Alejandro es un exmilitar que junto a su amigo fundó una empresa de seguridad. Su vida iba relativamente bien. Hasta que acepta ser quien se haga cargo de la seguridad de Paulina Montez, la hija de uno de sus principales clientes. Paulina es una chica de 18 años, con una vida desenfrenada, pero con la llegada de Alejandro a su vida, todo dará un giro de 180 grados, cuando la atracción entre ellos empieza a ser inevitable.
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capitulo 19
Paulina Montez
Me enfureció que Alejandro pensara que yo era una chica fácil se que mi comportamiento anterior no era muy bueno pero nunca deje avanzar a ninguno, me fui a la cama no sé si fue el cansancio o tal vez la champán que en cuestión de segundos me quedé dormida no me quite ni si quiera el vestido, por la mañana al darme cuenta que todavía llevaba puesto el vestido de novia trate de quitarme lo pero el cierre estaba atascado y el muy estúpido de Alejandro en vez de ayudar se reía de mi fue hasta que le pedí su ayuda vino a mi auxilio, cuando bajo el cierre y tocó mi cintura sentí el calor de sus manos sentí el calor, el deseo se apodero de mi cuerpo, mi piel se erizó y mis piernas temblaban y fue inevitable emitir un gemido el al instante se separó de mi, se fue al baño y ahí me dejó toda caliente con las bragas mojadas con el deseo a flor de piel y yo que quería que me perdiera el respeto, que me hiciera suya, ni modo tendría que bañarme con agua fría, como estaba ocupado el baño fui en búsqueda de otro pero era cierto ninguno servía así que me regresé a la habitación pero como Alejandro no salía me empecé a preocupar así que le grité el salió pocos minutos después yo estaba sentada en la cama dejando que el me viera las piernas tenía tantas ganas de provocarlo, se que yo no le era indiferente que yo le atraía, pero al parecer yo me quedé embobada su cuerpo perfectamente esculpido la agua bajaba por su cuerpo me estaba haciendo delirar
--- Ya puedes bañarte, que te parece si vamos a la playa y comemos en un lugar cerca---
--- si, como tú digas--- dije y me fui a duchar que tendría que hacer para calentar a este hombre, al parecer tenía un temple de hierro.
cuando estuve lista fuimos a comer, paseamos por la playa Alejandro me tomo de las manos realmente parecíamos una pareja de enamorados, me quite el vestido quedando en traje de baño
--- Que hace?--- me preguntó el y yo con una sonrisa un tanto pícara.
--- Voy a tomar sol, para eso estamos en la playa--- y es que el bikini era diminuto quería provocarlo y al parecer lo estaba consiguiendo
--- Ese bikini no deja nada a la imaginación mira todos esos hombres te están viendo---
--- exageras e modelado ropa interior más diminuta---
--- Si pero no estás modelando, además eres mi esposa---
--- si pero soy una esposa de mentiras o estás celoso---
--- yo celoso, para nada es solo que no me gusta que los hombres te vean como un objeto--- dijo él mientras me abrazaba parecía un macho marcando su propiedad hasta cierto punto me sentí alargada pero no iba a permitir que el quisiera dominarme.
--- Que te pasa, te comportas como un macho retrógrado--- dije y me fui a nadar el se quitó la camisa y me siguió
--- Tu no me puedes dejar con la palabra en la boca--- dijo el y se acercó a mi cuerpo pude sentir la dureza de su cuerpo.
