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“Historias De Caballeros Móviles: El Vuelo De Antonieta”

“Historias De Caballeros Móviles: El Vuelo De Antonieta”

Status: En proceso
Genre:Autosuperación / Reencarnación / Villana / Duque
Popularitas:463
Nilai: 5
nombre de autor: Aramisss

Antonieta, una joven noble de catorce años, vive atrapada entre las estrictas reglas de la alta sociedad y su pasión secreta: volar en un caballero móvil. Mientras se prepara para cumplir con su rol como dama y conocer a su prometido, entrena en secreto para dominar la tecnología que le permitirá surcar los cielos. Pero no todos están dispuestos a aceptar su sueño, y Antonieta deberá decidir si seguir las normas o romperlas para volar libre.

NovelToon tiene autorización de Aramisss para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 16: Bienvenida a Helior, Antonieta.l

[Interior – Academia de Helior – Tarde]

En uno de los salones administrativos de la academia, la decana Sara hojeaba una pila de documentos con el ceño fruncido. Aquel día había sido especialmente agotador. Desde la mañana, había atendido a una docena de jóvenes nobles, todos indignados por la misma razón: la idea de ser evaluados como cualquier otro alumno les parecía un insulto a su linaje.

Sara, mujer de temple firme y mirada cansada, había respondido a todos con la misma frialdad:

Sara (seca)

—En Helior no se hereda el derecho a la excelencia. Se prueba.

Pensaba que al fin tendría un respiro, cuando alguien tocó a la puerta. Suspiró con resignación.

Sara (cansada)

—Adelante…

La puerta se abrió. Dos jóvenes entraron.

La primera era una muchacha de piel tan pálida como la porcelana, ojos rojos penetrantes y cabellera rizada. Su porte lo decía todo: sangre noble.

A su lado, una chica de cabello oscuro y actitud mucho más tímida.

La diferencia era evidente: una venía adornada por el apellido; la otra, por el esfuerzo.

Chica rubia (haciendo una reverencia)

—Saludos. Soy Alison Alcalá de la Alameda.

Chica de cabello oscuro (imitando nerviosa)

—S-Saludos… Yo soy Valeria Woobber.

Sara no devolvió el saludo. Solo revisó su tablilla encantada. Tras confirmar los nombres, les entregó un par de carpetas.

Sara

—Aquí tienen: horarios, plan escolar de la semana, mapa del instituto, reglamento general y números de habitación.

Alison (hojeando la carpeta)

—¿Plan escolar… de esta semana?

Sara

—Así es. Igual que los pilotos, ustedes también serán evaluadas. Necesitamos confirmar que están a la altura.

Valeria (asustada)

—¿E-Entonces… con entrar no basta?

Sara (seca)

—Correcto.

Alison (con indiferencia)

—Bueno. Quien llora por la leche derramada, se atrasa. Agradecemos su tiempo.

Sara

—A ustedes, por escuchar.

Ambas salieron. Sara las observó unos segundos antes de dejarse caer en la silla y estirarse aliviada.

[Pasillo de dormitorios – minutos después]

Alison caminaba en silencio. Valeria la seguía.

Alison (mirándola de reojo)

—¿Por qué me sigues?

Valeria

—Voy a los dormitorios… ¿Y tú?

Alison (arqueando una ceja)

—Dormitorios… Supongo que malinterpreté la ruta.

Valeria

—No importa. Pero… ¿escuchaste lo que dijeron? Nos evaluarán…

Alison

—Si estoy aquí es porque me preparé. Y si no logro pasar… bueno, no seré una dama ejemplar, pero viper demostrará cuán mezquina puedo llegar a ser.

Valeria no respondió. Ambas continuaron en silencio hasta divisar al resto del grupo. Richard venía entre risas con otras chicas.

Valeria se adelantó. Alison se detuvo unos pasos atrás, pensativa.

[Interior – Dormitorio femenino – Tarde]

El dormitorio era amplio. Paredes de piedra blanca, estanterías vacías, escritorios con cristales encantados. La ventana mostraba la torre espiral, con sus anillos flotando en calma.

Lemon fue la primera en entrar. Giró sobre sí misma sonriendo.

Lemon

—Luce acogedor, ¿no crees, Minerva?

Minerva

—Sí…

Lemon

—Aunque necesita su toque personal.

Se sentó en su cama, sacó su grimorio y lo abrió activando una runa en la tapa. Círculos mágicos flotaron frente a ella.

Lemon (concentrada)

—Runa de transporte menor… subgrupo: objetos personales… ¡aquí estás!

Comenzaron a salir un cepillo, una taza encantada, una manta rosa bordada…

Lemon

—Ah… esto ya se siente más como casa.

Minerva la observó en silencio. Dejó su bolso sin cuidado y abrió su grimorio.

Minerva

{Efi}

Las palabras comenzaron a aparecer solas.

Efi

{Minerva, qué bueno es volver a verte.}

Minerva

{Si tú estás a mi lado, siempre.}

Efi

{Lo sé. Pero una cosa es sentirte… y otra saber que estás bien.}

Minerva

{Entonces, es hora de ponerte al día.}Lemon la miró curiosa, luego revisó su grimorio.

Lemon

—¿Otra vez hablando con Efi?

Minerva

—Sí

.Lemon

—Sigue siendo raro, aunque ya no tanto.

Minerva

—Llevas diciéndolo desde primer año

Lemon

—Y seguiré. Pero ahora… quiero ver si puedo contactar con Simon.

Una esfera rosa salió del grimorio. Lemon la agitó. Una voz familiar respondió.

Simon (a través del grimorio)

—¿Lemon…? ¿Eres tú?

Lemon (emocionada)

—¡Simon! Me alegra escucharte. Supongo que saliste de Lethermont.

Simon

—Más que salir… me quedé a defenderlo. Con un chico llamado Alan.

Lemon

—No me sorprende. ¿Qué harás ahora?

Simon

—Tomamos un barco. Vamos a Azgaria. Aunque Alan odia este continente.

Lemon

—¿Odia Azgaria? ¿Por qué?

Simon (entre risas)

—Ambos creen que los caballeros móviles aquí son solo decorativos y un gasto inútil.

Lemon (indignada)

—¡Y lo son! Extremidades brillantes, rotores cubiertos por diseño… ¡Alan tiene razón!

Minerva (sin dejar de escribir)

—Pero al menos sus colores son bonitos.

Lemon

—Después de salir de fábrica, terminan en manos de cualquiera. Y si me entero de que tú, Simon…

Simon (interrumpiendo)

—Por cierto, tu caballero móvil será enviado a Helior. Aunque está algo dañado tras el ataque al puerto.

Lemon

—¿¡Atacaron el puerto!?

Simon

—Sí. Gran parte de Lethermont. Incluso peleamos contra un ex-Reaper Hollow.

Minerva (frunciendo el ceño)

—Pero… esos estaban fuera de servicio desde hace décadas.

Simon

—Exacto. Alan cree que alguien encontró restos y los reconstruyó.

Lemon

—Supongo que elegimos un mal momento para venir a estudiar…

Simon

—Perdón.

Lemon

—No te disculpes. No fue tu culpa. Además, fue Minerva quien insistió.

Minerva

—Lo siento…

Lemon

—Tú tampoco te disculpes. ¿Quién imaginaría que justo el día de nuestra llegada renacería una célula paramilitar extremista?

La llamada terminó. Minerva siguió escribiendo en silencio.

[Interior – Dormitorio masculino – Tarde]

Richard ingresó a su habitación sin ceremonias. tercer año. Costumbre. Desempacó lo poco que trajo y se dejó caer en la cama. Hasta que…

[Puerta abriéndose con fuerza]

Antonieta (gritando)

—¡Hola! Soy Antonieta, espero que poda— … ¿¡Richard!?

Richard (tranquilo)

—Parece que nos asignaron la misma habitación.

Antonieta (confundida)

—¿¡Y eso cómo ocurre?! ¿¡Los dormitorios son mixtos ahora!?

Richard (sentándose en su cama)

—No exactamente. El sistema prioriza a familiares directos… o comprometidos recientes.

Antonieta

—¿¡Qué!?

Richard

—No lo digo yo. Está en el reglamento. Página doce.

Antonieta se quedó en silencio, mirando la habitación como si esperara encontrar cámaras ocultas.

Antonieta

—Esto es raro…

Richard

—Te entiendo.

Ella comenzó a desempacar, molesta. Richard, entonces, recordó algo.

Richard

—¿Recuerdas la carta de Alan me pidió darte?

Antonieta (desinteresada)

—Sí.

Richard

—¿Puedo leerla?

Para su sorpresa, Antonieta le extendió la carta sin más. Richard la leyó en voz alta.

Richard (leyendo)

—“Querida Antonieta: Me alegra saber que lograste entrar a Helior. Siempre supe que lo harías. Yo, por mi parte, partí hacia Azgaria. No hace falta que me digas lo desagradable que suena eso… créeme, lo sé. Pero tengo una misión que cumplir. Ya habrá tiempo para que me odies por dejarte sola.”

“Ah, y un último consejo… cuidado al formar tu primer enlace. También asegúrate de cerrar cualquier altavoz. Me lo agradecerás.”Richard frunció el ceño al terminar.

Antonieta

—¿Esperabas una confesión o algo así?

Richard

—Sí…

De pronto, se escucharon risas. Voces. Murmullos cercanos.

Antonieta

—¿Qué está pasando afuera?

Richard (sonriendo apenas)

—Aunque no entres como piloto… vivirás la experiencia Helior.

Antonieta

—¿A qué te refie

—[Puerta abriéndose con violencia]

Un grupo de alumnos de tercer año entró entre risas. En un instante, levantaron a Antonieta en vilo.

Antonieta (gritando)

—¡¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?! ¡RICHARD, AYÚDAME!

Richard (cruzado de brazos)

—Buena suerte. Es tradición.

Antonieta (alejándose)

—¡TRAIDOR! ¡SUÉLTENME, ANIMALES DE CAMPO—![Puerta cerrándose de golpe]

Richard volvió a su cama y suspiró.

Richard

—Bienvenida a Helior, Antonieta.

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Maria Teresa Villarreal Rodriguez
Me ha gustado mucho tiene mucha imaginación. Lo que no me agrado es que esta en pendiente. Es como un cómic para niño pero muy interesante felicidades espero que sigas tu trabajo adelante no metas muchos personajes se pierde uno con muchos.
Maria Teresa Villarreal Rodriguez
pensé que eran aviones, grande imaginación
nombre re: Gracias por el comentario
total 1 replies
nombre re
Rumores en que historias no existen /Smile/
Himura Kenshin
Quiero compartirlo
nombre re: Adelante
total 1 replies
tao shin
Tu estilo es impresionante.
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