La llegada de Isabella provocará un cambio de 180° a su vida, ¿Podrá seguir como antes o se dejará llevar?
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Su departamento
Llegó el sábado y Alessandro no había venido más y tampoco me había buscado, bueno es que nisiquiera teníamos como comunicarnos, jamás intercambiamos números de teléfono.
Estos últimos días habían sido los más largos de mi vida. En ocasiones salía con Denis y luego otros ratos conversaba con Kevin, también recordaba a mis amigos del internado jamás me tomé la molestia de avisarles que no pensaba regresar, nisiquiera se dónde guarde el pequeño cuaderno donde tenía sus contactos, quería algún día de estos hablarles contarles como a sido mi vida, seguramente mi amiga Emma se volverá loca cuando le cuente que perdí mi virginidad con un hombre 13 años mayor que yo.
Hoy estoy sola en casa mamá le dio el día libre a la gente de servicio, como no hay nadie y mi amigo Kevin vendrá a visitarme tuve que pedir comida a un restaurante.
Desde el pequeño sofá Kevin me miraba intrigado, se que el quería preguntar algo, pero por algún motivo no se atrevía acaso era algo malo o incómodo, pero si desdé el poco tiempo que tengo conociéndolo jamás se a detenido por nada, al fin dejo de limarse las uñas y me miró intrigado.
– Issa, tengo una duda?
– Lo mire frunciendo el seño– Que duda?
– Ya te acostaste con Denis? – mi cuerpo se tensó, claro como no si este tipo de conversaciones aún qué sean con un amigo jamás me an gustado, bueno Kevin más que parecer un amigo creo que es amiga pero igual me incomodaban esos temas.
– Por qué preguntas eso, claro que no aún no estoy lista. – solo eso dije y continúe escribiendo en mi cuaderno, pero el no volvió a su manicura, al contrario se acercó a mi muy sospechoso.
– Issa tienes 16 años se que eres joven y lo que te voy a decir te puede incómodar aún más por qué así eres tú, eres una niña rara y tímida pero... – Me miro un poco intrigado y volvió a hablar. – Jamás tocamos el tema, pero juro que cuando recién te conocía eras virgen.
– Y eso que, tengo solo 16 años muchas chicas que son mayores de edad lo son e incluso mujer que casi me doblan la edad son vírgenes, no entiendo tu punto.
– No entiendes lo que te estoy intentando decir, en ese entonces eras virgen pero ya no lo eres.– Solté mi pluma y lo mire sería luego solté una pequeña carcajada y lo miré, el estaba serio como esperando que yo me delatara. – Que es tan gracioso Isabella?
– Es que mira lo que estás diciendo como podrías saber tu eso.
– Lo se y ya. Y el que seas una mustia no quiere decir que no te den ganas de coger, así que dime cuándo, cómo y con quién lo hiciste si no fue Denis, o si fue con el y no quieres contarme, no, pero estoy seguro que el no fue.
– Kevin no eh estado con nadie, así que no puedes estar seguro de que ya lo hice y menos de con quién fue que lo hice o no lo hice.
– Bien, entonces jura por nuestra amistad que yo estoy equivocado. – Borré la diversión de mi rostro, y no dije nada no jure nada por qué el tenía razón, todo lo que decía era verdad.
– Lo vez te quedaste callada, así que empieza a hablar ahora mismo, cuando pasó.
– Basta, no quiero hablar sobre esto me estoy incomodando.
– Lo sabía, paso, anda ven acomodate junto a mi y cuéntame todo con detalle muero por saber cómo es que se foll...n a mí amiga la santa. – se hizo a un lado y dando pequeños golpesitos en el espacio sobre el sofá, negué y quise volver a escribir pero este quito las cosas de mis manos.
– Estás loco, nada de eso es cierto.
– Lo es y sabes por qué lo se?. – Lo mire intrigada esperando que diría. – Eres igual a el, ya había tenido un amigo con tu misma personalidad, siempre fue igual que tú y luego de pronto su actitud se empezó a comportar un poco diferente, ya no era tan tímido y su semblante cambió sus vibras cambiaron. Entonces lo confronte y me contó lo que había pasado, tuvo su primera vez, y eso pasa contigo.
– Da igual no es nada importante – Solté sin más e intente huir de su interrogatorio.
– Vez si paso, dime por qué no es importante amas a Denis o me equivoco, si no lo amarás no lo hubieras echó. – El mismo dijo que intuía que no había sido con Denis por qué ahora creía que si.
–Paso hace un mes, aquí mismo en esta casa.
–Solto un grito de emoción y me llamo para sentarme junto a el. – Cuéntame, cuéntame cómo se porto contigo el papucho de Denis.
– No fue con Denis– solté y di la vuelta para mirar la expresión de asombro que ahora tenía Kevin en su rostro.
– También lo sabía, si hubiera sido con Denis yo hubiera notado un cambio en su relación y encanbio yo los seguí viendo igual, dime con quién fue, te sientes mal por haber engañado a Denis no lo as vuelto a hacer verdad.
– Fue más de una vez, despues de la primera vez volvió a pasar casi a diario asta el día de hoy sigo con el a pesar de estar con Denis. – Cai sobre el sofá, esperaba que me regañara o cualquier sermón pero solo se quedó callado.
Al final me abrazó fuerte no necesitaba ese abrazo por qué realmente no me sentía mal, no estaba arrepentida.
– No me arrepiento– dije y el aflojó su agarré y me miró.
– Amas a este otro chico?
Claro que lo amaba, terminé contándole todo a Kevin, como paso y como continúo, el ya sabía quién era Alessandro Bohnam y la fama que tenía, fue la primera persona que dijo huye de el, nada saldrá bien, pero también sabía que no aria caso entonces entonces luego que le conté que el se había ido a su departamento y que no nos veíamos desde entonces creo que me animo un poco a buscarlo, nisiquiera sabía dónde vivía pero Kevin se encargo de investigar por mi.
Es que yo lo estaba extrañando y me hacía falta estar con el, cuando Kevin dijo que tenía la dirección y el número de departamento casi en nada me duché y arreglé.
Estábamos frente al enorme edificio su departamento estaba en el último piso, Kevin insistió en esperarme pero era egoísta de mi parte decirle que lo hiciera cuando probablemente no bajaría en un buen rato entonces lo convencí de marcharse.
Llegue asta la puerta de su departamento, toque durante varios minutos, era imposible que no estuviera eran casi las 10 de la noche además era sábado no trabajaban asta tarde hoy, me tiré rendida en el piso, me recargue sobre la puerta y me abrace a mis rodillas y cada cuanto miraba la hora en mi teléfono, de a poco avanzaba el tiempo tenía esperándolo casi dos horas.
Me estaba empezando a vencer el sueño cuando escuché el sonido del elevador y voces acompañadas de risas, me levanté rápido y con la poca luz que salía del elevador los ví saliendo de el, era el con una mujer cargada y besándola, la soltó para caminar asta su puerta y justo ahí me vio de pie, creí que se preocuparía por lo que yo fuera a pensar y que querría explicar lo que vi pero no fue así.
– Isabella? que rayos estás haciendo aquí, cómo supiste dónde vivía. – no respondí nada, al contrario la mujer a su lado pregunto tomando su mano y el no se negó permitió que ella la entrelazara con la suya.
– Quién es está niña cariño.
– Isabella te estoy hablando como llegaste aquí?
– No importa, ya me iba. – Dije marchandome de ahí, pase tan rápido por el lado de el chocando con su brazo.
Salí corriendo del edificio, era tarde y las calles estaban solitarias no tenía idea de cómo regresaría a casa, casi suelto el llanto cuando tocaron mi hombro, era esa mujer que llegó con Alessandro.
– Me exalté y voltee asustada a su dirección – Tranquila no pasa nada soy yo, Aless me pidió que me fuera se sintió mal por haberle hablado así a su pequeña hermana.
– Te dijo que soy su hermana?
– Si, queríamos tener sexo pasar una buena noche juntos pero se preocupó por ti, dijo que tal vez pelearé con sus padres para que estuvieras aquí, es un buen hermano debe quererte mucho, vamos por qué no subes con el, yo me voy a marchar ahora nos vemos pequeña.
La chica se fue y yo estaba furiosa, el muy idiota nisiquiera tuvo el valor para decirle la verdad a esa mujer, siempre repitió que jamás me vería como hermana y es el quien lo termina repitiendo a todo mundo, claro cuando le conviene.