Un acuerdo nada convencional. Bryan Roignz, un famoso empresario y abogado, es un hombre apuesto y deseado por muchas, por su dinero, belleza, fama y poder. Sin mencionar que su apellido ya tiene su propia fama. Él ve una gran oportunidad, pero necesita ayuda. Samantha, una mujer fuerte, decidida y con habilidades únicas, se encuentra sin nada. De un día para otro, su vida da un giro total. Él necesita un acuerdo y ella dinero. El destino decide ponerlos cara a cara. Ven conmigo, viajemos juntos en esta historia de amor, comedia, superación y fe...
NovelToon tiene autorización de Vlaucia Campos para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 12
Samantha
¡Dios mío! ¡Luna casi me vuelve loca! Fuimos a un montón de tiendas, compramos muchísimas cosas.
¡Nunca había comprado tanta ropa en mi vida! Y entre ellas muchos vestidos, ropa muy femenina y algunas que nunca me compraría, también muchos zapatos de tacón, ropa interior, cremas, perfumes, accesorios y joyas.
Para finalizar, maquillaje, y Luna me obligó a hacer un curso que la tienda ofrecía a quien comprara determinado valor.
Como no tengo nada de maquillaje y necesité comprar todo, ¡me gané el dichoso curso! ¡También gasté una barbaridad! ¡Si tuviera que comprarlo con mi dinero, no lo compraría!
¡Qué difícil es ser la esposa de este hombre!, recuerdo los euros y ok...
Bryan
Mis amigos me mandan mensajes y decido no responder, mejor que piensen que estoy con ella.
Salgo de casa de mis padres, paso por una joyería y compro mucho.
Antes le había enviado un mensaje preguntándole la talla del anillo, ¡me respondió y muy objetivamente sólo el número!
Compro las alianzas y después voy directo a mi ático.
Hoy no hay ninguna diversión.
No soy fanático de la televisión, así que me doy una ducha, decido abrir un vino y me quedo pensando en cómo serán las cosas de ahora en adelante, muchas cosas van a cambiar en mi vida y espero estar tomando la decisión correcta.
Samantha
¡Después de comprar mucho!, llegué a casa agotada, ¡casarme cansa más que correr dos horas o pedalear 80 km!...
Me doy una ducha y mejor llamo a mis padres, los amo, aunque sé que están siendo injustos conmigo, prefirieron creer la versión contraria a la mía.
Está bien, les debo respeto. ¿Sabes qué?, iré para allá. Espero que mi hermano y su esposa no estén en casa y si lo están, que no me vean.
Samantha se arregla y se va, al llegar allí, tiene la contraseña de la entrada, sube y quien abre la puerta es su madre.
Lucía – ¡¡¡Hola!!! Hija.
Samantha – Hola mamá, ¿cómo estás?
Lucía sonriendo – Pasa hija mía, estoy bien ¿y tú?
Samantha – Estoy bien, sólo necesito hablar un poco con usted y con papá.
Carlos – Hola, ¿otra vez con tus excusas?
Samantha – Hola papá, no se trata de mi carrera ni de nada relacionado con el trabajo.
Carlos, que estaba sentado en su sillón – ¿Qué has hecho esta vez, Samantha?
Samantha respira – No he hecho nada papá, sólo me he enamorado.
Lucía riendo- ¿En serio hija?
Samantha – Sí, no quise decirlo antes porque como saben estaba viviendo un momento muy complicado y todavía lo estoy, ¡pero Bryan quiere que me case con él y acepté!
Lucía – ¡¡¡Qué felicidad!!! Me alegro por ti, querida mía, le pedí tanto a Dios que te enviara un buen hombre, sabía que me escucharía.
Samantha piensa "pobrecita mi madre, si supiera que no es nada de eso, que mi padre tiene razón y es profesional, sólo un negocio, ¡una salida!".
Carlos – Al menos es una noticia interesante, aunque no sé, no...
Lucía – Deja de meterte con Sam, Carlos.
Carlos – ¿Quién es?
Samantha – No sé si lo conoces, si lo conoces seguro que es de los medios de comunicación. Se llama Bryan Roigns.
Carlos – ¿En serio, Samantha? ¿Cómo conociste a un hombre como él? Sé que es el mejor abogado de España y tiene mucho dinero, y sólo se relaciona con la alta sociedad.
Samantha – Sí, es él, de hecho papá, nos conocimos por un accidente de tráfico en Barcelona. Cuando me quedé allí un tiempo. Él me ayudó y acabamos siendo amigos y luego nos enamoramos.
Lucía – ¡Qué bonito! ¿Ves hija mía?, Dios sabe lo que hace.
Samantha – Sí mamá.
Samantha piensa "espero que Dios no me castigue por esto".
Carlos – Extraño. Pero la vida es tuya y aunque te diga algo, ¡no me escucharías! Así que por mí...
Lucía animada – ¿Cuándo será la boda?
Samantha – Sólo nos casaremos por lo civil, no nos gusta la exposición.
Carlos riendo – ¿Quieres que me crea que estás enamorada? Ni siquiera se van a casar como la gente normal, ¿ni siquiera lo has traído aquí? Rico como es, dejándote pasar por una situación así.
Apuesto a que ni siquiera sabe de tu antigua carrera\, de las m***** que hiciste.
Samantha – No lo sabe y papá ¡no hice nada malo! Nada malo, si pudieras ver más allá de lo que muestran o si yo fuera Carlitos o Sabrina o incluso Julia, me creerías.
Lo siento mamá, pero me voy a casa, si me necesitan llámenme. Les llamo en cuanto pueda.
Ella besa y abraza a su madre.
Lucía – Hija, no le hagas caso a tu padre, ya sabes que te quiere, sólo que no sabe cómo expresarlo y se preocupa demasiado...
Sam, llegas y sólo dices que te vas a casar, intenta entendernos.
Samantha – Mamá, llevo toda la vida intentando entenderos, lo siento, tengo que irme.
Adiós papá, cuídate.
Carlos – Sam, que sepas que esta historia no está bien contada y a ver si no haces nada malo o más malo de lo que ya has hecho.
Samantha
Simplemente me voy, no servirá de nada enfrentarme a mi padre ni discutir, él no cree en mí.
Tengo ganas de llorar, pero no puedo.
Decido volver andando, paso por una iglesia y hay misa, entro y participo.
Acabo sentándome al lado de una señora, cada dos por tres me mira y me sonríe, es extraño porque parecía que sólo yo la veía, debe de ser cosa de mi cabeza.
Rezo, parece que el sermón del cura ha sido para mí, hablando de juicios, que no debemos juzgar y dejar eso en manos de Dios...
Estaba tan disgustada y concentrada en mis oraciones, que aún así escuché a la señora decirme: "todo saldrá bien, ¡eres fuerte!, ¡él te necesita y tú a él!".
Cuando miro para darle las gracias, ya no estaba, ¿¿¿cómo???? Simplemente desapareció...
Bryan
Me he tomado dos botellas de vino yo solo y me voy a dormir......
Samantha
Salgo de la iglesia y corro durante dos horas, ¡tengo que dejar de torturarme y me encanta correr! Al llegar a casa, otra ducha, una pastilla y a la cama. Me duermo pensando en cómo desapareció esa señora y cómo sabía lo de Bryan.
y hasta ahora me doy cuenta que no está completa 😃
por favor, que la autora no tarde en subir los capítulos
y los protagonistas son geniales
ya quiero saber cuál es la carrera de Sam, mucho misterio