Ainara Marie Young, así es mi nombre, soy una joven políglota, día a día me esfuerzo mucho por salir adelante, pero parece que la vida se ha ensañado conmigo.
Tal parece que me odia.
Una vida llena de sufrimiento y lágrimas, un trabajo exitoso, pero con una cruz grande encima.
Vi la muerte pasar muy cerca de mi.
No soy perfecta y no siempre tomo las mejores decisiones, así que decido vivir en la tranquilidad, hasta que lo vi.
Amargado, autoritario, irritante, con un carácter de los mil demonios y vive estresado.
No es mi tipo de hombre, lo acepto, pero él desprende hombría, belleza con su carácter y autoridad sin imaginarlo, está ajeno a todo lo que él provoca en mi, es un hombre demasiado varonil, demasiado excitante.
No sé en qué momento me he podido enamorar de él.
Hemos comenzado con la mejor diversión, con el mejor goce, pero ya todo es insostenible, todo se está saliendo de control.
¡¿Qué hago ahora?!
NovelToon tiene autorización de Jaivelis Sthormes para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 18.
Conversations in the dark—John Legend.
Una relación en secreto es lo que me ha tocado después de tener una pública, bastante raro y complicado, porque es primera vez que me atrevo a esto, todo se aprende y aunque anteriormente estuve en contra de la infidelidad, hoy por hoy estoy siendo parte de ella, pero ¡maldición! Ese hombre me está volviendo loca.
—Tienes mejor semblante— digo observando a Joseph que ya logra caminar un poco.
—Gracias a tus cuidados— ironiza, pero tiene toda la razón.
—Te he cuidado mejor que la enfermera— le digo bajito para que solo me escuche él.
Se carcajea fuertemente—Para ser honestos— vuelve a reir— tienes toda la razón— admite.
—Obvio si— sonrío triunfante—Pero ahora tú, me vas a decir, ¿por qué te empeñas en ayudarme con la gala?—pregunto.
—Solo quiero ayudarte Nara, sabes que te quiero mucho y quiero quitarte un poco de trabajo— se compadece y a mí me da ternura su "te quiero mucho".
—Eres muy amable— sonrío—también te quiero Joseph, pero anda, suéltalo, ¿qué quieres a cambio?— pregunto.
—¡Ainara!— exclama—Esta vez no quiero nada a cambio— lo miro sorprendida—¡no pongas es cara!— bufa.
—Haré que te creo, pero me voy a preparar por cualquier cosa que se te ocurra de aquí a que terminemos los preparativos de la gala— digo entre cerrando mis ojos sin poder creerlo.
La última vez tuve que cocinarle un antojo que tenía, me dió dolor de cabeza su exigencia, ¡cómo esposo debe ser horrible! Porque manda más que el propio presidente.
La gala será dentro de un mes y medio, el dinero que se recaude ese día sera destinado para comprar insumos que irán directo a hospitales, escuelas, albergues y orfanatos, es una labor hermosa, anteriormente se mandaba el dinero, pero Joseph comenzó a investigar y resulta que el dinero era usado para otras cosas y no para lo que realmente se necesitaba, él decidió que era mejor comprar los insumos necesarios.
Gruñón, insoportable, insufrible y odioso, pero buena persona.
—El chófer de la empresa vendrá por estos documentos para que los archiven, aprovecha de mandar los que tú haz firmado— comenta y asiento.
Hemos estado muy saturados de trabajo, por suerte la recuperación de Jos va muy bien y está sanando muy rápido, muy pronto regresaremos a la empresa.
—Señor a llegado la señorita Selena— informa el ama de llaves.
—Hazla pasar— dice con emoción.
¡Aquí hay gato encerrado!, ¿quien será esa Selena?. Lo miro fijamente esperando a que diga algo, pero se que no va a hablar y menos teniendo a la mujer desconocida muy cerca que podría escucharnos.
—Joseph— escucho la dulce voz.
—Pasa Selena— dice Joseph y yo sigo observando todo, pensaran que soy chismosa y es que si, no me sabía esta parte de la historia.
—Hola— entra una mujer morena, de pelo negro y muy lacio, esbelta y muy linda, debe tener unos 24 años, se ve muy joven.
—Selena, te presento a Ainara Young, mi amiga y trabajadora de la empresa— me presenta y sonrío, no pensé que fuese a decir que soy su amiga.
Tienes un punto Mundaray, pero no se va a salvar de mi interrogatorio.
—Un gusto Ainara— se acerca la chica y estrechamos nuestra mano.
—El gusto es mío bella— sonrío, porque realmente si lo es—Los dejaré solos— me coloco de pie— Estaré en la cocina esperando al chófer y comiendo algo— le informo.
El amargado de Joseph asiente y salgo, la verdad, tengo hambre y que esa chica haya llegado ha sido una bendición, porque puedo irme a comer sin escuchar las quejas de Joseph de que yo como mucho y bla, bla, bla.
—¿Quiere algo para merendar señorita?— pregunta la cocinera.
—Si, gracias— sonrío
—Aina— escucho su voz y mis vellos se erizan.
—Hola James— saludo, no vale que se de cuenta de mis nervios cuando ya conoce cada rincón de mi cuerpo.
—¿Cómo estás?— se acerca a mí, hoy realmente no he tenido tiempo de mirar mucho el teléfono.
—Agotada, organizar la gala siempre es agotador— respondo colocandome de pie para estar un poco a su altura.
—Estás preciosa hoy— susurra acariciando mi mejilla.
—Para ti—susurro mirando sus lindos ojos marrones.
Me besa sin reparos, sin miramientos, sin miedo, solo con pasión, con deseo, con fogocidad, sabe cómo volverme loca con un rico beso.
—Vine por los documentos y a robarte por lo que queda de la tarde— comenta y sonrío.
—Me gusta la idea— asiento feliz— Joseph está muy bien acompañado, así que no nos dirá que no— digo acariciando su rostro, ¡me encanta!.
—Eso ya lo se, ya pasé por el despacho, ví cuando venías a la cocina— dice y río a carcajadas.
—Mira tú, que rápido— niego sonriendo aún, no hace falta decir que el hombre me hace demasiado feliz.
—Quiero pasar tiempo contigo y aprovecharé cada oportunidad que tenga para que estemos juntos— dice y juro por Dios que mi corazón acelera como carro de carreras.
—También lo haré por ti, tengo una agenda un poco apretada, pero te haré lugar en todo— beso sus labios, pero está vez es lento, sin morbo ni nada parecido, un beso en calma.
—Me parece perfecto— sonríe.
Regreso a la oficina y tomo mi bolso, Joseph asiente sonriendo, me despido de su compañía y salgo nuevamente. James quedó en esperarme en el auto, me siento tan emocionada como niño con juguete nuevo o comiendo su golosina favorita.
Subo al auto y salimos de la residencia, toma mi mano y besa el dorso de esta, me causa ternura de verdad y eso que a simple vista se ve un hombre para nada cariñoso, más seco que el desierto, pero son conjeturas, debo conocerlo mejor, debo descubrir que hay detrás de esa coraza suya, detrás de esa cara bonita, pero amargada.
dedicación
felicidades Éxitos Éxitos Éxitos