Al sorprender a una pareja en pleno acto, Kumala Rasya Putri(Kurap) se ve obligada a firmar un acuerdo absurdo con aquel hombre. Pandu Nugraha Andaksa(Panu) debe contener su ira cada vez que se enfrenta a Rasya, quien pone a prueba su paciencia una y otra vez.
Entonces, ¿terminarán atrapados en un matrimonio como en cualquier novela? ¿O habrá una sorpresa inesperada que logre que ambos se enamoren mutuamente?
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Capítulo 19
Pandu tiró del brazo de Rasya y la sacó hacia el estacionamiento. Después, soltó bruscamente la mano de la chica. La mirada de Pandu se agudizó, pero Rasya mantuvo la compostura.
"¡¿Puedes dejar de subirme la presión arterial?!" gritó Pandu con los puños apretados.
"Te busco una escalera para que bajes, Om", respondió Rasya con calma.
"¡No estoy bromeando!" reprendió Pandu.
"Yo tampoco hablo en serio, Om. No te enfades tanto, Om. Te verás más viejo." Rasya se recostó en el asiento con tranquilidad.
"¡Por tu maldita boca, ahora tus padres me obligan a casarme contigo! ¡Esto es una locura!" maldijo Pandu. Golpeó el asiento delantero del coche para liberar su frustración.
"Entonces cásate conmigo en secreto, Om. Así, podrás divorciarte de mí cuando quieras sin tener que lidiar con los trámites del divorcio."
Pandu miró fijamente a Rasya con una mirada inquisitiva. "¡No me digas que estás hablando así a propósito para que nos casemos y puedas desplumar mi fortuna!" replicó Pandu.
Rasya devolvió la mirada a Pandu, pero al instante la risa de la chica resonó en el coche. Pandu, al oírlo, frunció el ceño y pensó que la chica estaba desequilibrada.
"¿Por qué te ríes? ¿Estás loca?" exclamó Pandu, pero Rasya se limitó a sonreír burlonamente.
"¿Por qué te pediría que te casaras conmigo en secreto si mi intención es quedarme con tu fortuna? Mira la lógica, Om. Vivimos en la misma casa, si realmente quiero desplumar tu fortuna, te daré un afrodisíaco y te invitaré a uh ah para quedar embarazada y pedirte que te hagas responsable", explicó Rasya. Pandu se quedó callado y siguió mirando fijamente a Rasya.
"Estoy cansada de que me persiga Parjan, que es más negro que el culo de la sartén de mi madre. Hagamos un trato, Om. Como en las novelas." Rasya subió y bajó las cejas, provocando a Pandu.
"¿Qué trato?" preguntó Pandu bajando un poco el tono de voz.
"¡Ish! Eres aburrido, Om. Pues un contrato de matrimonio. Así que nos casamos en secreto y el periodo de validez es de seis meses, si es un año me temo que te enamorarás de mí." Rasya volvió a reír a carcajadas, mientras que Pandu se quedó boquiabierto sin poder creerlo.
"¿Podrías ser un poco sensata?" refunfuñó Pandu.
"Ahora soy un poco sensata, mucha locura." La risa de Rasya resonó, y Pandu, al verla, se estremeció. Estaba seguro de que esta chica sufría un trastorno mental de dosis baja, casi moderada.
"¿De verdad tus padres estarían de acuerdo en que me case contigo en secreto?" preguntó Pandu burlonamente.
"El asunto de mis padres es cosa mía. Lo importante es que cuando nos casemos, no tendrás que mantenerme, Om. Conseguiré mi propio dinero." Pandu volvió a mirar fijamente el rostro de la chica que hablaba con calma como si no tuviera ninguna carga.
"¡Pareces una mujer sin autoestima!" exclamó Pandu, pero Rasya se limitó a acariciar suavemente la mejilla de Pandu, lo que tensó el cuerpo de Pandu. Pandu sintió que todo su cuerpo se estremecía, incluso su pequeño hermano empezaba a presionar sus pantalones.
"Que la gente diga lo que quiera, Om. ¡Lo importante es que pueda seguir respirando!"
Los ojos de Pandu se abrieron como platos cuando Rasya besó su mejilla aunque solo fuera por un segundo. Su conciencia pareció desaparecer, incluso cuando Rasya salió por la puerta lateral, Pandu no se dio cuenta. Cuando Rasya cerró la puerta del coche con bastante fuerza, la conciencia de Pandu volvió. Salió inmediatamente del coche y persiguió a Rasya, que ya se había marchado.
"¡Espera!" gritó Pandu, pero Rasya siguió caminando hacia el lado del hospital. Pandu aceleró el paso para alcanzar a Rasya porque sentía mucha curiosidad por saber adónde iba la chica.
"¿Qué pasa, Om?" Rasya se detuvo porque le dolían los oídos de oír a Pandu gritar sin parar.
"¿Adónde vas?" preguntó Pandu cuando ya estaba frente a Rasya. Negó con la cabeza, ahuyentando los pensamientos lascivos al ver los labios sexys de Rasya que acababan de besarlo.
"Voy a comer, Om, tengo hambre. No quiero que nuestro hijo pase hambre." Rasya se rió sola mientras se frotaba el vientre plano. Pandu resopló con rudeza, pero aun así tiró de la mano de Rasya, invitándola a ir a la cafetería antes de tener que discutir con la chica que, según él, estaba un poco desequilibrada.
"Ciee, le gusta enfadarse, pero también es atento", se burló Rasya, pero Pandu no respondió. "No te quedes callado, Om, pensarán que eres mudo."
"¡Cállate!" gritó Pandu y volvió a soltar bruscamente la mano de Rasya.
"¡Mas! ¿Por qué eres tan malo conmigo y con nuestro hijo? Solo quiere que lo beses en público." Rasya fingió llorar e hizo que Pandu entrara en pánico porque algunos visitantes de la cafetería lo miraban con curiosidad.
Finalmente, Pandu besó el vientre de Rasya porque no quería que mucha gente lo malinterpretara y pensara mal de él. El llanto fingido de Rasya cesó y la chica soltó una risita.
"Resulta que Om también puede contagiarse de locura."
Juro por lo que sea, Pandu quería ahogar a esa chica en el fondo del mar más profundo.
