De la novela "Los hijos que me dio la vida", de la cual surgieron tantas historias con cada uno de sus personajes más relevantes, llega ahora la historia de Emma e Isabella: dos hermosas niñas que fueron la cereza del pastel y la cura para un par de almas rotas. Dos personas que fueron víctimas de la vida y de las circunstancias, pero que, juntos, sanaron y dieron vida a sus dos princesas.
Ahora, esas pequeñas han crecido. Las gemelas maravilla tienen 27 años y han vivido una vida cargada de locuras, ingenio, travesuras y momentos llenos de risa. Comparadas con sus hermanos —en especial con Duván, el más revoltoso—, ellas siempre llevaron todo al extremo. Nunca hubo tranquilidad en ese hogar, pero heredaron el corazón noble de sus padres. Aunque son mujeres alocadas, poseen muchas virtudes y una lealtad inquebrantable.
A sus vidas llegarán dos personas que les robarán la razón y harán palpitar sus alocados corazones. Acompáñenme en esta nueva aventura.
NovelToon tiene autorización de Lida Marín para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO VEINTIDÓS
La tarde cayó por completo, la luna comenzó a hacer su aparición, apagué mi laptop y la cerré, dejé todo en orden antes de salir de la oficina, ya la niñera de Bastian había pasado por el, solo estábamos Federico y yo, los usuarios se habían ido.
- ¿ya está todo en orden? _ le pregunté.
- Si, ya solo falta apagar las luces_ respondió con brevedad.
Caminamos juntos al fondo del gimnasio e hicimos la misma rutina de todos los días, mientras yo alumbraba, el iba apagando las luces por sectores, cuando llegamos a la recepción, tomé las llaves de mi bolso, pero Federico me tomó de la mano.
- ¿que pasa? _ pregunté.
- No puedo aguantar las ganas de preguntarte algo _
- puedes preguntarme lo qué quieras, si tengo la respuesta, te la diré _ le aseguré.
- mi hijo me dijo algo, ¿él señor Fernando ya sabe de nuestra cita? _ asentí.
- así es, ya lo sabe, pero gracias a Bastian, ahora sabe de más, incluso más que nosotros _ le dije y el se acarició la cabeza.
- De verdad lo siento mucho, a veces mi hijo puede ser bastante inoportuno, no quise que pasaras por un mal momento _ me dijo visiblemente avergonzado.
- ¿tienes afán por llegar a tu casa? _ le pregunté y él negó.
- No, la niñera de Bastian lo invitó a hacer una pijamada en casa de ella con sus hijos, son casi de la misma edad y se llevan muy bien, como mañana no tiene escuela, se fue a pasar un rato agradable con sus amigos_ me comentó.
- Ok, entonces vamos, iremos a un lugar _ le dije, pusimos la alarma y salimos del gimnasio.
Nos subimos a mi camioneta y me puse en marcha, en vez de coger en dirección a mi casa, tomé el camino contrario. Este nos llevaría al mirador que había, desde allí podríamos observar la hermosa vista que nos ofrece la bahía de Miami, pasamos frente a la casa de Federico, él me señaló cuál era, me pidió detenernos, entró y a los pocos minutos salió con una manta, una botella de vino y dos copas, se subió de nuevo y volví a ponerme en marcha.
- Estás llevando este plan al siguiente nivel _ dije bromeando.
- Es para los nervios _ respondió.
- Un hombre tan grande y musculoso como tú ¿está nervioso por alguien como yo? _ lo molesté un poco.
- Si, me intimidas, eso lo sabes _ dijo.
- Tranquilo, no te voy a hacer nada... Que tú no quieras _ me encanta ver lo nervioso que se pone, la apariencia de él es ruda, pero es todo un algodón de dulce, tierno y delicado.
- Yo quiero todo _ respondió.
- Bueno, eso lo veremos _ seguí conduciendo hasta llegar al mirador.
No había nadie, solo era él y yo, el lugar lo estaban iluminando con pequeños focos que funcionan con baterías, le dio un toque romántico y cálido, nos bajamos del auto y nos acercamos para apreciar mejor la vista, Federico utilizó la manta que sacó de su casa, para ponerla sobre el césped y así sentarnos, me dio la mano, me senté con suavidad, luego él se hizo a mi lado.
- ¿por qué de repente te surgió este plan?_ indagó.
- por qué quería pasar un rato a solas, noté que te sentiste incómodo por lo que pasó hoy, pero no te preocupes, mi papá es muy racional _ le aseguré.
- No quiero que el señor Fernando piense que te quiero conquistar únicamente para que seas una ama de casa, y mucho menos para recargar en ti un deber que es solo mío _ dijo y yo negué.
- Mi papá no piensa eso, y respecto a lo último que dijiste, te corrijo, si yo tomo la decisión de unir mi vida a la de ustedes, todo lo que tenga que ver con Bastian, también compete, jamás lo voy a excluir de mi vida, no es correcto, es como si fuéramos a ser compañeros de apartamento y no una pareja, pero eso, es en caso de que sé dé algo entre nosotros _ aclaré.
- Tienes razón, y gracias, gracias por pensar en mi niño, creo que esa es una de las razones por la cual nunca formalice nada con nadie, no voy a decir que no lo intenté, pero tan pronto les hablaba de mi hijo, enseguida sacaban excusas, y deteste como no tienes idea, que rechazaran a mi hijo, por eso cortaba por lo sano, y lo mejor era quedarme así, de todas maneras, Bastian no era un niño fácil, aún estoy incrédulo por como se dieron las cosas entre ustedes, y no me malinterpretes, eso me hizo feliz, pero no deja de ser extraño para mí, y aún más cuando fue a decirme lo que pasó en tu oficina con el señor Fernando _ agachó la cabeza.
- Sírvenos un poco de vino, se va a poner caliente en tus manos _ le dije y de inmediato llenó las dos copas con el líquido carmesí.
Me pasó una copa, la chocamos sin algo en concreto por el cual brindar y bebimos.
_ Está un poco dulce, Pero me gusta _ le dije y él sonrió.
- Lo compré hace muchos años, pero no había encontrado con quién tomarlo _ me dijo.
- Vaya, entonces soy privilegiada _ comenté y él asintió.
- Aunque yo soy más privilegiado _
- Federico, realmente que buscas en mi _ pregunté directamente.
- wow, bueno, esa pregunta es muy directa, pero te voy a ser sincero... No estoy buscando algo en concreto, solo quiero ver dónde podemos llegar, me pareces una mujer bastante agradable e inteligente, además me atraes sin necesidad de hacer algo para que eso pase, eres naturalmente agradable, linda y sobre todo, se ve que tienes un corazón bastante noble, eso me gusta _ junte mi hombro con el suyo y lo empuje suavemente.
- me hiciste poner caliente las orejas, me hiciste avergonzar _ dije y él me devolvió el suave empujón.
- que bueno, pensé que solo yo me intimidaba, tienes un aura dominante, y aunque me vea así grandote, sé que ya te fijaste que soy todo lo contrario, obviamente tengo mi masculinidad, pero solo sale a relucir en ciertas ocasiones, momentos específicos _ me dio una mirada que si hubiese estado de pie, habría caído de rodillas, comprendí en que momentos esa masculinidad se hace presente.
- Espero ser tan privilegiada y poder ser testigo de eso, muero por conocer esa otra personalidad tuya _ bebí de mi copa y miré para el otro extremo, sentí mis mejillas demasiado calientes.
Sentí el roce de su mano, retirando el cabello que cubría mi cara, dejo la copa sobre el césped y cuando la liberó, la llevo a mi barbilla, la sostuvo con firmeza, pero sin ser rudo y giró mi cara hacia él, agarró mi cuello y me atrajo cerca de su rostro.
- Puedo ser así, o puedo simplemente mantener la compostura _ dijo rozando nuestros labios, mi corazón latía con fuerza, juro que podía escucharlo... Cuando pensé que me besaría, se empezó a alejar y a soltarme de su agarré.
Pero entonces lo tomé de su camiseta y junte nuestros labios, a mí no me iba a dejar así.