Eras Tú.

Mientras Sasha seguía recostado esperando que la crisis pasara, su hermano Gaspar bajó las escaleras y entró al despacho de su padre quien estaba sentado en su silla giratoria.

Sandro al verlo le hizo señas para qué se sentará frente a él, Gaspar lo observó por varios segundos hasta que decidió hablar— Sandro, ¿cuándo dejaras que Sasha sea y se comporte como un adulto?.

— ¿adulto?, ¿a qué te refieres hijo? — Gaspar lo veía y solo negaba.

— es simple de entender, Sasha necesita resolver sus propios asuntos y sin depender de papi— Sandro levantó su ceja por lo que decía su hijo Gaspar.

— yo no veo nada de malo ayudar cuando tu hermano lo necesita, pero si te ofende que le tenga más atención a Sasha no es mi problema; Gaspar, sabes que también he estado esperando a que un dia me pidas ayuda.

— ¿ofenderme?— movió su cabeza a los lados negando las palabras de su padre— y por fortuna yo jamás he necesitado de ti y si lo llegara a necesitar, creeme que serías la última persona a quien acudirá por ayuda, Sandro sabes muy bien que si aún estoy aquí, es por mi madre quien aún quiere jugar a la familia unida y perfecta, cuando tú y yo sabemos muy bien que nunca lo fue, lo es y lo será.

— Gaspar solo viniste a hacerme reproches por lo que he hecho— él solo negó y volvió a hablar.

— no Sandro, solo vine a decirte que lo que están haciendo esta mal, comprar la vida de una persona solo por caprichos tuyos y obsesiones de aquel— con su mano señaló hacia las escaleras en dirección hacia Sasha— ¡esto es una locura!, tú más que nadie sabe que esa no es la solución, ella corre peligro, sí algún día a tú hijo se le ocurre suspender sus píldoras.

— eso no pasará, no seas pesimista, Sasha me juro que no lo haría y le creo.

Gaspar se carcajeó mientras se rascaba el cuello— ¿creerle?, como puedes decir eso tan a la ligera Sandro, tú hijo no está bien y en este momento está refugiado en su habitación, por otra crisis, ¿sabías? —Sandro negó y Gaspar al ver el semblante tan despreocupado de su padre lo alteró y dejó caer sus manos al escritorio—¡¿sabes lo que repite una y otra vez mientras esta encerrado?!, que esa pobre chica es la solución a su problema.

—. ¿por qué te alteras?, quizás y si es la solución.

— ¿¡te escuchas cuando hablas!?— Sandro solo lo veía sin responderle— esta conversión es inútil y pierdo mi tiempo contigo — se levantó, negó mientras lo veía, giró su cuerpo y caminó hacia la puerta — solo lo repetiré una sola vez y espero lo entiendas, no conozco a Mabel, pero no permitiré que tú y tu enfermo hijo la lastimen,

Y antes de que Sandro pudiera decir o hacer algo salió Gaspar azotando la puerta del despacho, y se dirigió hacia la salida, estaba por salir cuando la voz de su madre lo hizo detenerse.

— ¿qué sucedió hijo mío?— giro para verla, su rostro era serio y su mirada fría— hasta el jardín llegaban tus gritos.

— sabes lo que sucede y no haces nada mamá, yo estoy en desacuerdo, por lo que quieren hacerle a esa mujer.

— no entiendo por qué estás en esa postura hijo, tu hermano esta enamorado de Mabel.

— ¿y?, eso no dice nada, pero también debes pensar que la otra parte tiene que sentir lo mismo y sabemos que no es así, mamá seré directo, yo no voy a permitir eso, Mabel corre peligro al lado de Sasha, pero entiendo que tú tampoco entiendes la gran magnitud del problema que están ocasionando.

— pero hijo, ¿cual magnitud? — negó y se dio media vuelta.

— olvidalo, me tengo que ir, tengo cosas más importantes por hacer, que estar tratando de entablar una conversación razonable.

Gaspar solo caminó hasta salir de casa mientras que escuchaba los gritos insistentes de su madre, vio a sus hombres, les hizo señas para que lo siguieran y así fue, Gaspar subió a su auto y salió a toda velocidad y tras de él sus hombres montados en sus motocicletas.

Salió del circuito y a tres calles más adelante se detuvo, ya que los hombres prestigiosos de Sandro lo estaban esperando para darle la información y ubicación exacta de donde estaba Mabel.

Por fortuna de Mabel aquellos hombres eran aún más leales a su jefe, Gaspar Bailey, quien en realidad los ayudo con sus situaciones en la milicia, así que cuando su jefe pidió noticias sobre ella no dudaron en darle la información.

Gaspar se bajó y los saludo, cruzaron unas cuantas palabras y volvió a subir, agrego las coordenadas en el GPS y continuo su camino hacia el destino que le marcaba la pantalla de su auto.

Y después de un largo camino por fin había llegado a su destino, casi a las afueras de la ciudad, detuvo su auto frente a la gran fortaleza, hizo sonar su claxon y uno de los vigilantes se asomó y al ver el auto de inmediato avisó y aparecieron de la nada hombres armados apuntando al auto de Gaspar.

Los hombres de Gaspar estaban atentos y listos, pero Gaspar al ver la situación se bajó del auto con sus manos levantadas, lo que él quería era evitar una masacre por ambos lados, su objetivo estaba adentro de esa muralla y haría todo por hablar con ella y con el hombre que la tiene.

Se acercó a paso lento hacia los hombres de Bastian, bajo un poco sus manos mientras que ellos seguían apuntando su arma, les sonrió y decidió hablar.

— traigo noticias que a su patrón le interesaran, díganle que Gaspar Bailey lo busca— los hombres solo lo veían sin bajar la guardia, hasta que uno uso su radio y notifico a los que estaban en el interior.

De inmediato se movilizaron para ponerse en posición ante un posible ataque mientras que F era el encargado de darle el recado a su patrón.

Entro a la casa y a quien vio primero fue a Mabel quien estaba en la sala leyendo un libro— buenas tardes, patrona.

— buenas tardes, F, ¿necesitas algo? — él asintió— si es a Bastian esta en el despacho con Nil.

— gracias patrona, permiso.

F, caminó hasta el despacho, tocó a la puerta y entro al escuchar a su patrón, abrió y los vio tomando, Bastian de inmediato le hizo señas y él se acercó.

— ¿dime? — él asintió y le entrego una tableta con el video de las cámaras exteriores, video en tiempo real donde se apreciaba a un Gaspar desesperado por no tener respuesta —. ¿Quién es, F?.

— es Gaspar Bailey hijo de Sandro, patrón él pide verlo dijo que trae noticias que a usted le interesarian— Bastian asintió, vio por un momento a Nil y se levantaron del asiento.

— quiero a todos en posición, vayamos, para saber que es esa noticia— tomaron sus armas, las guardaron en su cinturilla del pantalón y salieron junto a F.

Mabel solo los vio salir de casa y no cuestionó esa actitud, solo suspiro y siguió leyendo, Los tres caminaron hasta el portón, salieron por la puerta de acceso y vio a Gaspar caminando de un lado a otro, mientras sus hombres estaban inmóviles apuntando hacia los foráneos.

Bastian se acercó y le hablo a Gaspar— ¿me buscabas? — Gaspar al escucharlo solo asintió— sabes Gaspar un hombre inteligente no se metería a la boca del lobo.

— tienes razón, pero cuando se necesita, hay que arriesgarse, ¿no crees?— Bastian ladeo sus labios mostrando una pequeña sonrisa y asintió.

— bueno, y, ¿a qué vienes?— Gaspar se acercó a él sin temor alguno, de su chaqueta saco una receta médica y se la entrego— ¿qué es esto?.

— son medicamentos que toma mi hermano, sé que has investigado a mi familia, pero puedo asegurar que esto no lo sabías, ya que mi padre se ha encargado en tapar esa mancha.

— explícate mejor Gaspar, yo no soy médico para entender esto— le mostró la receta.

— trastorno bipolar y esquizofrenia, Sasha es una bomba de tiempo y es peligroso para Mabel— Bastian se sorprendió, de inmediato hizo señas a sus hombres.

— tenemos que hablar, pasa, pero recuerda que un solo movimiento y estás muerto, ¿entendiste? — Gaspar asintió sin sentir miedo a sus palabras.

Pues él lo que quería era evitar que a Mabel la encontraran porque él sabía que la vida de ella estaba en juego.

Subió a su auto y entró después de que los hombres de Bastian abrieran esa fortaleza, todo el corto camino eran custodiados y vigilados por aquellos hombres, Gaspar estacionó y bajó para encontrarse con Bastian.

Quien de inmediato lo condujo al interior de la casa, Gaspar mientras caminaba volteaba y a lo lejos pudo ver una silueta femenina e intuyo qué ella era Mabel.

Entró al despacho y se sentó frente a Bastian quien solo lo veía mientras se quitaba el saco para sentarse— ¿de dónde conoces a Mabel?.

— solo por lo que Sandro y Sasha hablaban, en verdad no se ni como es ella, pero mi sentido común no me permite no hacer nada, pues es una vida de la que esta en medio de la locura de mi familia.

Bastian solo lo observaba y escuchaba atentamente cada palabra que decía Gaspar, y entendiendo a la vez que su aparición era para ponerlo sobre aviso así que decidió amplearle un poco la información que él ya tenia — se de lo que intentan hacer junto a Ivar el padre de mi esposa—Gaspar abrió sus ojos de total sorpresa por lo que acababa de escuchar— te sorprende, ¿verdad?, pero si, Mabel es mi esposa.

— qué agradable noticia, eso quiere decir que no podrán hacer gran cosa, pero tenemos que estar pendientes, mi padre tenía el radio aproximado de tu casa más no el exacto, sus hombres me debe lealtad así que me dieron a mi las coordenadas cuando se las pedí.

— eso podríamos tomarlo como ventaja si es que te unirás a esta lucha, porque ellos me declararon la guerra y eso obtendrán.

—me uniré, por eso es que estoy aquí — Bastian sonrió y asintió, se levantó, caminó hacia el minibar, sirvió dos vasos de licor, y le entrego uno a Gaspar.

— pero te dejaré algo en claro, así como en este momento te doy la bienvenida, también te puedo destrozar si intentas algo por más minúscula que sea, ¿entiendes?.

— deja las amenazas, que no soy tonto para enemistarme contigo Bastian— asintió conforme con su respuesta, pero aun así lo tendrá bajo vigilancia por seguridad.

— bien Gaspar, ven, te presentaré a mi esposa.

Gaspar se levantó y siguió a Bastian, salieron del despacho y mientras caminaban, Gaspar seguía pensando que quizás su consciencia lo hizo meterse hasta el cuello.

Sabía de Bastian por sus hombres, y el tenía más que entendido que él era un hombre implacable, en los negocios, pero también en el mundo que le heredó su padre, el gran Bastian Joseph King Launa.

Siendo uno de los pioneros en la mafia de Suecia, y Bastian continuó su legado siendo aún más fuerte que en el tiempo de Joseph, así que Gaspar tendría que pisar con cuidado el terreno, ya que cualquier malentendido perdería la vida y él estaba dispuesto a conservarla aun, así que lucharía al lado de Bastian y Nil, contra los que la quieren reclamar sin tener ningún derecho sobre ella.

Gaspar Bailey.