LA HIJA DEL JARDINERO

Hoy, luego de la noche loca en la Disco con Luka, no he podido evitar sentir un escalofrío cada vez que recuerdo cuando David me tomó en sus brazos para bailar. Mi cuerpo reaccionó como si fuera un imán, inconscientemente se pegó al suyo. Y esa sensación me asusta.

Cuando me hablaba, mis ojos iban a los suyos, pero luego iban a su boca. Y era imposible no querer besarlos o ser besada. ¡Ayyyy no! ¿Sería el alcohol? Debo alejarme de David, evitar encontrarlo, evitar hablarle. Debo trabajar, trabajar y trabajar.

Afortunadamente, mi cerebro funcionó a mi favor. Me permitió tener las ideas claras y saber escapar en el momento justo. El poder de la mente sobre las emociones. ¡Uffa! Debo centrarme, aparte de mi trabajo, en las artes aprendidas.

Quiero comprar un piano. Practicar todos los días, con constancia, ensayar, ser dedicada e imitadora, ya que imitando a los grandes como Chopin y Arthur Runinstein podré llegar a ser igual o mejor que ellos, todo dependerá de mi. Para evitar que cualquier necesidad de amar o ser amada me distraigan, practicaré en mi piano por horas, así obligo a que cualquier deseo inapropiado me domine.

Una vez tenga el piano, quiero montar mi estudio de grabación. Allí practicaré canto y la composición. Estas aptitudes que quiero seguir desarrollando le darán más poder y fuerza a mis decisiones. Hoy tengo todo el día libre hasta las 6pm, cuando me debo reunir con los médicos en la clínica.

Así que le pediré a Lukas que me acompañe a comprar lo que necesito para dar inicio a esta nueva faceta. Debo comprar un ordenador especial, auriculares, software de edición, interfaz de audio, cables y conectores, altavoces y micrófonos. No es mucho lo que necesito inicialmente para tener mi estudio de grabación.

En mi casa, donde voy a vivir con David, mandé construir dos salones fuera de la casa para no molestar con el ruido. Cubriré el suelo y las paredes con alfombras gruesas para evitar que el sonido rebote por la habitación y se propague. Las cortinas y tapices de tejidos gruesos también ayudarán a absorber el sonido.

El salón donde practicaré todos los días la danza contemporánea le pondré enormes espejos para ver mis movimientos. El suelo será de madera, instalaré un sistema de sonido de lujo, con un par de altavoces decentes con buenos bajos y control de volumen.

Poco a poco, y a pesar de este matrimonio, conseguiré continuar con mis sueños. Cuando la presencia de David me perturbe, ya tengo maneras de encausar mi cordura, no me dejaré vencer. Por el contrario, mientras yo me armo, tu estás desprotegido David. Tu única salida será ir a ver a Alice, o buscar alguna rubia sexy o al whisky.

Anoche vi que soy perversa. Y así como tu presencia me desestabiliza, igualmente yo te provocaré a ti. Anoche vi que lo puedo lograr. "Tienes las nalgas bonitas". "Tu short y tu top me provocaron". Guerra es guerra David, veremos quién sale vencedor.

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Han pasado dos meses desde que me casé.

Poco a poco las cosas en la clínica han comenzado a mejorar internamente. Externamente, tenemos muchos inconvenientes pues hay varias demandas de gente poderosa por mala praxis.

Algunos profesionales no investigaron adecuadamente las causas de las enfermedades de ciertos pacientes y, en consecuencia, no propusieron alternativas de tratamiento pertinentes para curarlas. Algunos de ellos murieron y otros quedaron con graves secuelas.

Esto ha generado y sigue generando enormes pérdidas a la clínica. La responsabilidad penal busca una sanción a la persona o a la institución que ha delinquido y esto ha resultado en severas multas, inhabilitación para el ejercicio de la profesión y hasta prisión.

Realmente tenemos un grave problema. Hasta ahora se ha ocultado, no ha salido a la luz pública pero si esto llega a la prensa estamos acabados. Debemos reparar pronto el daño causado durante el ejercicio de estos irresponsables.

Me pondré en la búsqueda de asesoría de un excelente especialista en materia legal para ver si la clínica tiene un seguro de mala praxis que cubra estas demandas. Y tratar de indemnizar a los damnificados.

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Cuatro meses desde que me casé.

Mis asesores legales encontraron que la clínica sí tiene un seguro de mala praxis. Los deficientes abogados que tenía la clínica, no habían leído la letra pequeña de las cláusulas.

Hemos ido amortizando pagos, indemnizando inconformes y tapando todos los huecos qué los profesionales inútiles dejaron. Quizás a la vuelta de un año o año y medio, logremos pagar todo.

Al ver los resultados de las varias intervenciones quirúrgicas que he realizado, muchos doctores han comenzado a poner su confianza en mí. Me he ido ganando el respeto de todos los trabajadores, como de muchos nuevos pacientes.

El Dr Peter ha vuelto a la clínica, aunque no a trabajar, sino a supervisar. Nuevamente, está orgulloso del legado de sus antecesores. Felicita y agradece a todo el mundo por su esfuerzo y dedicación en esta nueva etapa.

David también ha hecho su mejor esfuerzo. Aunque no me dice nada, sé que se siente contento con lo que juntos hemos logrado. Nos evitamos para no discutir, pero ya eso va a ser difícil pues nuestra casa ya está lista para que la habitemos.

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Una vez que estuvieron finalizados los arreglos de la casa, le pedí ayuda a mi padre para hacer la mudanza. Me sentí muy cómoda y feliz porque realmente quedó hermosa. Había llegado mi piano y todos los demás artículos que había comprado. Esto sería emocionante.

El día que fui al consultorio de David para hacerle entrega de las llaves de la casa, alcancé a escuchar una conversación que mantenía David con Alice. "En quince días viajo", "te hace falta algo Alice", "también te extraño", "te quiero, cuídate mucho".

Respiré profundo y toqué su puerta. —Disculpa que te interrumpa David, pero quería hacerte entrega de las llaves de la casa. Está lista para que te mudes cuando quieras. Permiso.

—¡Espera Sabrina! Quería darte las gracias por tu buen desempeño en la clínica. Tengo que admitir que eres una excelente profesional.

—Gracias David, también aprovecho para hacerte saber que en quince días debo salir del país. Estoy haciendo ajustes con mis pacientes para postergar las intervenciones. Estaré un mes fuera. Durante ese tiempo espero que estés pendiente del buen funcionamiento de estas instalaciones

—¿Es necesario que viajes tan pronto y que tardes tanto Sabrina?

—Sí muy necesario, lo siento. Tengo otras actividades fuera del país que tengo que atender.

—¿Quizás un nuevo amor doctora?

—No es tan nuevo Dr Taylor, permiso.

—¿Te debo recordar mi querida esposita que estás casada?

—No, no me lo debes recordar. Desgraciadamente siempre lo tengo presente. Y a usted falso maridito, ¿se le olvida de vez en cuando que está casado?

—No, tampoco se me olvida. Y no veo la hora que esto termine. Así como tú tenias una vida, yo también tenia la mía. Así que estamos a la par doctora. ¡Se puede retirar! También tengo muchas cosas que hacer.