Bernada, estaba con el alma rota y un gran dolor en el alma, un angel le envío un gran regalo y ella resurgió de entre sus cenizas para tomar revancha, pero..., sin poder evitarlo, el amor la encuentra y ella solo podía decir. "Cariño, déjame ayudarte"
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Cap. 15 Alex, ya volví
En el colegio, Bernarda entró a la oficina del director, el hombre la reconoció de inmediato, además, era un gran amigo de su difunto tío, esto era grato para ambos.
—Señora Bernarda, un gusto recibirla, me siento honrado que sus niñas quieran estudiar en esta unidad educativa —dijo con una agradable sonrisa.
—Gracias, espero que mis niñas se sientan tranquilas y seguras —dijo Bernarda. Las niñas, mientras tanto, eran guiadas por el colegio, le mostraban los lugares. Fue cuando una niña muy linda vio a Belle y se acercó con una sonrisa.
Bella se asustó al principio, pero esa niña era la sobrina de Ángela. En cuanto la vio, la reconoció, por lo que su tía le dijo"En cuanto se conocieron, ambas se conectaron, era la comodidad de las amigas que durarán para toda la vida”
Samira, por otro lado, estaba emocionada. Varias niñas estaban jugando fútbol, tenían una academia de fútbol femenino en el colegio, eso la emocionó. En su otro colegio no la dejaban jugar con los niños, y las niñas le decían que era una machona, por eso no querían jugar otras cosas.
Cuando Bernarda fue a ver a las niñas, estaba encantada. Ambas niñas se veían felices, se habían adaptado en muy poco tiempo. A un lado, Belle estaba charlando con dos niñas muy animadas que hablaban como loritos y Belle las escuchaba con los ojos brillantes. No hablaban de chicos, hablaban del concurso anual de matemáticas y el festival de talento de canto y baile. Además, estaban decididas a incluir a Belle al club de literatura y artes, ya que ella dijo que le gustaba leer y dibujar.
Por el otro lado, estaba Samira. La rodeaban tres niñas con uniforme de fútbol y hablaban con algarabía al saber que ella también jugaba fútbol. La traviesa Samira era como un cachorrito con dos colas.
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Mientras esto pasaba, en el taller de Alex, su amigo Julio había llegado de un viaje de trabajo, en realidad, estaba vendiendo mercadería en las ciudades aledañas, de caso hace tres años y las facturas se acumulaban, más aún con un embarazo de 4 meses.
—Alex, ya volví, estoy cansado, estuve tantos meses fuera, creí que no llegaría nunca, si no fuera que María fue a encontrarse conmigo hace 4 meses, habría creído que no tenía donde llegar, ella de verdad que es una joya, es la mejor mujer del mundo —dijo Julio dando un abrazo a su amigo, ellos se conocen desde los 5 años.
Alex asintió y sonrió. Su amigo estuvo casi 8 meses en viajes, teme que su matrimonio no soporte ese ritmo de vida, María es muy buena, pero Julio a veces no es el más responsable y eso le inquieta.
—Julio, me alegra verte, vi a María en el mercado el otro día, felicidades por el bebé, solo no lo arruines, no hagas tonterías —dijo Alex mientras Julio se ofendía completamente.
—Alex, eso jamás, ya te dije. En cuanto conoció a María, esos años de picaflor terminaron; ahora estoy dedicado a mi familia, y nada más —dijo Julio con reproche en la voz. Si bien había sido de bragueta abierta antes, María era la mujer que lo instó a tener una familia y asentarse.
Alex asintió esperando que así sea, solo no quería que María sufriera. Ella es suave y muy tímida, le recuerda a Belle. Su niña será como María cuando sea grande, y no le gustaría que un sinvergüenza la esté lastimando.
Julio vio la mano de Alex, lo vio sacarse un anillo del dedo para ponerse a trabajar, dejando a Julio con la boca abierta.
—Alex…, Alex…, ese anillo, tú…, ¿te casaste? —dijo casi gritando. Tenía los ojos abiertos como platos, esto era realmente inaudito, Alex jamás le daría a sus hijas una madrastra que las pueda lastimar, así como lo hizo Dora.
Alex solo rodó los ojos, era demasiado dramático ese amigo suyo.
—Si, me he casado, pero no es lo que piensas, es un trato, es por la casa, supuestamente solo será por un año, ella es buena con las niñas, así que no hagas escándalo —dijo tranquilo mientras que Julio quería saltar de alegría, no le importaba si era por conveniencia, su amigo por fin estaba dejando sus miedos.
Julio solo negó con las manos, no quería que su amigo se sintiera presionado, así que se calmó a él mismo y habló de forma conciliadora.
—Alex, amigo mío, tranquilo, solo permíteme conocer a la cuñada. Le diré a María que hagamos una cena para confraternizar, aunque sea corto, es bueno tener un acercamiento —dijo Julio, esperanzado, realmente quiere saber cómo sería la mujer que logró cazar a su amigo.
Alex no le dio mucha importancia, pero aceptó la situación, sin embargo, quería que su amigo se vaya. Solo va a arreglar ese auto y luego se irá a alistar, quiere darse un buen baño, no quiere oler a aceite de motor, limpiar bien sus manos. Bernarda se ve preciosa, es muy distinguida para ser una chica común, me da miedo que lo rechace por su trabajo que no es el más limpio, pero Alex es muy meticuloso con la limpieza, nunca se presentaba desaliñado ante sus hijas, ya que ellas necesitaban tener un entorno saludable y limpio.
Alex pudo al fin deshacerse de Julio, entregó el vehículo y se fue a alistar. Además, tiene que cocinar. Eso de hacer la cena, no era solo una frase, además. Sabía qué platos hacía que las niñas se sientan satisfechas y se fueran a dormir temprano, eso era algo que sería ventajoso, Bernarda lo tenía hipnotizado, se sentía atraído por ella todo el tiempo, desde el momento que la vio en ese auto, se sintió como un chiquillo enamoradizo de inmediato.
A las 3 de la tarde, un autobús llegó cerca de su casa, Alex salió corriendo y sus niñas bajaron de ahí despidiéndose de otros niños y niñas. Ambas sonreían alegres y Belle sonreía deslumbrante, sus ojitos brillaban como soles.
Alex suspiró con alivio, Bernarda tenía razón, era el ambiente lo que tenía a sus niñas siempre decaídas, realmente ahora se veían deslumbrantes.
Ellas corrieron para abrazar a su padre, estaban contentas de su día de colegio y Alex casi se derrite de emoción al verlas. Está realmente agradecido con Bernarda, así que estaba decidido en que esa noche se lo agradecería muchísimo, más de lo que ella pueda tolerar.
... sin embargo, todo hay que decirlo: tu trabajo es muy bueno, está historia es bella y atrapante. Ánimo, continúa. tienes mucho, pero mucho Talento... saludos