ochos años de mi vida dedicados a Mauricio, me había entregado en cuerpo y mal, ¿para que?
si lo único que recibí a cambio fue engaño.
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Noche en vela.
Carla.
Desde el momento que el doctor Castañeda se acercó a mí en el bar, deje de pensar en todo lo que estaba ocurriendo en mi vida, Mauricio y su traición salieron de mi cabeza, Manuel Castañeda es un hombre muy atractivo, y profesional en su carrera, sé la clase de persona que es, gracias a su carrera y a todos los casos que ha llevado, él suele ser un hombre que protege a los más débiles, cosa que lo ha llevado a ganarse muchos enemigos.
Hablar con él, me hizo ver que mi vida, estos últimos años, habían Sido nada interesante y que mi amor por las leyes era grande, en estos 5 años, nunca había tenido una conversación tan interesante, ni siquiera con Mauricio.
Les puedo asegurar, que por mi mente, nunca pasó el terminar metida en su cama, sus manos acariciaron, lugares en los que Mauricio nunca había llegado, sus estocadas eran profunda, haciendo que mi cuerpo se arqueará de placer, estaba por llegar al clímax, cuando salió de mí, no entendía el porqué, hasta que lo mi bajar y pegar su boca a mi Zona íntima, dónde hace solo unos segundos había estado su miembro.
Se sentía cálido, su lengua subía y baja, era algo nuevo para mí, ya se podrán imaginar el porqué, mi supuesto esposo nunca hizo algo parecido, era yo la que normalmente baja a darle placer con mi boca. Al parecer a Mauricio le daba asco hacerlo, pero no le di importancia y mucho menos le pedía hacerlo.
Todo lo contrario de Manuel, él lo hacía de una manera, que me hacía soltar fuertes gemidos, mi cuerpo se contrajo un poco hasta que me libere en un gran orgasmo. La sensación fue increíble y lejos de acabarse, ya que no me había recuperado, cuando Manuel volvió a entrar en mí, despertando de nuevo, él deseó. Estuvimos, así, un largo rato, la verdad era, que entre más lo hacíamos más deseaba de él.
Nuestros cuerpos se complementaban a la perfección, era como si se conocieran, pude conocer un poco más del sexo, había posturas que nunca había hecho y que daban un placer inimaginable, en mi vida, nunca había hecho tantas locuras como las de esta noche.
La luz que entraba por la ventana, pegó en mi rostro, sentía mi cuerpo un poco adolorido, pero totalmente satisfecho, poco a poco abrí mis ojos, encontrándome, con la mira profunda de Manuel.
…
Manuel no había podido dormir, era la primera vez que pasaba toda la madrugada con una mujer, Carla era diferente, ella era demandante a la hora de tener relaciones. Normalmente, para él, después de dos rondas de sexo, las mujeres quedaban agotadas. En cambio, Carla, estuvo activa hasta entrada las 6 de la mañana.
_ Buenos días.- la saludo él con una sonrisa.
_ Buenos días.- le respondió ella, devolviendo la sonrisa.
_ Deseas desayunar algo, o debes irte.- Manuel, deseaba que no se fuera.
Carla miró la hora, en el reloj que estaba en la mesa de noche, eran las 1 de la tarde, nunca había dormido hasta esa hora, pero eso no le preocupaba.
_ Por mí está bien, la verdad tengo mucha hambre.- respondió ella.
_ Pediré que nos preparen algo.- Manuel se levantó de la cama dejando ver una vez más su desnude.
Carla lo siguió con la mirada en todo momento, cosa que le causó risa a él, pero no dijo nada, una vez que estuvo vestido salió de la habitación, Carla busco con la mirada, su ropa y la vio encima de un sofá que se encontraba en la gran habitación.
Ella se puso de pie, y camino hasta su bolso, busco su teléfono, había muchas llamadas de Mauricio y alguno de sus padres, no tenía ganas de saber de nadie, pero no quería preocupar a sus padres, así que les envío un mensaje, en dónde les decía, que estaba bien, que se había encontrado con Alexa, y había pasado la noche con ella. Después les explicaría bien las cosas.
...
Mauricio había esperado toda la noche a carla, pero esta no llego, y no contestaba ninguna de sus llamadas, la madrugada llegó y nada que Carla llegaba, cuando fueron las 4 de la mañana, decidió llamar a sus suegros.
_ Mauricio, que ocurre, cómo está mi hija.- respondió Antonio, algo asustado al percatarse de la hora.
_ Disculpe la hora, señor Antonio, pero estoy preocupado, Carla no aparece, y no contesta mis llamadas.- respondió Manuel, aparentemente angustiado.
_ Cómo que no aparece.- Antonio se levantó con rapidez de la cama.
Laura, su esposa, estaba atenta a la espera de que él le dijera lo que estaba pasando.
_ Si señor, ayer, cuando llegue del trabajo ya no se encontraba, la espere, pero nunca llegó.
_ Y hasta ahora me avisas, llamaré a mis hombres- le dijo Antonio y luego colgó el teléfono.
Antonio y Laura, su esposa, también intentaron comunicarse con ella, pero el teléfono nunca fue atendido, ellos estaban por fuera de ciudad, eso los ponía más nerviosos.
Mauricio y los padres de Carla, esperaban noticias de los hombres que Antonio había enviado a buscar a su hija, cuando el teléfono de Laura sonó, era un mensaje de Carla.
_ Cariño es ella.- dijo Laura.
_ Está bien.- pregunto Antonio.
_ Sí, dice que se encontró con Alexa, tomaron y se emborrachó, está en su casa.- concluyó Laura.
_Gracias al cielo.- dijo Antonio._ Porque no aviso.- Antonio estaba enojado.
Había Sido horas llenas de angustia, el solo imaginar que a su princesa, le pasará algo, lo llenaba de terror.
_ Entiendo tu enojo cariño, yo estaba igual de angustiada, pero lo importante es que está bien.- su esposa tenía razón, pensó Antonio.
_ Sí, amor, eso es realmente lo importante, por ahora dejémosla. – dijo Antonio.
Después de eso, Antonio aviso a Mauricio y a sus hombres que su hija estaba bien, luego se volvió a cama con su esposa.
Por otra parte, Mauricio, se sentía enojado, no había dormido nada, mientras que Carla estaba de fiesta, él tuvo que pasar la noche en vela. Él maldijo mientras entraba a la cocina, él se preparó algo rápido y después decidió ir a la cama a dormir un rato. Ese día no iría al bufete, se quedaría en casa descansando y esperaría a Carla para ponerla en su lugar.
…
Felicidades a la escritora y muchas bendiciones para que siga deleitandonos con estas historias maravillosas.
muchas muchas gracias por compartirla
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