Nicole, una conductora discreta e independiente, es contratada para un trabajo aparentemente sencillo, pero pronto se ve envuelta en un peligroso juego de intrigas y secretos. Mientras enfrenta los desafíos de su profesión, conoce a Brayan, un hombre enigmático y reservado con un pasado oscuro que lo ha vuelto frío y sospechoso. A pesar de sus diferencias iniciales, una inevitable atracción comienza a surgir entre los dos, llevándolos a enfrentar no sólo los peligros que los rodean, sino también los secretos enterrados en sus propios corazones. A medida que la tensión aumenta y los peligros se multiplican, Nicole y Brayan deberán luchar no sólo contra las fuerzas externas que los amenazan, sino también contra los sentimientos cada vez más intensos que surgen entre ellos. En medio de giros impredecibles, descubren que el amor puede ser la única fuerza capaz de guiarlos fuera del laberinto mortal en el que se encuentran.
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Capítulo 19
Nicole: Eu... eu... simplemente estaba ayudándote, señor Brayan.
Brayan me pregunta qué estoy haciendo en su cama, mi corazón se detiene por un momento. ¿No lo recuerda?! ¡Dios mío! En el fondo, lo sabía, pero me enfado conmigo misma por haberme dejado llevar.
Brayan: ¿Qué me pasa, Nicole? Vamos, dime. ¿Por qué estás tan nerviosa?
Nicole tartamudea para responderme y se pone nerviosa, miro a mi alrededor y veo que estoy vestido con otra ropa.
Nicole: La Concepción me llamó, señor Brayan. No estabas despertando. Vi que tenías fiebre, así que te bañé para bajarla y te cambié. Vino un médico y te evaluó, te puso esta medicina y el suero intravenoso, y dijo que te vigilara... entonces... tú...
Brayan: ¿Yo qué, Nicole?
Nicole: Nada importante, señor Brayan, simplemente despertaste.
Brayan: Como puedes ver, estoy bien. Puedes irte.
Nicole: Me estoy yendo de la habitación cuando Brayan me dice...
Brayan: Gracias, Nicole.
Nicole: No hay de qué, hice lo mismo por mí.
Salgo y siento que se me llenan los ojos de lágrimas. Prácticamente trago mi llanto, ¡no me dejaré llevar así nunca más! Zeus viene hacia mí, le acaricio y me dirijo hacia la casa de la piscina. Todavía es de madrugada, me baño y me acuesto para dormir pensando en lo que sucedió con Brayan, fue tan intenso el beso, el deseo que sentí que me angustia cuando recuerdo cómo me preguntó qué hacía en su cama.
Brayan: No entiendo la reacción de Nicole, actuó como si estuviera decepcionada conmigo. Mi cuerpo me duele. Bajo hasta la cocina y veo a Nicole acariciando a Zeus, meneo la cabeza como si así pudiera sacarla de mis pensamientos. Bebo agua y vuelvo a la cama, me quedo acostado pensando en la expresión de decepción de Nicole hasta que algunos recuerdos confusos me vienen. ¡No! Debo haber soñado, no es posible que haya agarrado a Nicole. Me levanto inmediatamente y voy hacia la casa de la piscina y golpeo la puerta, Zeus sale y luego Nicole con una expresión de confusión.
¿Nicole está enfadada conmigo, es eso?
Nicole: ¿Yo? ¿Enfadada? ¡Claro que no!
Brayan: Estoy confundido, pero recuerdo vagamente haberte agarrado. ¿Eso te decepcionó?
Nicole: Brayan... Señor Brayan, disculpe. No es eso, es solo que... es mejor dejarlo así.
Brayan: Nicole, habla de una vez, ¿te forcé de alguna manera?
Nicole: ¡No! Solo fueron besos, pero... yo también los quise. Me pongo roja, Brayan me mira como intentando recordar.
Me pediste que me quedara, dijiste que querías estar conmigo y yo... Bueno, actué mal, tú no estabas bien y no pude resistir y correspondí al beso. Lo siento.
Brayan: Besos? Paso la mano por mi cabello, veo a Nicole retroceder confundida, la miro fijamente y me vienen más recuerdos borrosos.
Nicole, no me arrepiento, aunque no recuerde todo, sé que hace tiempo que no puedo sacarte de mis pensamientos. Sé que es complicado, que ya te he dicho cosas de las que me arrepiento, pero la verdad es que ahora no me importa nada más.
Nicole: ¡No! Me dejé llevar y en cuestión de horas ya estaba aquí intentando reponerme. Tú mismo dijiste que era un error que no repetirías. Por favor, escúchame y entiéndeme, ¡tengo mucho que perder! ¡No puedo! Solo déjame ir.
Brayan: Nicole, saldré, no sé si podré ser alguien que merezcas tener a tu lado. Pero puedo decirte por qué llamé a eso un error, me arrepentí en el momento de haberte dicho eso porque no te pareces en nada a la persona con la que cometí ese error, pero te lo contaré en otra ocasión. Descansa y hablaremos después.
Salgo y Nicole entra en la casa de la piscina, pienso en lo que sucedió, en lo que me dijo. No sé lo que es el amor, seré incapaz de hacerte feliz, ¡así que es mejor olvidar todo esto! Me acuesto y tengo dificultades para conciliar el sueño.
Noelia: Brayan, sigo pensando en todo lo que sucedió aquí, en las ganas que tuve de aventurarme y también en las consecuencias que tendría, principalmente para mí. Él es un hombre frío y hasta arrogante, no le importa nada más que su trabajo, creo que es lo mejor para mí. Pero si es lo mejor, ¿por qué me deja con un sentimiento tan malo? Me acuesto e inevitablemente recuerdo nuestro beso, acaricio mis labios y es como si volviera a aquel cuarto.
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