Lian se enfrenta a la realidad en la que despierta como un anómalo, y deberá enfrentarse a las dificultades que su mundo le preparará; un mundo en el que la iglesia y la sociedad consideran a los anómalos como personas malditas, mientras el gobierno los ve como una amenaza.
¿Cómo superará Lian todos los desafíos por venir?
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Capítulo 18: Dylan, el cazador de anómalos
—¿Dónde estamos, Sofía?.— pregunté con desconcierto.
Después de habernos despedido de Kevin y los demás en el puerto, Sofía y yo habíamos ingresado a uno de los edificios abandonados que se encontraban en la isla, pues Sofía me iba a mostrar algo interesante, o es lo que me dijo durante el camino.
—Desde aquí podremos ayudar a los demás con la misión.— exclamó mientras abría la puerta ya desgastada del edificio abandonado.
«Este lugar podría venirse abajo en cualquier momento»
En el suelo, techo y paredes del edificio se podían apreciar grietas, unas siendo tan profundas que permitían el paso de la luz del sol del exterior hacia el interior.
—Sofía... ¿Este lugar es seguro?
—Sí.
—¿Estás completamente segura?— dije mientras veía una grieta en la pared.
—Sí... Y si llegará a derrumbarse con nosotros dentro del edificio... Entonces, solo tendría que crear un escudo.— exclamó con tranquilidad.
—... Claro.
—Bien, llegamos.— dijo mientras se detenía delante de un cuarto completamente oscuro.
—¿Aquí?
—Sí
Una vez dentro del cuarto Sofía encendió las luces de la habitación.
—¡Wow!... ¿Tú construiste todo esto?
—No... Recibí la ayuda del señor David y de Kevin. Aunque aún le faltan muchas cosas.
«Es impresionante que hayan podido construir todo esto» pensé mientras observaba toda la habitación.
En la habitación se podía apreciar una docena de cables que recorrían todo el lugar, de igual forma, se podían observar algunas pantallas sobre unas mesas metálicas; algunas de esas pantallas tenían una palanca de su lado derecho, al igual que un tablero con varios botones que no sabía que hacían.
—Y... ¿Exactamente que es este lugar, Sofía?
—Desde aquí controlamos los vigías...
—Espera... ¿Vigías?... ¿Ustedes también tienen esos robots voladores?
—Sí.
—¿Y cómo es que tienen vigías?
—Quitándoselos a la DCA.
—¿Pero así no los pueden rastrear los del Departamento de Inteligencia y Seguridad?
—Les quitamos el dispositivo de rastreo, así que no, no pueden rastrear a nuestros vigías.
—... ¿Y todo lo demás? ¿Cómo lo consiguieron?
—Eso fue gracias al señor Asher... Cómo sabrás, él tiene conexiones con el señor Roger Lennox, quien nos consiguió todo esto.
—Ya veo.
—Bien... Veamos si ya podemos elevar el vigía.— dijo Sofía mientras se acercaba a una de las mesas.
Cuando Sofía se encontraba a unos centímetros de la mesa sacó un comunicador del bolsillo de su bata.
—¿Ya tienen todo preparado?
—...
—Bien.
Sofía presionó uno de los botones que se encontraban en el tablero, y solo algunos segundos después la pantalla que tenía justo en frente se encendió entonces, una imagen se mostró en la pantalla.
—¿Qué estamos viendo, Sofía?
—Es el ferry.
«Así que usará el vigía para ayudar a Kevin y a los demás en la misión»
—Aléjense del vigía.— indicó Sofía por el comunicador.— Muy bien, veamos que tal funciona el vigía.
El vigía despegó con normalidad y se pudo mover sin ningún inconveniente. Después de haber comprobado que el vigía funcionaba con normalidad, Sofía lo hizo descender en el ferry.
—El vigía funciono de forma excelente.— dijo Sofía por la radio. —Bien, nos vemos dentro de unas horas, adiós.— exclamó Sofía para después apagar el comunicador y guardarlo una vez más en una bata.
—¿Y ahora qué hacemos?
—Solo estaremos esperando aquí... Hasta que llegue nuestra hora de actuar.
—¿Estaremos esperando aquí durante las siguientes horas?
—Sí.— exclamó ella mientras se sentaba.
Yo solo di un pequeño suspiro y busque una silla en la que poder sentarme.
—¿Cuánto tiempo estaremos aquí?
—Hum... Yo diría que unas cuatro horas.
—¡Eh!, ¿Cuánto tiempo tardarán Kevin y los demás en llegar a su destino?
—... Veamos... Son unas cuatro horas en el mar, más el tiempo que tardan en prepararse para seguir el trayecto en vehículo... Yo diría que unas seis horas.
(Suspiro)
—Creo que iré por una botella de agua.
—¿Puedes traerme una a mí?
—Claro.
—Gracias.
«Así que seis horas, eh»
Luego de unos minutos regrese con dos botellas de agua y algunos dulces.
—¿Trajiste dulces?
—Sí.
Durante las siguientes horas estuve entrenando el ver el Kuxtal presente en la habitación. Pudiéndolo lograr en mi primer intento.
—Vaya que has mejorado en muy poco tiempo.— dijo Sofía algo sorprendida.
Y antes de que pudiera responderle a Sofía, su comunicador comenzó a sonar.
¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!
—Hola.
—...
—Entendido.
—...
—Bien... Ya llegaron al desierto de Yánwáng. Hay que prepararnos.— exclamó Sofía mientras se dirigía a la mesa metálica para controlar el vigía que acompañaba a Kevin y a los demás.
Solo se necesitaron unos pocos minutos para poner en el cielo al vigía, y así guiar a todos a la ubicación en la que se realizará la emboscada al convoy de la DCA.
—Jessica y Olivia se posicionarán en la parte superior de la meseta... Desde ahí podrán tener una excelente vista hacia la carretera.— indicó Sofía por el comunicador. —La carretera tiene a sus lados distintas colinas... Eso les ayudará a esconderse para realizar la emboscada al convoy.
—...
—Bien, estaré observando con el vigía el área... Cuando vea el convoy les avisaré. Adiós.
Durante la siguiente media hora, Sofía y yo nos dedicamos a explorar el área, hasta que a la distancia observamos como se aproximaban unos vehículos, posiblemente siendo el convoy de la DCA.
—El convoy se acerca a ustedes... Repito. El convoy se acerca a ustedes.— informo Sofía por el comunicador. —Ya llegó la hora... Por fin traeremos de regreso al señor David.— exclamó Sofía mientras veía al convoy de la DCA en la pantalla.
...MEDIA HORA ANTES...
Perspectiva de Carolina:
Habíamos ingresado al desierto de Yánwáng, en la región de Shān, y las vistas cambiaron de extensos bosques y praderas hermosas, a extensas llanuras y mesetas en todas direcciones. Además, el calor era algo insoportable.
—Bien... Necesito que todos estén atentos a todo lo que sucede a su alrededor, ¿Entendido?— dijo Dylan por la radio del coche.
—¿Otra vez tienes un presentimiento?
—Sí... Carolina, ¿Ya solicitaste los refuerzos?
—Sí.
—Bien.
(Suspiro)
«¡¿Eh?! ¿Y está enorme concentración de Kuxtal?»
—Dylan.
—Sí...
Y antes de que Dylan pudiera terminar de hablar, una explosión se produjo delante de nosotros. Obligándonos a salir de la carretera, y provocando que nuestro vehículo volcara.
—¡Aaay!— (Toser) —¿Estás bien, Carolina?
—Sí...
Por suerte, ninguno de los dos resultó gravemente herido, solo teniendo algunos rasguños y golpes.
—Ya están aquí.— exclamó Dylan mientras salía del vehículo.
A mí me costó un poco más el lograr salir del vehículo, pero pude hacerlo después de unos cuantos minutos.
—¿Qué sucedió?— pregunté confundida por la situación.
—Un anómalo nos disparó desde esa meseta.— exclamó Dylan mientras su vista se posaba en la cima de la meseta.
Antes de que pudiera decir algo, Kevin activo un escudo, y segundos más tarde algo impactó contra él generando una nube de polvo. Cuando la nube de polvo se disipó, se lograba apreciar ciertas grietas en el escudo de Dylan.
—Así que quieren jugar.— dijo con una pequeña sonrisa. —Carolina... diles que activen a los cazadores.
—Está bien.
Entonces, Dylan levantó su brazo en dirección a la meseta, para después formar una esfera del tamaño de una pelota en mano y, procedió a lanzarla hacia la meseta. Poco tiempo después se generó una gran explosión en el lugar donde se encontraba el anómalo que nos había disparado.
—¡Necesito que todos estén listos para cualquier cosa!... ¡Y activen a los cazadores!
—¡¿Qué está sucediendo?!— preguntó uno de los oficiales de policía.
—!Nos están atacando los anómalos!
—¡Alguien se acerca al convoy!— exclamó uno de los agentes de la DCA.
Cuando escuché al agente decir tales palabras, me concentre en buscar a la persona que se acercaba a nosotros, pero no logré verla en un inicio.
—¿Dónde...?
Aquella persona que se acercaba al convoy, había aparecido justo detrás de mí, dándome una idea de quien podría tratarse.
—¡Kevin!— exclamé mientras lo miraba fijamente.
—Carolina... Lo siento, pero...
Uno de los cazadores se abalanzó contra Kevin. Sin embargo, este último logro esquivarlo con su salto espacial.
—¡Escuchen!... No dejen que nadie se acerque al camión en el que está el líder de Los libertarios.
Mientras Kevin peleaba contra el cazador, Dylan estaba lanzando esferas de Kuxtal contra la meseta, provocando que partes de esta se vinieran abajo. «Creo que se está excediendo... ¡¿Otra firma de Kuxtal?!»
Entonces, me percaté de que aquella nueva firma de Kuxtal se estaba moviendo rápidamente hacia mi posición. Y segundos después pude ver cómo alguien aparecía en la cima de una de las colinas que tiene la carretera a sus lados. «Así que yo me enfrentaré a ti.» pensé mientras creaba unas dagas en mis dos manos.
Aquel sujeto simplemente comenzó a avanzar hacia mí, dándome la impresión de que sería fácil tratar con este anómalo. «Si uno no tiene una velocidad considerable como para abalanzarse de enfrente contra un oponente entonces, es como ir a tu propia muerte» y en cuestión de segundos se podía observar como había más de un sujeto en la colina; ahora pudiéndose apreciar a doce personas dirigiéndose contra mí.
—¡¿Qué?!— exclamé sorprendida por lo que observé. —¿De dónde aparecieron los demás?
Creé doce dagas a mi alrededor y las lancé contra todos los sujetos que estaban descendiendo la colina a gran velocidad, logrando darle a más de uno en sus puntos vitales.
«Bien»
Pero cuando mis dagas lograron atravesar a los sujetos, estos simplemente desaparecieron de un momento a otro. «Así que eran ilusiones, eh... Bueno, ya eliminé a la mitad»
Creé doce dagas más a mi alrededor y las volví a lanzar. El resultado fue casi el mismo, si no fuera porque uno de los sujetos esquivó mi daga, dándome a entender que se trataría del real.
—Con que tú eres el real.
—...
Ahora solo creé seis dagas, pero con un mayor tamaño.
—Veamos si puedes esquivar esto.— dije mientras le lanzaba las seis dagas.
Antes de que mis dagas impactaran contra el sujeto, este había desaparecido del lugar.
—¡¿Qué?!— «¿También puede realizar saltos espaciales?»
—¿Estás herido?
—No.
—Lo salvó Kevin.— susurré mientras observaba a los dos.
«¿Ya derrotó al cazador?»
—Yo me encargo de ella.— exclamó Kevin.
El sujeto solo asintió y se retiró del lugar. Pero una explosión impidió que huyera.
—Parece que te recuperaste más rápido de lo que esperaba.— dijo Dylan con una leve sonrisa en su rostro.
Dylan corto la distancia que había entre él y Kevin en cuestión de segundos, no dejando que este último pudiera usar su salto espacial para escapar. Dylan sujeto del cuello a Kevin y lo arrastró por el suelo para después arrojarlo contra una de las colinas, provocando una nube de polvo.
«Ahora si está peleando completamente en serio... Este es el Dylan que provoca temor en todos los anómalos. Este es el cazador de anómalos... Bien, dejaré que él se encargue de Kevin. ¿Dónde está el otro?»
Cuando busque al otro sujeto, este se encontraba inconsciente a un lado de la carretera, no muy lejos de donde se produjo la explosión que le impidió huir. «Vamos a esposarlo antes de que despierte»
Cuando me encontraba a cinco metros de llegar con el sujeto desmayado, sentí que una concentración de Kuxtal se acercaba a gran velocidad a mi posición. Entonces, creé un escudo tan rápido como pude, solo para ver como una gran explosión se había generado fuera de mi escudo. La explosión fue tan fuerte que mi escudo se rompió poco tiempo después.
«Si hubiera creado el escudo solo unos segundos después... Yo estaría muerta ahora mismo... ¿Qué cree que está haciendo ese tipo?»
En un principio creí que la explosión había sido producida por una de las esferas de Dylan, pero estas no eran tan rápidas como lo que generó la explosión. Además, Dylan no va generando explosiones como un desquiciado, por lo que el origen fue otro.
Esperé hasta que la nube de polvo se dispersará por completo para buscar a la persona que había generado la explosión. Sin embargo, no importó que buscará en todas las direcciones, no pude encontrar a nadie. «¿Estará en la meseta?... Hum, puede que sí. Bien, iré a ver... Pero antes... Le diré a uno de los agentes que se lleven a este sujeto» pensé mientras dirigía mi mirada hacia el convoy. —¡Agentes...!— Fue ahí cuando me percaté de que todos los oficiales de policía y agentes de la DCA estaban en el suelo. «¡Eh!, ¿Cuándo sucedió todo esto?»
Trate de acercarme al convoy, pero una segunda concentración de Kuxtal se dirigía a mí, por lo que tuve que formar un escudo, aunque este no repelió el ataque como la última vez, provocando que saliera volando un par de metros por la onda expansiva de la explosión.
—¡¡Aay!!
Cuando intenté levantarme del suelo, sentí una tercera concentración de Kuxtal acercandose a gran velocidad hacia mí. «No voy a poder detenerlo» pensé mientras cerraba los ojos.