Amor Forzado.

Las manos de Alessandro se deslizaban lentamente por el cuerpo de Isabella, cargadas de un deseo palpable que hacía que su respiración se volviera entrecortada y agitada.

Era evidente que Isabella anhelaba estar entre sus brazos, pues su deseo por él era innegable. Sin embargo, el simple pensamiento de que unos minutos antes Alessandro había estado con Renata rompió la magia del momento que compartían.

Con determinación, Isabella se liberó del agarre de Alessandro, empujándolo con firmeza.

—¡Ni pienses que soy igual que Renata! —exclamó con voz firme—. Aunque provenga de una familia humilde, tengo mis propios valores, y no voy a permitir que me toques después de tu escapada con Renata. ¡No lo permitiré! Dijo Isabella tambaleándose pues el alcohol ya había hecho su trabajo en su cuerpo.

Alessandro la observó intensamente, como si no pudiera resistir la tentación de acercarse nuevamente. Sin perder tiempo, se acercó de inmediato, rodeando su cintura con un brazo mientras con la otra mano tomaba delicadamente su rostro. Entonces, inclinándose hacia ella, la besó con una pasión ardiente y sincera.

Las empleadas, que presenciaban la conmovedora escena, no pudieron evitar sonreír, deleitadas por la exhibición de amor entre los dos.

¡Eres mi esposa, no puedes negarte! exclamó Alessandro con fervor, mientras sus besos recorrían lentamente el delicado contorno del cuello de Isabella, devorando cada centímetro de su piel con una mezcla de pasión y ternura. Su aliento cálido acariciaba su cuello, intensificando la atmósfera cargada de deseo que los envolvía, mientras ella, atrapada entre la sorpresa y la emoción, sentía cómo cada roce de sus labios la consumía por dentro.



¡Alessandro! —exclamó Isabella con la voz entrecortada, abrumada por una avalancha de sensaciones que recorrian su cuerpo y que le resultaban imposibles de contener.

La suavidad de la voz de Isabella, llena de pasión y deseo, se entrelazaba con la firmeza del cuerpo de Alessandro, quien la acercaba aún más hacia sí mismo. De esta manera, ella podía percibir la intensidad de su masculinidad, que se hacía evidente en el contacto directo entre ambos.

Me estás volviendo loco, Isabella.!_ dijo Alessandro besando los hombros de ella, para después cargarla en sus brazos y enseguida subir con ella asta la habitación.

Una vez que Alessandro entró en la habitación, con cuidado y suavidad la tendió sobre la cama, asegurándose de que se sintiera cómoda. Mientras tanto, comenzó a desabrocharse la camisa, revelando un pecho bien tonificado que denotaba horas de dedicación al entrenamiento. Isabella lo observaba con la respiración entrecortada, sintiendo una mezcla de nervios y miedo que le aceleraba el pulso y la mantenía en un estado de tensión.

Alessandro se volvió acercar a ella y la beso mientras sus manos recorrían los muslos de Isabella.

Basta, no puedo hacer esto pensado en que tú acabas de estar con Renata.!_ dijo Isabella, con dolor en su palabra como si le doliera más a ella interrumpir su momento.

Alessandro paro enseguida y se sentó en la cama agitado mirando como Isabella se levantaba de la cama directamente al baño y cerrando la puerta tras de ella.

Alessandro tomó su camisa con manos temblorosas y salió de la habitación, dirigiéndose hacia la sala de invitados. Al entrar, dejó que su cuerpo cayera pesadamente sobre la cama, sintiendo el suave contacto con el colchón. Cerró los ojos con fuerza, buscando en su mente el recuerdo de Isabella. Podía evocar su imagen con claridad: su piel delicada y suave como el terciopelo, que parecía brillar a la luz. Esos pensamientos lo envolvieron en una mezcla de nostalgia y anhelo, mientras intentaba aferrarse a cada detalle de ella.

Mientras Isabella abría la llave de la ducha, el agua caliente empezó a fluir, creando un suave murmullo que se unía al sonido de sus sollozos. Con cada gota que caía, su corazón se ahogaba un poco más en un mar de nostalgia y confusión. Las lágrimas caían libremente de sus ojos, reflejando la tormenta de emociones que la invadía. No podía comprender cómo era posible que su corazón latiera con tanto anhelo por Alessandro, un hombre que compartía su vida con otra mujer, y que además era el mismo hombre cuyas acciones, impulsadas por su padre, habían llevado a la muerte de su madre. La mezcla de amor y dolor la abrumaba, y mientras se dejaba envolver por el agua caliente, sus pensamientos se debatían entre el rencor y un amor imposible.

...Ala mañana siguiente......

Isabella se levantó temprano, miró a su lado Alessandro no estaba suspiró profundo y busco en su armario algo para poder ir al médico a una revisión.