, paso algo inesperado, ella misma se quitó la vida, intenté traerla de vuelta, pero al ser un espíritu de luz, no estaba obligada a servirme y murió por completo— le explicó, aún abrazándolo
Carl solo pudo aferrarse al cuerpo de Valien, en el fondo de su corazón, todavía tenía miedo de lo que pudiera suceder con él, las decisiones que tomaría el emperador como represalias, lo exaltó.
—Me encargaré de que todo esté bien, no debes preocuparte por nada. Ahora estoy aquí, soy tu esposa y me encargaré de protegerte siempre— correspondía al fuerte abrazo de su esposo.
Con todo lo que estaba sucediendo, Valien sabía que el tiempo era limitado, así que debía preparar muy bien las cosas si quería ayudar a Carl, de una manera definitiva.
Regresaron a la mansión y después de tranquilizar un poco al archiduque, Valien decidió salir para visitar al emperador, era momento de hablar seriamente, tenía los recursos necesarios para apoderarse del imperio y eso pasaría de acuerdo a lo que le dijera el gobernante.
—Soy la archiduquesa Pott, me gustaría una audiencia con su majestad, si es posible— pedía a las afueras del palacio, después de haber cabalgado hasta el lugar.
—Su majestad está ocupado, vuelva en otro momento, aunque debe pedir una audiencia con anticipación— le decía el guardia principal, con algo de desprecio en su rostro, pues al ser la esposa del archiduque, no la querían tener cerca.
—Si es así, díganle que la heroína de Krator exige una audiencia inmediata— no se iba a dar el lujo de permitir que por ser ahora la archiduquesa, fuera tratada mal, así que utilizó su título para que le dieran más importancia y prioridad a su presencia.
Al escuchar esto, el guardia no tuvo otra opción que avisar sobre su llegada, incluso la llevaron dentro del palacio para que esperara en una sala.
Cómo era de esperarse, el emperador la recibió de inmediato y por fin Valien se enteraría de algo que lamentablemente ya sospechaba.
—¿A qué debo el honor de su visita archiduquesa Pott?— con un tono burlesco en su voz, preguntó
—Verá, encontré a una supuesta princesa en mis tierras, pero cuando quise interrogarla, se quitó la vida, aunque antes de que esto pasara, me dijo el motivo de su visita a Krator— al principio se inclinó y fue directo al punto de aquella reunión importante.
El emperador se exaltó demasiado al escuchar la noticia, por el rostro que puso, Valien se pudo dar cuenta que esa mujer era un punto clave en sus planes.
—¿Sabe que la ineptitud del archiduque fue lo que provocó esto?, no se preocupe, lo haré pagar como es debido, le agradezco por informarme de esto, pero cualquiera de los que está en la mansión pudo decírmelo— con un tono de voz algo fuerte, le dijo a Valien
—Aquella mujer me dijo algo que me dejó confundida. Dijo que el monstruo era real y que lo había encontrado, ¿usted sabe a qué se refería majestad?— no quería cometer errores y quiso preguntarle directamente.
—Se refería a mi hermano, él es el monstruo que tanto buscaban nuestros enemigos— suspiró con fastidio, aunque se notaba una leve sonrisa, al decirle esto a Valien.
—«Entonces mis sospechas eran ciertas», ¿quisiera contarme de que se trata todo eso del monstruo?, mi esposo parece ser alguien racional y cuerdo, no entiendo el porque de llamarlo así— después de todo, necesitaba una explicación, debía saber toda la historia.
—¿Sabe cómo murió la emperatriz, mi madre?— lanzó la primera pregunta
—Supe que murió por una enfermedad—
—Fue una mentira inventada por mi padre. La verdad, fue asesinada y nada más y nada menos que por su propio hijo, el archiduque— en este momento su sonrisa era más visible a los ojos de Valien
—¿Se debió al monstruo?— por supuesto que no creía que Carl hubiese hecho algo sin intermediarios, sabía que algo debió haber sucedido.
—¿Le es tan difícil creer que su ahora esposo es un asesino y qué mató a su propia madre?— su enfado era evidente, las cosas no estaban saliendo como esperaba.
Valien se cansó de intentar hacer que el emperador le dijera la verdad y decidió que era momento de que uno de sus espíritus buscara la verdad en la mente de éste.
Te felicito por tan placentera obra 😉
me encanta la novela
muy buena trama y los personajes muy buenos