La Hermana De La Villana

Ya en el palacio Nadia se encontraba en una habitación siendo atendida por un médico, pues tenía algunas heridas leves, los duques Goldwyn y Alida al enterarse del ataque, fueron al palacio para ver cómo se encontraba Nadia, Alida era la que más preocupada se encontraba por su hermana. Cuando la familia Goldwyn llegó al palacio fueron directamente a la habitación en donde se encontraba Nadia, al verla Alida corrió a abrazarla y le aliviaba que Nadia se encuentre bien, sus padres siguieron a Alida.

 - Me están sofocando.- dijo Nadia, feliz de ver a su familia.

 - ¿No tienes heridas graves?.- pregunto su madre preocupada revisando a su hija.

 - No madre, el médico dijo que solo tenía heridas superficiales.

¿Quién te hizo esto?.- pregunto Alida molesta.

Fueron bandidos, los interrogarán más tarde.

Esto tranquilizó a Alida y a sus padres, pues querían saber quién había enviado el ataque, según Alida probablemente fue algún noble que quiso hacerle daño a la princesa, pero había escuchado de algunas sirvientas que tanto la princesa como Cora no tenían heridas pues se escondieron en un carruaje, esto a Alida le parecía un poco extraño.

Ya en la tarde el juicio se realizaba en la sala del trono, estaban los dos bandidos quienes habían sido capturados, al parecer uno de ellos era el líder, quien también se encontraba en el juicio era Lucían, aún estaba herido pero prefería ver el juicio, trataba de deducir quien pudo haber enviado el ataque.

¿Quién los contrato?.- pregunto el rey molesto pues casi pierde a su hija.

Los bandidos parecían reacios a responder, Nadia se encontraba con su familia viendo el juicio, preguntándose quien pudo haber enviado el ataque pues está segura de que su hermana no fue.

Un noble.- uno de los bandidos respondió.- De hecho está en esta sala.

Todos se miraron entre sí, quien podría ser tan estúpido como para atentar contra la vida de la princesa.

El duque Goldwyn, él fue quien contrato nuestros servicios.- dijo sin más.

Todos en el salón se quedaron en silencio, el rey dirigió su vista al duque quien se mostraba molesto y confundido.

¿Majestad va a creer en este bandido?.- pregunto el duque.

Él dice que usted lo contrato.- expreso el primer ministro.

Majestad, no olvide que mi hija también se encontraba en ese viaje.- menciono con clara molestia.- Y cabe destacar que mi hija sufrió más heridas que la princesa y la otra doncella que se encontraba en el viaje

Al mencionar ese detalle todos empezaron a murmullar, el duque tenía razón si él hubiese querido hacer daño a la princesa no hubiese enviado a su hija a dicho viaje, además es muy sabido que el duque ama a sus hijas, claramente alguien quiere inculpar al duque.

Eso es cierto, el duque no pudo haberlos contratado.- menciono el rey dirigiéndose hacia los bandidos.- Si no me dicen quien fue haré que los torturen.

Los dos hombres se mostraron asustados por lo dicho por el rey, pero no podían decir quién fue, así que se quedaron en completo silencio, el rey al ver que no dirían nada mando a que los encerraran en el calabozo. Lucían no vio nada inusual pero era extraño que los bandidos no confesaran probablemente quien los contrato es alguien con poder que busca perjudicar al duque Goldwyn.

Lucían¿ya estás mejor?.- pregunto Nadia sacándolo de sus pensamientos.

Si, tú ¿cómo estás?.

Con algunos raspones, pero me encuentro bien.

Me alegra, podríamos hablar en un lugar con menos personas.- Nadia asintió y ambos fueron al jardín.

De que quieres hablar.

Estás corriendo peligro, algo me dice que todo esté asunto gira en torno a Cora.

A Nadia esto la sorprendió, porque Cora estaría interesada en hacerle daño, además su familia no tiene tanto dinero como para poder contratar a asesinos.

¿Por qué crees eso?.- pregunto Nadia.

No te parece extraño que tanto a ella como a la princesa no les pasó nada.- explicó.

Un poco sí.

Sé que la familia de Cora no tiene dinero como para contratar a alguien, por eso pienso que alguien con más poder los está ayudando.

Es probable, ¿pero quién?.

Averiguaré eso, pero por lo pronto mantente alejada de Cora.

Pero que pasara con nuestro plan.

Pensaré en algo menos arriesgado.

Mientras Nadia y Lucían caminaban en silencio, Lucían pudo observar a Nadia preocupada.

No entiendo por qué Cora querría hacerme daño.- murmuró Nadia, con la mirada perdida en una flor que se mecía delicadamente.

Tal vez ella no es la mente maestra detrás de esto.- respondió Lucían, pensativo.- Alguien más la está utilizando.

¿Pero quién ganaría algo con esto? Primero el ataque, ahora intentan incriminar a mi padre...- La voz de Nadia se quebró ligeramente.

Es confuso, lo sé.- Lucían tomó su mano, ofreciéndole un apretón reconfortante.- Pero descubriremos la verdad. Debemos ser cautelosos.

¿Qué le diré a Alida? Está muy preocupada, y si Cora está involucrada...

Por ahora, no le digas nada concreto.- aconsejó Lucían.- Solo dile que estamos investigando. No queremos alarmarla innecesariamente.

Un silencio incómodo se instaló entre ellos. Nadia se sentía confundida y dolida. La idea de que Cora este involucrada en el ataque la angustiaba, pues es muy probable que quieran hacerle daño a Alida.

Lucían... ¿crees que mi hermana también está en peligro?.- preguntó con un hilo de voz.

Lucían la miró a los ojos, su expresión seria.

Es una posibilidad que no podemos descartar. Si alguien está manipulando a Cora, sus motivos podrían ser más amplios que solo hacerte daño a ti.

Nadia sintió un escalofrío recorrer su espalda. La idea de que Alida pudiera estar en peligro la llenó de angustia.

Tenemos que protegerla.- dijo con determinación.

Lo haremos.- afirmó Lucían con firmeza.- Pero debemos actuar con inteligencia. Quien esté detrás de todo esto es astuto y tiene poder.