De Oruga A Mariposa.

Evans me llevo a comer con su abuelo y la verdad que el señor es muy amable se llama Evans como mi amor lindo, comimos postre luego helado y después el señor se fue a su casa y nos dejó para que a solas, caminamos por un hermoso parque era muy lindo había muchas flores de diferentes tipos y colores también estaban muchos jóvenes en plan de romance, caminamos hasta llegar a una banca donde estaba un arco de arbustos con flores, allí nos sentamos y Evans me tomo de las manos sabía que todo estaba mal tarde o temprano ellos ganarían y lo perdería, pero ese roce, su tacto me hacía sentir segura e invencible.

— Mi pequeña Picasso quiero que por favor confíes en mí, no te voy a dejar eres y serás mi pequeña siempre.— Dice mi chico problema.

— Amor es que se ve que tu padre es de armas tomar y no quiero que la agarre más contigo, si quieres me alejo, me voy lejos pero... Siempre te amararé Evans.— Digo mientras lo acaricio, entonces me toma la cara con sus dos manos y me besa de una manera demandante.

Cuando por fin nos separamos por ese beso que nos quitó el aire me dice.

— No vuelvas siquiera a pensar en eso, amor, por favor prométeme que no te vas a dejar manipular y te vas a alejar de mí, mírame yo soy esto que ves, pero si te vas no seré nada.— Dice y el corazón se me pone chiquito yo lo amo, pero está situación me tiene muy mal.

— Lo prometo amor, pero tú prométeme que me dirás todo lo que suceda, por favor, no me ocultes nada.— Digo y él asiente y luego me abraza como si me quisiera romper.

Así estuvimos en ese parque mucho tiempo llorando besándonos, abrazándonos y profesándonos amor, jamás me había sentido tan afligida como ahora, aparte Evans empezará a trabajar en su empresa y nos veremos cada vez menos, pero él dice que hará lo posible para verme siempre.

— Amor, otra cosa como vamos a estar un poco distanciados, prométeme que no dejaras, no que Tamara, Tommy o papá se metan en nuestra relación, todo hablemos lo primero.— me dice mi chico y sé a lo que se refiere, ellos son capaz de cualquier cosa con tal de separarnos.

Horas después íbamos rumbo a casa, mi papá, mi hermana y su novio estaban en la sala, cuando Evans se despedía de mí, mi papá lo invito a pasar esa noche, fue muy linda, estábamos en familia, se podría decir, sentía una emoción tan grande era hora de dejar mis miedos atrás tenía que empezar a pensar como una mujer y luchar por Evans.

La cena terminó y era hora de irse, así que lo acompañe a la puerta y me despedí de Evans con un beso lleno de amor.

—Gracias mi vida, gracias por todo lo de hoy, te amo mucho._

Evans se fue y yo subí a mi habitación y pensando en todo lo que sucedía el sueño me ganó al día siguiente fui con mi hermana y su novio a las empresas de papá él quería que yo empezaré a entender como era todo, pero la verdad es que era demasiado buena para eso y enseguida tome el hilo, todos los trabajadores fueron muy amables conmigo y los socios hubo alguien que se portó de maravilla el hijo de un amigo de papá es uno de nuestros socios Alejandro Ferreti él es un hombre guapo como de unos veintitantos años alto cabello negro ojos grises, piel clara y con un cuerpo muy bien trabajado demasiado diría yo y su sonrisa era encantadora de verdad era un dios griego ja, ja, ja me escuchará Evans por cierto no he hablado con el hoy, pero sé qué anda en las mismas que yo en la empresa.

 Alejandro Ferreti.

Alejandro me dio un recorrido por la empresa y compartimos muchas ideas para un nuevo proyecto, de verdad, me encantó el ambiente, la empresa y sobre todo la oficina que sería mía era grande y hermosa, estaba toda de color blanco y marfil y los muebles era muy lindo y sofisticados era maravillosa me sentía toda una empresaria.

Al llegar a casa papá nos preguntó cómo nos había ido y le contamos emocionadas que fue un día maravilloso en plena comida, mi hermana empezó con sus chistes.

— Papá, si supieras mata se llevó muy bien con el hijo de ferreti pasaron el día juntos hasta Evans se le olvidó.— Dice y le dedicó una mirada, se odió.

— Herma, no digas tonterías que Cristian también estaba contento contigo.— Dije burlona.

— Quién es Cristián— Dejo Jake el novio de mi hermana, al parecer se disgustó, pero eso le pasa por meterse conmigo.

— Bueno, bueno, ya y no se imaginan, Alejandro era el hombre con quien te iba a prometer en matrimonio.— Dice mi padre dejando a mi hermana y a mí de piedra.

— ¡Que! Cómo qué prometido papá, tú también piensas como el padre de Evans.— Digo enojada.

— Pequeña entiende en los negocios, es así sea la era que sea.— Dice mi padre y luego suspira.

— entre el padre de él y yo hablamos con él, pero se negó, dijo que no se casaría con alguien que estuviese obligada.— continúa papá y yo sigo muy atenta a su relato.

— Dijo que si no había ninguna otra salida que entonces intentaría ganarse tu cariño y enamorarte, pero luego paso lo tuyo con Evans y cancele todo, de hecho esa noticia hasta en revistas salió.— Dice y yo no entiendo, yo no escuché nada.

— Cuando papá yo no he visto nada.— digo y papá se ríe.

— Será por qué no eres amante a las revistas de espectáculos.— Dice y todos reímos cuando vuelva a ver a Alejandro, hablaré con él, no quiero que malinterprete nada, yo amo a Evans y para mí él está mucho mejor que Alejandro ante mis ojos al menos que piensan ustedes ja, ja, ja.

La cena terminó y me fui a mi cuarto, mañana habria trabajo, solo me duche y caí en los brazos del dios del sueño.