Lena, una joven que siempre ha sentido que es diferente, sin saber por qué. En la noche de su vigésimo primer cumpleaños, su vida da un giro inesperado cuando descubre que es la Luna destinada del alfa de la manada más poderosa de la región, un hombre llamado Aiden, conocido por su ferocidad y liderazgo implacable.Aiden, marcado por una profecía ancestral, ha esperado años para encontrar a su Luna, la única persona capaz de calmar la bestia dentro de él y traer equilibrio a su vida. Sin embargo, Lena no está dispuesta a aceptar su destino fácilmente. Mientras lucha por comprender y aceptar el vínculo que la une a Aiden, descubre que su conexión va mucho más allá del amor: está vinculada a un oscuro secreto que podría destruirlos a ambos.En medio de luchas internas, conflictos con otras manadas, y una amenaza que podría desencadenar una guerra, Lena debe decidir si está dispuesta a aceptar la marca del Alfa y el destino que le ha sido impuesto, o seguir su propio destino
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Capítulo 18 El Legado Oculto
Myra mantuvo la mirada fija en Lena, su expresión de sorpresa suavizando se en una mezcla de comprensión y una profunda preocupación.
A medida que la anciana solía desentrañar los misterios de la vida, pocas cosas lograban sorprenderla, pero lo que acababa de percibir en Lena la dejaba sin aliento.
—Lena, hay algo más que debes saber —dijo Myra con una voz calmada pero cargada de significado—.
El poder que llevas dentro no es lo único que se ha despertado.
Hay dos vidas creciendo dentro de ti. Lena parpadeó, sin comprender de inmediato lo que Myra estaba diciendo.
Luego, como si el significado de las palabras finalmente se asentara en su mente, su respiración se detuvo.
¿Embarazada? ¿Dos bebés?—¿Cómo…? —murmuró Lena, su voz temblando—.
¿Cómo es posible? No he sentido nada... no he tenido síntomas.
Myra apretó suavemente la mano de Lena, su mirada llena de compasión.
—Es común que las primeras señales pasen desapercibidas cuando se trata de un embarazo ligado a la magia antigua.
Tus hijos, Lena, están profundamente conectados con el legado que llevas. Y no solo eso.
Serán excepcionales, pero esto también implica que debes tener cuidado.
No puedes decirle a nadie sobre este legado, ni siquiera a Aidan.
Lena sintió que su mente giraba, atrapada entre la incredulidad y el pánico.
Estaba embarazada de dos bebés, y además debía guardar en secreto su verdadero legado, incluso de Aidan, el hombre con el que estaba destinada.
Todo parecía demasiado abrumador.
—¿Por qué no puedo decírselo a Aidan? —preguntó Lena, buscando desesperadamente una razón que justificara ocultar algo tan importante al hombre que amaba.
Myra la miró con una mezcla de pena y severidad.—Aidan es fuerte y te ama, Lena, pero hay fuerzas que aún no entiendes.
Tu legado está ligado a antiguos pactos y promesas que van más allá de cualquier vínculo de pareja.
Revelar demasiado podría poner en peligro no solo a tus hijos, sino a toda la manada.
Hasta que seas más fuerte, hasta que entiendas y puedas controlar tu poder, este debe ser un secreto que solo tú y tu madre compartan.Lena asintió lentamente, aunque aún no estaba segura de cómo manejaría la carga de este secreto.
Quería confiar en Aidan, pero si el peligro era real, no podía arriesgarse.
Cuando Myra terminó, Sofia, que había permanecido en silencio durante la revelación, tomó la mano de su hija y la condujo hacia el bosque, lejos de la cabaña.
El silencio entre ellas estaba lleno de pensamientos no expresados, hasta que finalmente llegaron a un claro donde solían pasar tiempo cuando Lena era niña.
su madre se sentó en una roca y miró a Su hija, su expresión seria pero cariñosa.
—Lena, sé que esto es mucho para asimilar —comenzó—. Hay algo que debo confesarte, algo que tu padre y yo decidimos hace muchos años, incluso antes de que nacieras.
Lena se sentó frente a ella, sintiendo que más verdades estaban por salir a la luz.—Decidimos ocultar te tu verdadero legado para que pudieras tener una vida normal, al menos por un tiempo —continuó—.
Queríamos que fueras una niña como cualquier otra, sin las cargas y responsabilidades que conlleva ser parte de este linaje.
Tu padre y yo pensábamos que si podías vivir sin conocer la verdad, estarías a salvo.
Pero sabíamos que no podíamos protegerte para siempre.
—¿Entonces, sabías que esto pasaría? —preguntó Lena, con un matiz de dolor en su voz.
Sofía asintió.—Sí, lo sabía. Días antes de tu cumpleaños, empecé a ver las señales. Tu energía cambió, y supe que la marca aparecería pronto, señalando el inicio de tu transformación.
Pero incluso entonces, esperábamos que tu loba interior se manifestara antes de la marca.
Cuando eso no sucedió, me di cuenta de que algo era diferente en ti.
Algo que no había visto antes.Lena escuchó en silencio, tratando de procesar todo.
La decepción de saber que sus padres le habían ocultado tanto estaba mezclada Con la comprensión de por qué lo hicieron.
Pero ahora, con su loba interior aún dormida y un legado antiguo que aún no comprendía del todo, Lena se sintió más perdida que nunca.
Lena se quedó en el claro, observando cómo su madre se levantaba para dejarla a solas con sus pensamientos.
La revelación de su embarazo y la importancia de su legado pesaban sobre ella, pero había algo más que la inquietaba profundamente: su transformación aún no había ocurrido.
Desde el día en que la marca apareció en su muñeca, Lena había esperado, cada noche, que su loba interior se manifestara, que sintiera el llamado de la luna y la conexión
con su verdadera naturaleza.
Pero cada noche pasaba sin señales, dejando a Lena con una creciente sensación de temor.
Se levantó y comenzó a caminar por el claro, tratando de ordenar Sus pensamientos.
¿Por qué su loba interior no había salido aún? ¿Estaba bloqueada por algo? ¿O había algo en ella que impedía la transformación?
Su madre había mencionado las señales, pero Lena no había sentido ninguna. Se sentía desconectada, como si hubiera una barrera entre ella y su verdadera naturaleza.
Cada vez que trataba de invocar a su loba, solo encontraba silencio. Era como si una parte vital de ella estuviera dormida, sin intención de despertar.
Finalmente, Lena se detuvo junto a un árbol y se apoyó contra él, sintiendo la rugosidad de la corteza bajo sus dedos.
Cerró los ojos y respiró profundamente, tratando de calmar su mente.
—¿Por qué no puedo transformar me? —susurró, dirigiendo la pregunta al vacío, esperando que alguien o algo respondiera.
Pero no hubo respuesta. Solo el suave murmullo del viento a través de los árboles.
Lena decidió que no podía quedarse de brazos cruzados. Si su loba interior no se manifestaba por sí sola, entonces tendría que encontrar la manera de despertarla.
Sabía que enfrentaría desafíos, y que los días que venían serían aún más difíciles, pero estaba decidida a no rendirse.
No podía permitirse el lujo de ser débil, no cuando tanto estaba en juego.
Regresó a la cabaña de su madre, donde Sofía la estaba esperando, preocupada por la larga ausencia de su hija.
Cuando Lena entró, se encontraron con la mirada, y Nora supo que Lena había tomado una decisión.
—Mamá, voy a descubrir cómo liberar a mi loba. No sé cómo lo haré, pero no puedo esperar más.
Si realmente soy la última de nuestro linaje, entonces necesito ser fuerte, no solo por mí, sino por mis hijos y por la manada.
su madre asintió, su expresión mezcla de orgullo y preocupación.
—Entiendo, Lena. Y te apoyaré en lo que decidas. Pero debes ser cautelosa.
La transformación no es algo que se pueda forzar. Debes encontrar la conexión dentro de ti, y cuando lo hagas, todo lo demás encajará.
Lena asintió, sabiendo que su madre tenía razón. No podía apresurar el proceso, pero tampoco podía quedarse de brazos cruzados esperando que algo sucediera.
En los días siguientes, Lena comenzó a entrenarse, tanto física como mentalmente. Sabía que necesitaba estar en su mejor forma para cuando finalmente llegara el momento de la transformación.
Practicó la meditación, buscando en su interior la conexión que parecía eludirla. Pasó horas en el bosque, tratando de sentir la energía de la naturaleza a su alrededor, esperando que algo dentro de ella respondiera.
Mientras tanto, Sofía la observaba de cerca, lista para intervenir si Lena se adentraba demasiado en territorios peligrosos.
Pero también sabía que este era un viaje que su hija tenía que hacer sola, un camino que debía recorrer por sí misma para descubrir quién era realmente.
Lena también comenzó a investigar más sobre el legado de su familia, sumergiéndose en el libro antiguo que su madre le había dado.
Cada página revelaba más sobre los antiguos Alfas y Lunas, sus luchas y triunfos, y los poderes que poseían.
Aprendió sobre los rituales que ayudaban a desbloquear el poder interior, y sobre las pruebas que cada uno había enfrentado antes de transformarse por completo.
Cuanto más leía, más se daba cuenta de que su viaje apenas comenzaba.
Sabía que la clave para liberar a su loba interior y abrazar completamente su legado estaba en comprender y aceptar cada parte de sí misma, incluso las partes que le daban miedo.
Una noche, después de días de entrenamientos y estudios, Lena se sentó sola bajo la luz de la luna, su mente finalmente en paz.
Cerró los ojos y respiró profundamente, permitiendo que la energía de la noche la envolviera.
De repente, sintió algo, un ligero tirón en su interior, como una chispa de energía que respondía a la llamada de su loba interior............
te felicito x tu historia con Lena estuvo increíble q tengas muchos éxitos y sigue así ojalá nos mande la notificación de la historia de sienna a los q no nos aparece