Historias Cortas De Omegaverse Y Mpreg. .

¡No! Si, si lo hice mamá pero no era mi hermano, no del todo al menos ese bastardo nos dejó para irse con el y su madre ¿Recuerdas? Lo amaba y se preocupaba más por el que por mi y por ti, sólo le demostré que su hijo era un cerdo despreciable, lo hice por ti mamá.

-No...-la anciana se veía cada vez más pálida por lo que Cherno la tomó en brazos e intentó salir.

-Llevate a ese tipo de aquí.

-No es tan fácil, se que tienes a muchos otros y también los quiero.

-Voy a matarte -el tipo se veía impaciente por salir del lugar por lo que apuntó a Max.

-No seas estupido, acepta que perdiste -Max tomó a Jael en sus brazos no sin antes mirar fugazmente la furiosa ereccion en sus pantalones.

-Voy a destruir hasta ese hijo tuyo -Cherno que seguía intentando irse amenazó.

-No estas en posición de amenazarme recuerda que aún tengo a tus hijos y esposa.

-No te atrevas a tocarles un solo pelo -el tipo chirrio los dientesbcin furia mientras decía esto.

-Mmmh no lo sé, tus hijas son muy hermosas, talvez las venda en un lugar como este y tu hijo....bueno, seguro que alguna familia infertil daría buen dinero por el, será al que mejor le vaya si sus padres no resultan un par de locos. Pará tu esposa tengo otros planes, voy a venderla a los traficantes de órganos y de tu madre te encargaste tu mismo.

-Matenlos -Cherno ordenó a sus hombres, sus palabras salieron llenas de odio mientras intentaba escapar con su madre en brazos.

-No será tan fácil -Fran apuntó a Cherno, afuera se escucho una explosión y a los lejos el ruido de patrullas, el tipo se vio asustado ante lo que estaba sucediendo lo que provocó que dejara caer a la anciana y corriera, en el salón donde las chicas eran obligadas a bailar se las encontró libres y a sus hombres muertos por la gente de Max al parecer la explosión había sido mientras las liberaban, ese era su dinero y no las podía dejar irse. Las chicas no se veían contentas y con su estupidez las cosas estaban por empeorar para el.

-¡Estúpidas perras, vuelvan a su lugar o haré que las golpeen hasta la muerte! -les grito a lo que las chicas se acercaron a él y lo atacaron hundiendo por todo su cuerpo los mismos tacones con los que las hacía bailar en las plataformas, lo último que Jael, Max y Fran escucharon antes de irse fueron las súplicas de auxilio mientras las chicas se desquitaban por todo el maltrato sufrido a manos de él.

-¿De verdad vas a hacer eso con su familia? -Jael sentía que su cuerpo ardía.

-No, yo sería capaz, pero la trata de personas no es lo mío y el tráfico de órganos tampoco su esposa e hijos están en un centro comercial su madre por otro lado no era tan inocente ya que estaba al tanto de los negocios de su hijo.

-Que bueno -ok el tipo no era tan malo.

-Si, el tráfico de órganos y personas es mucho trabajo y muchos problemas por tan poco dinero.

-Idiota -la voz de Jael temblaba mientras veía a la patrullas pasar a su lado, Max lo había subido a la parte trasera de un auto con Fran al volante -. ¿Como esta Maxi?.

-Mi hijo esta bien -Max podía ver la creciente necesidad de Jael debido al afrodisíaco que le habían inyectado.

-Maxi no...no, no es...

-Le hice una prueba de ADN Jael, así que no lo niegues -Max le acarició el rostro con dulzura y Jael gimió ante su toque-. No tienes de que preocuparte así que dejame ayudarte -lo beso.

-No...no...no...si...no.

-¿Porqué no? Lo necesitas amor y yo quiero cuidar de ti.

- ¿Vas a cuidar de mi? -la mente de Jael empezaba a perder la razón.

-Si...por y para siempre mi amor, te amo y te amo mucho más de lo que puedas imaginar.

-Eres un super mal ejemplo para Maxi y... -el dolor que lo atravesó no le permitió seguir hablando.

-Ven aquí, puedes sufrir un infarto si no obtienes alivio y su eso pasa Maxi se quedará con este mal ejemplo -lo jaló hasta su regazo, Jael era un tipo grande y para nada dócil pero para Max era lo más hermoso y perfecto del mundo.

-Si, no sería bueno que eso pase, esta bien pero por favor usa un condon y uno...uno que sea de tu talla.

-Mi amor no tengo condones -Max se sorprendió ya que Jael se había quitado toda la ropa al sentir que su cuerpo iba a hacer combustión en cualquier momento.

Nota: me emociona mucho esta historia.