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Bajo La Lluvia

Bajo La Lluvia

Status: En proceso
Genre:Venganza / Amor a primera vista / Malentendidos / Reencuentro / Amante arrepentido / Amor en la madurez
Popularitas:10.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Enay Dareck

Bajo la lluvia es una historia de romance y pasión que surge de un encuentro inesperado. Mariana, marcada por un pasado complicado, conoce a Samuel, un hombre enigmático que despierta en ella emociones olvidadas. Sin embargo, cuando su exnovio reaparece, el amor se ve amenazado por los fantasmas del pasado. Entre secretos, deseo y decisiones, ambos deberán enfrentar lo que realmente significa arriesgarse por amor.

NovelToon tiene autorización de Enay Dareck para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

cap:9

La noche había caído y, con ella, una sensación de inquietud envolvía el apartamento de Mariana. Samuel no había regresado, y las horas parecían alargarse de forma interminable. Mariana caminaba de un lado a otro, tratando de calmar los nervios que la atenazaban. Sabía que necesitaba hacer algo para recuperar el control, para recuperar la confianza de Samuel. Pero, por otro lado, también sabía que Pablo no iba a dejarla tranquila.

El teléfono vibró sobre la mesa, interrumpiendo sus pensamientos. Mariana miró la pantalla: Pablo.

El dedo tembloroso de Mariana deslizó la pantalla para aceptar la llamada.

—¿Qué quieres, Pablo? —preguntó, con la voz más firme de lo que realmente se sentía.

Del otro lado, la voz de Pablo sonó suave y calculadora.

—Solo quería saber cómo estabas. He notado que las cosas entre tú y Samuel no van muy bien.

Mariana se tensó al escuchar esas palabras.

—No es asunto tuyo. ¿Por qué no simplemente dejas que todo esto termine?

Pablo soltó una risa suave, casi burlona.

—Porque no puedo. Sé que sigues pensando en mí, Mariana. Y Samuel está demasiado cegado por sus propios demonios como para ver la verdad.

Mariana cerró los ojos, intentando mantener la calma. Sabía que no podía permitir que él la afectara más. Pero las palabras de Pablo estaban calando más hondo de lo que ella quería admitir.

—No me llamaste solo para hacerme preguntas. ¿Qué es lo que realmente quieres, Pablo?

Hubo una pausa en la línea, y entonces él dijo, con una tranquilidad inquietante:

—Quiero hablar contigo, Mariana. En persona. Sé que aún no entiendes por qué te estoy haciendo esto, pero si me escuchas, podrías empezar a comprenderlo.

Mariana frunció el ceño, sintiendo un retortijón en el estómago. Sabía que lo que Pablo quería no era una simple conversación. Sin embargo, se dio cuenta de que no podía seguir ignorándolo. Si realmente quería poner fin a este tormento, tenía que enfrentarse a él.

—Está bien —respondió finalmente, con tono decidido—. Nos veremos. Pero no te atrevas a manipularme más.

Pablo sonrió desde el otro lado de la línea.

—Perfecto. Mañana, a las 3 en el parque de la ciudad. Nos vemos allí.

Sin esperar respuesta, colgó. Mariana se quedó mirando la pantalla del teléfono durante unos segundos, su mente enredada en pensamientos confusos. Pero sabía que tenía que ir. Si no lo hacía, las dudas que Pablo había sembrado en ella seguirían creciendo.

---

Al día siguiente, Mariana llegó al parque con la sensación de estar caminando hacia una trampa, pero también con la determinación de no dejarse atrapar. Miró alrededor, buscando a Pablo, hasta que lo vio sentado en un banco apartado, con una actitud relajada que contrastaba con la tensión que sentía en su propio cuerpo.

Se acercó a él con paso firme, aunque la ansiedad le atenazaba el pecho.

—¿Qué quieres de mí, Pablo? —preguntó, tratando de sonar segura.

Pablo la miró desde su lugar y sonrió.

—Solo quiero hablar. No he venido a pelear.

Mariana se cruzó de brazos, resistiendo el impulso de alejarse.

—Entonces habla. ¿Por qué todo esto? ¿Por qué arruinarlo todo?

Pablo se reclinó en el banco, cruzando los brazos detrás de su cabeza.

—Porque lo que Samuel no entiende, y tú tampoco, es que nunca hubo un "nosotros" en lo que tenía que ver conmigo y tú. Siempre fuiste mía, Mariana, aunque lo olvidaras. Y lo que sientes por Samuel es solo una distracción, una forma de llenar el vacío que dejé.

Mariana lo miró, incrédula ante sus palabras.

—¿Crees que esto es un juego? ¡Yo no soy una propiedad! ¿Por qué no entiendes eso?

Pablo se levantó del banco lentamente, acercándose a ella con paso tranquilo.

—Claro que no eres una propiedad, pero te conozco mejor que él. Y él te está haciendo daño, Mariana. No te das cuenta de que te está presionando, de que te está obligando a una imagen de ti misma que no es real.

—Eso no es cierto. —El tono de Mariana se volvió firme—. Samuel me entiende más de lo que tú crees. No me necesita perfecta, Pablo, solo me necesita a mí.

Pablo la observó durante un largo rato, antes de dar un paso atrás, su expresión suavizándose un poco.

—¿Crees que realmente te quiere? ¿O solo está atrapado en su propia inseguridad, buscando algo que te pertenece a ti y no a él?

Las palabras de Pablo flotaron en el aire como una nube venenosa. Mariana tragó saliva, luchando contra la tentación de dudar de sí misma.

—Tú no sabes nada sobre él. ¡No tienes idea de lo que hemos compartido!

Pablo la miró, su rostro inexpresivo.

—¿Y qué has compartido, Mariana? ¿Realmente crees que lo conoces? Que sabes lo que hay en su corazón, o simplemente te has conformado con lo que te ha mostrado, porque es lo único que puedes manejar?

Mariana no dijo nada. Sentía como si las palabras de Pablo la atravesaran, haciéndola dudar de cada paso que había dado. Era como si él estuviera intentando desarmarla, exponer cada inseguridad que había mantenido oculta.

Pablo dio otro paso hacia ella, su voz suave pero persuasiva.

—Tú sabes que yo siempre te he querido. Y siempre te querré. Samuel es solo una distracción, algo con lo que juegas para no enfrentarte a la verdad. A mí.

Mariana respiró profundamente, finalmente recuperando el control de sí misma.

—No, Pablo. La única distracción aquí eres tú. Y si piensas que me vas a arrastrar de nuevo a tu juego, estás muy equivocado.

Pablo la miró por un momento, y una sombra de frustración cruzó su rostro. Pero rápidamente la ocultó tras una sonrisa fría.

—Veremos qué pasa, Mariana. Recuerda que siempre tengo la última palabra.

Con esas palabras, dio media vuelta y se alejó, dejando a Mariana sola en el parque, con el corazón latiendo desbocado. Sabía que Pablo no había terminado, que todo esto solo había sido el comienzo de una nueva guerra.

Pero también sabía que no podía seguir cediendo. No iba a permitir que él destruyera lo que estaba construyendo con Samuel.

Al menos no sin luchar.

1
Marlene Sanchez Subirana
Excelente
Liliana Rios
Qué tanto pregunta ❓❓❓... qué quiere con ella ❓ Te quiere joder nena ❗❗❗, cómo todavía no entendiste el juego de ése psicópata ❓ Está obsesionado con el control, y mientras ejerza control sobre tu mente, emociones vá a seguir teniendo en sus manos tu voluntad y miedos.
Liliana Rios
Primero, porque se llegó a ése momento? porque un imbécil herido le sembró la duda a un papanatas que en vez de creer en la mujer que dice querer la juzga por tener un pasado y un ex psicópata y manipulador, segundo ella le está dando mucha atención a la situación si de verdad te quisiera confiaría en vos, entonces no creo que si duda de ésa forma y te diga eso en la cara no es digno de tu tiempo, tu persona, tu cariño y tu atención es una pérdida de tiempo para vos. Ésa relación así no tiene sentido. Deberías considerar tus prioridades.
Liliana Rios
Me pregunto, desde cuándo uno tiene que contar todo su pasado a otra persona o pareja recién llegada a su vida? y me parece que ya están grandes para dejarse llevar por chismes de conventillos. Si hubiese querido arreglar ésa situación los habría sitado a ambos y hacer un careo, fácil. Ahora sí el tipo no sabe perder es un estúpido .
Nancy Parraga
ya me harta Mariana porque sigue metiéndose con ese idiota que ponga una denuncia y deje el juego
Nancy Parraga
ya cayó en la trampa de el es tonta el la manipula a su antojo y ella cede a cada msm y llamada el siente más seguridad de que ella aún lo quiere y por eso actúa así
Nancy Parraga
Maldito sicópata
Nancy Parraga
que inseguro el hombre Dios señores, señoras los celos son malos consejeros
Nancy Parraga
excelente
Nancy Parraga
Me encanta tu historia 😍 felicidades
Cristina Mallofre
Por que permitir que alguien la trate como si fuera su propiedad sin hacer algo por defenderse como buscar ayuda y no en Samuel sino justicia. no permitir que ese loco la destruya??????
Gllädys Martell Qüesada
la única ñersona q había creído en ella?? jaaa mija mariana busca psicólogo. ese Samuel solo dudaba de ti
Gllädys Martell Qüesada
perdonar queeee ???? Samuel es un ridiculo! q le ha hecho ella. mariana no tiene por q estarse justificando. tuvo un novio antes q el ..yyyyyyy??? q vaya denuncienel acoso de Pablo y ya suerte y muerte con ese Samuel. ninguno de los dos sirve
Gllädys Martell Qüesada
ella no mintió ni falló. no se por q tiene q disculparse por su pasado nmy mendigando amor de Samuel. ni Samuel ni Pablo valen la pena
Gllädys Martell Qüesada
para q se sigue reuniendo con el. es pendeja la tipa.
Gllädys Martell Qüesada
faltaba más...q uno tenga q estar contándo todo el pasado. ek q lo va a querer a uno lo quiere como sea. mariana mija deja ese hombre q ahí no es. y cambia de teléfono para q Pablo no te friegue mas
Cori Shoes
en un parque sola... espero que no lo haga
Cori Shoes
Que intenso!!
Mery Diaz
Excelente
Enay: muchas gracias 👍
Enay: gracias /Good/
total 2 replies
Victorfann1dehange
Este me tiene enganchada
Enay: en serio no se que decir gracias
total 1 replies
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