¿Qué sucede cuando la mafia y el romance se juntan? Bastian es un bravucón de corazón frío que esconde un deseo particular: quiere amar de verdad. La vida le sonríe cuando Nadir aparece en la preparatoria como el estudiante nuevo y ambos se embarcarán en una relación bastante curiosa.
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19
Camino por la cancha de basquetbol, es la hora del receso y estoy dirigiendo mis pasos en dirección a él. ¡Me siento chido!
Cuando estoy por llegar a la canasta, Oliver me observa. ¡Está sudando! Tiene la frente escurriendo y sus brazos brillan porque están húmedos.
—¡Buen juego! —Le digo y le ofrezco una botella de electrolitos—. ¡Hidrátate!
Sus ojos miel brillan y yo estoy aquí.
—¡Gracias por preocuparte por mí!
—Somos colegas de club, tenemos que apoyarnos.
Su sonrisa es muy amplia, se acerca a mí y pone su mano sobre mi cabeza. Acaricia mi cabello.
—¿Podemos desayunar juntos?
—Sí, es una buena idea. Tengo las propuestas para el partido de basquetbol entonces podemos planificar.
Asiente, sus cejas son bonitas.
—Me parece bien.
—¿Irás a ducharte?
—No. Seguiremos entrenando después del receso.
—Bueno, si quieres puedes limpiarte el sudor con esto —le ofrezco un poco de papel higiénico.
Mueve sus cejas, se agacha para mirarme de frente.
—¿Podrías ayudarme con eso?
—¿Estás coqueteando conmigo?
—¿Soy bueno?
—Eres guapo.
Pongo el papel sobre su frente y comienzo a limpiarle la cara.
—¿Crees que soy guapo?
—Para tu club de fans eres guapo, para mí no.
—¡Ouch! Pensé que...
—Vamos a comer, tengo hambre.
En la cafetería hay ruido a esta hora. Él come un poco de arroz chino y yo degusto el pollo agridulce. ¡Me encanta la comida china!
—Hablé con los demás compañeros y están de acuerdo. La banda de música presentará su show para abrir el partido. Las porristas estarán presentes desde el inicio y al final, darán un show de medio tiempo junto a la banda de música. Para los puestos de...
—Nadir.
—¿Sí?
—¿Por qué eres tan meticuloso?
—¿No debo ser así?
—Me gusta, creo que es lindo ver cómo te esmeras para que todo salga bien.
—Es para que al final podamos disfrutarlo también. Siempre me gusta dar lo que me gustaría recibir.
Mastica un trozo de pollo, medita en mis palabras.
—¿Y qué tipo de romance te gustaría recibir?
—Yo...
El sonido de algo cayéndose al suelo captura la atención de todos. Es un muchacho quien acaba de perder su almuerzo.
—Te lo advertí ¿o no? —Le grita un chavo de Mafia.
—¡No tengo la culpa! Yo hice lo más que pude para...
El bravucón abre una botella de soda y la vierte en la cabeza de su víctima.
—¡Vete al carajo! Mereces esto y más.
El bravucón se va de la escena y el tipo comienza a levantar los restos de comida.
—¿Qué habrá pasado? —Me animo a preguntarle a Oliver.
—Es mejor no averiguarlo, esto no es nada.
—¿Qué pasa con esta escuela?
—Es parte de la esencia de esta preparatoria. Seguro ese chico romance hizo mal un negocio con el de mafia y por eso le pasó eso.
—¿Negocio?
—Aunque mafia y romance somos rivales, los clubes hacen negocios que les permiten tener diversión o desagrado. Todo depende.
—¿De qué?
—Del tipo de negocio que hagas. ¿Aún no te han hecho ofertas?
—No.
—Eres de los chavos populares, seguro pronto te caerá un negocio.
—Como sea, volvamos al juego de basquetbol.
—¿Qué tipo de romance te gustaría recibir? —Su pregunta retoma el tema pendiente.
