Cira, es la hija de la ex reina de los demonios de fuego y del rey de Belgeun, un reino de la comunidad mágica de Hurmaya. Su madre murió hace años y acaba de morir su padre. Su hermano mayor, ha sido coronado como rey y la ha condenado a vivir sin amor.
Dos hombres se han enamorado de ella, y harán hasta lo imposible para que pueda ser libre de amar.
¿Podrá Cira disfrutar de un amor verdadero con plena libertad?
HISTORIA PRECUELA DE LA COLECCIÓN HURMAYA (Cuarta historia corta)
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15. En tierra de fuego
La reina Viena está en un salón del palacio de Pallango, tiene la vestimenta elegida para ella, las joyas seleccionadas con cuidado por los responsables de protocolo; está sentada en el hermoso sillón seleccionado para ella, perfectamente sentada, sin decir ninguna palabra, pero su mirada es triste y su espíritu parece dormido. Ha dejado de luchar, tiene la mirada triste, las señales del golpe parecen ya desaparecer; y lo único que agradece de ello, es que por dos semanas su esposo ha dormido en otra habitación.
El rey de Pallango hace su ingreso y todos los presentes se ponen de pie y hacen una reverencia, incluida Viena; el monarca viene acompañado de algunos cancilleres y queda mirando a Viena, quien entiende el mensaje y dibuja una sonrisa, "la esposa joven y bonita que compró debe lucir exquisita para causar envidia", pensó inmediatamente Viena, haciendo su papel, le había quedado fijado en su memoria, que si no obedecía los golpes serían el siguiente nivel.
Cuando los visitantes se fueron, el rey ordenó quedarse solo con Viena, ella solo se quedó sentada ahí, sin decir ninguna palabra, el miedo desolador recorrió todo su ser, con la sola idea de estar una vez más a solas.
- "Lord Zgodan vendrá más tarde para el último tratamiento, creo que ya estás bien. Hiciste todo perfecto, si hubieses actuado de esa manera desde el principio, nos hubiésemos evitado tanto problema", dijo el rey Gizhi; Viena solo estaba paralizada, como si su espíritu bravío, hubiese desaparecido por completo; así que solo bajó el rostro.
El rey se acercó a ella, la tomó de la espalda y la acercó a él, olio el cabello de su esposa, estaba extrañando tenerla entre sus brazos, mientras ella solo rogaba que ocurriera el milagro que la alejara de él para siempre.
- "Eres muy hermosa, esta noche volveré a la habitación, y espero que como en todo lo demás, pongas de tu parte, para que todo sea como debe ser", expresó Gizhi mientras la restregaba contra él.
Viena solo quería empujarlo, alejarlo de ella, salir corriendo, su tormento volvería esa noche y la sola idea la hacía temblar, mientras en medio del salón él la seguía manoseando a su antojo. El rey tenía que terminar algunos trabajos, así que la soltó y salió del salón, momento en que ella se dejó a caer al suelo, y lloró, se había negado a hacerlo, pero ya no lo soportaba; si esa noche él la volvía a tocar, algunos de los dos se iba a morir, se dijo a sí misma.
Por otro lado, la reina Krasa sorprendió profundamente a Cira, le confesó que sabía que ella en parte no era del todo alguien de Hurmaya y que buscaba a una hermana perdida. La monarca de Susumira le ofreció protección para su hermana, si lo necesitaba, rogándole que en lo que pudiera ayudara a proteger a la futura esposa de Lord Myeong cuando esté en Belgeun, algo que la sorprendió muchísimo.
La reina Krasa le dio a Cira unos cristales azules, que le ayudaría a perfeccionar sus poderes de cruzar portales, sin que fuera cubierta por esa luz roja que la haría prisionera. La princesa Cira se aferró a sus poderes e hizo un viaje a un lugar que jamás creyó conocer, la tierra de fuego, el hogar de los demonios de fuego.
Caminaba confundida por aquel lugar, cuando la reina Bosszú formó una barrera de fuego delante de ella; sin embargo, la princesa de Belgeun no se mostró temerosa; Bosszú bajó las llamas y miró con detenimiento a la mujer de enfrente, lucía muy similar a su verdadera madre.
Es costumbre de los demonios de fuego, casarse entre hermanos, así que la madre de Cira, fue en realidad la primera esposa y a la vez hermana del último rey de los demonios de fuego y padre de Bosszú. Sin embargo, la madre de ambas mujeres sufrió mucho en ese matrimonio, su naturaleza delicada y serena parecía contrastar completamente con la naturaleza furiosa de los demonios; había perdido a su hijo ante los constantes malos tratos de su esposo y hermano, enfrentando una terrible depresión, solo quería huir y aunque hubiese querido llevarse a Bosszú con ella, sabía que el rey de los demonios la perseguiría hasta matarla por ser alta traición.
El rey demonio nunca quiso que se supiera eso, y para todos su primera esposa se había quitado la vida; después se casó con una de sus primas, tomando el rol de la madre de Bosszú y dándole otros hijos al rey, quienes fueron muertos aún niños por el rey Senmorta, preocupado porque al crecer quisieran reclamar el trono, dejando a Bosszú como la única heredera de la corona de los demonios de fuego.
En su lecho de muerte, el rey de los demonios de fuego le confesó a su hija que su verdadera madre no murió en esa ocasión, que huyó de su lado, y que ella debía hacer lo mismo para protegerse, solo que Bosszú necesitaba mantenerse al lado del rey de los Senmorta para conocer sus planes y proteger a su hija, y al mundo de Hurmaya en que alguna vez fue muy feliz.
Ahora frente a esa joven mujer con el parecido a su madre, que había ingresado a sus tierras sin problemas, tiene muchas interrogantes, porque esa mujer de ojos verdes también tiene sangre real de Hurmaya corriendo por sus venas.
La reina Bosszú formó fuego en las manos con mirada amenazante, pero se sorprendió al ver que la princesa Cira con mirada fría también formó fuego en sus manos. La menor de las hermanas también sabía usar esos poderes, pero los había tenido tan ocultos que todos desconocían su real poder y naturaleza.
- "Debes ser Bosszú, la reina de los demonios de fuego, mi hermana", expresó Cira sin dejar de mirarla.
Las afirmaciones de Cira le confirmaban aún más las sospechas que la reina Bosszú tuvo desde que la vio.
- "Mamá dijo que siempre fuiste una niña muy bonita y fuerte, eres exactamente como ella dijo, ella quiso sacarte de acá, le rogó a mi padre que te recibiera, y estaba dispuesto a hacerlo, pero ella debía hacer un reconocimiento, hace ocho años ella regresó, pero dijo que este lugar ya no era el mismo, había hombres muy extraños", dijo Cira, con expresión de añoranza, mientras pensaba una vez más en el dolor que habría sentido su madre.
- "Pues vino muy tarde, vete de acá, dile a ella que ya no la necesito", manifestó Bosszú, mientras volteaba para irse.
- "Mamá murió tiempo después de venir a este lugar, Asasen, creo que se llama el hombre que tomó sus poderes, ¿cómo un demonio de fuego sin poderes podría sobrevivir fuera de su mundo?; ella te nombró en su último suspiro, dijo que ese hombre es tu esposo, ¿vas a seguir compartiendo la cama con el asesino de nuestra madre?", expresó Cira con la voz casi llorosa.
- "¿Estás casada, tienes hijos?", preguntó volteando a ver a su hermana.
- "No, pero ¿qué tiene que ver?, tengo la promesa de la reina de Fontana de poder darte ayuda si la necesitas", respondió Cira.
- "Yo tengo una hija, que ese monstruo de mi esposo no sabe que existe, el mundo que conoces allá afuera peligra, tengo que hacer todo lo que sea necesario para protegerla y a ese mundo que la alberga y ella ama, aunque signifique estar cerca del hombre que más detesto en la vida, ojalá tú nunca tengas que sentir este asco con el que yo vivo. Tú eres demasiado dulce para esta tierra de muerte, si ese monstruo te encuentra te destruirá y lo siento no voy a poder arriesgarme a protegerte, olvídate de esta herencia de fuego y vive allá en Hurmaya, enamórate, cásate con alguien de corazón noble, ten hijos y velos crecer, dale todo el amor que puedas, dales un beso al dormir y un abrazo al despertar como hacen allá en Hurmaya, yo hubiese querido hacer eso con mi pequeña, es casi de tu edad, muy bonita y valiente; la primera vez que sientas crecer la vida dentro de ti, sabrás lo que yo siento, vive Cira, vive lo que yo no he podido, así al menos una de las hijas de nuestra madre no será un monstruo", afirmó Bosszú con convicción.
Cira miró la sinceridad en los ojos de su hermana, y sabía que no podía hacer nada para convencerla, abrió el portal y salió, alejándose de las tierras de fuego, Bosszú cayó rendida en el piso, preguntándose por qué su destino tenía que ser tan duro. Y rogaba que al menos la otra hija de su madre pudiera ser feliz.
Me gustaría saber el orden completo de.las sagas completas
Tambien si nos es mucha.molestia saber si abrá mas cap de la colección de hurmaya todos los reinos