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¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

Status: En proceso
Genre:Matrimonio contratado / Pérdida de memoria / Equilibrio De Poder / Autosuperación / Matrimonio arreglado / Venganza de la Esposa
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Maria Solis

Una mujer despierta luego de estar en coma algunos días.

Sin recuerdos...

Sin saber quien es...

Edad y nombre no es algo que figura en sus recuerdos, ya que parece, los ha perdido todos.

Sin embargo, un hombre aparece delante de ella para recordarle que se llama Alma Rizzo, y que ambos, están casados desde hace cuatro años.
Él le promete ayudarla a recordar todo su pasado para poder encaminar su vida de nuevo.
Algo que a Alma, le parece irreal.
Sobre todo porque cuanto más aprende de si misma, más le aterra descubrir que tal vez no es la mujer que esperaba ser.
Ahora, componer su vida será su misión...
Cosa que no será sencilla cuando se tiene limitado los recuerdos y no sabes si convives con amigos o enemigos.

NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 7

Alma le miró aquellas cuencas azules.

—¿Cómo sabe eso?

La mujer, ladeo la cabeza un poco, mirando su obra maestra servida en la mesa.

—Éramos amigas...

La peli negra miró de nuevo la mesa con los aperitivos.

—¿Éramos?

—Hace un año que no me dirige la palabra.

Alma la miro de nuevo.

—Supongo que mis razones tenía.

—Equivocadas pero si. —Olivia sonrió

—¿Cuáles eran?

—Creyó que le iba a quitar a su esposo por un mal entendido, pero, como muestra de que no la odio por creer tal mentira he venido a desearle pronta recuperación y ofrecerle mi ayuda para lo que necesite.

Alma sonrió con ironía.

—¿Por qué no prefiere mentirme para ser mi amiga?

—Porque si recupera los recuerdos yo quedaré nuevamente como la "mala" y creerá que le mentí. Por eso soy directa.

La oji negra asintió.

—Entonces... ¿No desea quitarme a mi esposo?

Olivia soltó un bufido.

—El señor Lombardi es apuesto, pero yo estoy casada con el hombre de mis sueños. No necesito más.

Alma sonrió.

—Entiendo. Y si, espero recuperar mis recuerdos pronto... Sólo así consideraré nuevamente sus palabras.

Olivia tomó un trozo de queso asiago y lo mordió.

—Me parece excelente. ¿Gusta? —le tendió un poco

Alma nego.

—No... —miró la mesa y sonrió —No puedo comer queso.

—¿El doctor se lo ha prohibido?

Ella negó y miró de nuevo a la oji azul.

—No es por eso, sino que, soy intolerante a la lactosa.

Olivia dio un salto del asombro de manera inconsciente.

—¿Qué... ha dicho? —jadeo

Alma miró la mesa y se acercó a la ensalada para tomar una zanahoria baby de la bandeja.

—Así que prefiero las zanahorias, me va más. —mirando a la mujer de vestido rojo exuberante, sonrió antes de morder la verdura —Con permiso.

«—Aquí traje los bocadillos... Toma uno hermana.

—Gr-gracias... —estirando la mano, tomó uno y lo llevo a la boca para comerlo completo, pero de pronto, la mujer se levantó y escupió el bocadillo

—¡Pero que vulgar! —rugio la mujer de mayor edad y sin más, abofeteo a la chica

—¡Madre! —exclamó Olivia —Debe haber una buena razón para que mi hermana haya hecho eso, ¿no es así?

La mujer la miro con los ojos entre cerrados —Soy intolerante a la lactosa, lo sabes.

—Oh... —Olivia sonrió con malicia —Pequeño detalle insignificante que siempre olvido. —alzó una ceja con indiferencia —Pero no te preocupes, hay restos de zanahoria en el refri, ¿gustas?»

Olivia vio a Alma Rizzo, alejarse sin mirar atrás.

—Maldita perra... ¿Realmente has perdido los recuerdos? —siseo, apretando los puños

.

.

.

Alma busco con la mirada a su esposo pero no lo encontró, así que decidió concentrarse en buscar a Alan Conte, ya que había ido a la fiesta principalmente por él, minimo debían platicar y tantear que tan fragmentada estaba su relación.

Vago por toda la sala, esquivando gente, respondiendo fugazmente a los chismosos y agradeciendo a los que le deseaban mejora.

Cansada, se dejo recargar en una estatua y miró hacia el interior de la mansión, era una casa anfitriona la que les cedia el lugar para la cena de beneficencia pero no dejaba de ser una casa, gigante, pero casa.

Mirando a la multitud, de pronto, Alma deseaba irse. Se irguio decidida a buscar a Valentín para abandonar el lugar, ya apoyarían en otra ocasión, o tal vez podía mandar un donativo más adelante.

Esquivo gente cuando se detuvo en seco.

La boca se le seco, en su garganta se formó un nudo y todo su cuerpo entero se estremeció.

En medio de la sala, había un niño.

Imposible...

Las manos le sudaban y se sentía pegada al suelo. Sin embargo, se movió tan rápido como el niño corrió, lejos de ella y ajena a su presencia.

—Espera... —jadea en un hilo de voz, esquivando gente para seguirle

Lo perdió un instante, pero lo vio correr fuera de la sala.

Esquivo gente y evitó pisar otras cuando una persona se atravesó en su camino y sin poder esquivarla, choco contra ella.

—Cuanto lo siento. —la tomó de los hombros cuando ella tambaleo casi cayéndose a causa del golpe —¿Está bien?

Alma levantó la mirada algo irritada pero se congeló en su lugar al ver a un hombre, alto y musculoso mirarla con preocupación.

—Si si, yo... —miro detrás de él —No se preocupe. —alejándose de él, corrió hacia las puertas transparentes qué daban paso al resto de la mansión.

No podía entrar, no sin autorización y no deseaba meterse en problemas.

Suspirando de frustración, Alma se dio por vencida.

—Genial, me estoy volviendo loca... —murmuró, tocandose el puente de la nariz —Debí concentrarme en buscar a Alan Conte en vez de seguir fantasmas.

—¿Para qué me buscaba?

La peli negra dio un brinco del susto mientras se daba vuelta de manera brusca hacia quien le había susurrado al oído, solo para ver al mismo rubio de antes.

—¿Disculpe?

—Dijo que me estaba buscando, ¿para qué solicita mi presencia?

—Ah... ¿E-es Alan Conte? —preguntó con asombro, quedando como boba ante algo que ya sin duda, había sido aclarado

El hombre, alzó una ceja, pero su rostro parecía apacible, analizando su rostro.

—¿Qué desea de mi, señora Rizzo? —preguntó, un tanto cortante mientras guardaba las manos en los bolsillo de su pantalón

—Yo...

—Querido, creo que pode... Ah, de nuevo nos encontramos. Parece que la noche trata de unirnos. —sonrió la mujer, entrelazando su brazo con el de su esposo

Alma miro al señor Conte y luego a Olivia Silva.

—¿Están casados? —pregunto con desconfianza

—Claro. —sonrió la mujer

Alma desvío la mirada y susurro para si misma.

—Maintenant je comprends pourquoi je ne l'aime pas.

Alan Conte, alzó una ceja con diversión e intriga mientras una media sonrisa se dibujaba en su rostro.

—¿Qué dijo? —inquirio la oji azul

Alma la miró y sacudió la cabeza.

—No, nada.

Ahora agradecía profundamente haber recordado hace días que podía hablar francés ya que era el idioma materno de su madre.

—Alma, querida, aqui estas.

Todos miraron a Valentín acercarse a ellos.

—Perdón, ¿interrumpo algo?

—No amor, ¿ya nos vamos?

—Si, venía a buscarte.

La peli negra miró a los anfitriones de la noche.

—Señores Conte, con su permiso mi esposo y yo pasamos a retirarnos.

—¿No desean quedarse un poco más? La cena aun no empieza. —insistió la mujer

Alma paso la mirada de unas cuencas azul cielo a otras del color de un profundo mar.

—No me siento bien, debo reposar pero no duden en que mandaremos una donación como aportación a su buena labor.

Alan Conte asintió.

—Gracias y le deseo pronta recuperación.

.

.

.

—¿Estás bien?

Alma asintió, mirando el paisaje a través de la ventana.

—Sabes que estoy aquí para lo que nece...

—Sueño con un niño. Llamándome...

Valentín suspiro.

—Ok, no era lo que me esperaba pero te escucho, ¿qué recuerdas de ese niño?

—No recuerdo mucho, solo que me llama mamá y muchas veces no puedo verlo o cuando lo hago no reconozco su rostro. —admitió, mirando sus manos

—¿Deseas ir al doctor?

—El doctor me dijo que podía ver un psicólogo pero no se...

—Yo apoyo la idea amor, podemos ir los dos para saber en que puedo ayudarte.

—¿Harías eso por mi?

Valentín le miró fugazmente antes de mirar el camino.

—Lo que sea.

—Bien, si vienes conmigo me sentiré más cómoda de compartir mi locura.

Él sonrió.

—No estas loca, o si acaso, eres la loca más hermosa del mundo.

—Calla. —murmuró ella, mirando de nuevo la ventana

...[...]...

Al día siguiente, ambos estaban frente a la psicóloga.

—Bien, analizando lo que me ha dicho hasta ahora, yo creo que luego de la pérdida de sus recuerdos, su cerebro ha sobre puesto aquello que más anhela pero que por alguna razón, no ha podido cumplir.

—Dice... ¿Deseo ser mamá muy en el fondo?

La psicóloga asintió.

—Llevan 4 años casados, ¿Por qué no han intentado tener un hijo hasta ahora?

Alma miró a Valentín, quien había permanecido callado todo ese tiempo.

—Ah... —balbuceo —Recién te volviste la cabeza de la familia y tenías mucho trabajo así que decidimos que lo mejor sería enfocarnos en nuestros trabajos y más adelante íbamos a intentarlo.

—¿Se dieron algún plazo de tiempo para tener hijos?

El peli café asintió.

—Dos años pero, bueno, más responsabilidades llegaron con el tiempo y ya no se volvió un objetivo a alcanzar.

Alma miro sus manos, tal vez fueron las responsabilidades pero también está segura que se debió a que su relación era solo una pantalla.

—Bueno, tu subconsciente está pidiéndote que te des tiempo para aquello que más anhelas.

—Creo que... —balbuceo ella —Podemos tratar de ser padres... No se... —miró a Valentín

Sus ojos negros se encontraron con los esmeralda de él.

—Te apoyo en todo lo que desees. —tomándola de la mano, llevo su palma a sus labios —Lo sabes.

La psicóloga sonrió.

—Inténtelo y puede que las voces y visiones vayan desapareciendo.

—Gracias... —sonrió la oji negra

1
Maria Cristina Roldan Rodam
ahí hay algo raro no habrán intentado matarla
Yasmira Español
Malo
Yasmira Español
Normal
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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