Que pasaría si un día despiertas y estás en el pasado una nueva oportunidad, una nueva vida.
Podrá la princesa Diana cambiar el destino de todo un reino.
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Luto
Diana está con Luciel, el solo la acompaña pues en realidad quisiera sentir tristeza, pero no lo siente.
El único triste es el pequeño príncipe, que va de la mano de su madre, ella intenta consolarlo pero es inútil.
Los funerales son de varios días, pues para todos el Rey era honorable, sus restos estarán junto a sus hermanos y todos sus antepasados
-Diana, ven un momento.
-Si padre.
-La reina me informo que se irá con su padre después de tu boda, es un poco apresurado...
Tengo que casarme?
-Si.
Luciel llega con ella, para llevarla a una parte del bosque donde está una laguna.
-Amor, como estás?
-Bien, quisiera decirte que triste, pero él jamás fue mi padre, de su mano murió mi madre, solo los dioses pueden perdonarlo.
-La boda será en unas semanas, estás bien con eso.
-Lu quiero hablar contigo, tengo algo que contarte, algo que he guardado en mi corazón, pero debes saber si en verdad nos casaremos.
-Dime.
-lo que quiero decirte es complicado, tú sabes de la bendición de los dioses, la oportunidad de ser bendecido o maldecido
-Sí, es cuando un alma regresa de una vida a otra, futura o pasada.
-Eso me pasó a mi...
Diana le cuenta todo con uno de detalle, como ella los traicionó al querer el amor de aquel rey que ahora está muerto.
-Entenderé si no quieres seguir conmigo, yo... Por mi culpa el caos se apoderó de todo, fui tan tonta.
-Yo siempre estaré contigo, sé que solo con un sacrificio de amor puedes regresar, solo hay una persona en este mundo que lo haría, ese soy yo, tú eres el amor de mi vida, en ese pasado, en este presente y en el futuro.
-No me guardas rencor?, yo...
-Shhh, eso no pasó, tómalo como un mal sueño, ahora debemos ser unidos, te casaras conmigo, tendrás en tu cabeza la corona y yo jurare mi lealtad a la Reina.
-Pero tú eres un príncipe.
-Un príncipe que dará todo por su reina, Thaslis tendrá un gran Emperatriz.
-Yo te seré leal, fiel y jamás pondré en riesgo la vida de tu familia, juro que tu pueblo será mi pueblo
-Yo te juro que mientras estemos en Terán daré todo para ser un buen rey consorte, jeje.
-Jaja, está bien, gracias.
-A ti, por qué has hecho todo por cambiar nuestro destino, ahora todo está en nuestras manos.
Diana por fin pudo ser sincera con Luciel, ahora deben asumir el trono ambos para así poder lograr algún día entregarle lo que le pertenece a Edward.
Durante los días siguientes todos en el Palacio ordenan las cosas en el gran salón y a pesar de estar de luto, la boda es necesaria para poder así tener una nueva reina.
Luciel está al pendiente de los arreglos en lo que Diana ordena el papeleo en el despacho de su padre, todo a pesar de sus motivos está ordenado, se ve que sabía hacer el trabajo, la reina también tiene todo en orden.
-Vaya el bastardo está presente en la boda real, dejaste tus barcos y vienes a jugar a ser un duque.
Una voz de un caballero interrumpe a Luciel, quien voltea enojado.
-Tú quien eres, puedes repetir lo que has dicho.
-No solo el reino tendrá a una mujer como reina, también hay otro idiota con cabello plateado...
El joven de cabello negro no pudo seguir hablando, el filo de una espada estaba en su cuello, solo alza las manos.
-Arrodíllate ante el príncipe heredero de Thaslis, próximo Rey de Terán, más te vale comportarte o te cortaré la lengua.
-Apareció el bastardo. -Decía con sarcasmo - solo falta que aparezca otro.
Para su sorpresa Dunkan llegaba de tras de él.
-Se puede saber a quién le dices bastardo y puedes presentarte, yo soy el Emperador de Thaslis y aqui no hay ningun bastardo.
-Ahora son tres, alteza, soy Andrew Harper, heredero del Ducado del Este.
-Joven duque, le pido respeto, en esta sala está mi hijo el príncipe heredero de Thaslis, Luciel de Thaslis, el joven duque William de Lara, heredero del Ducado del sur, comandante de la flota, hijo legítimo de la duquesa y el almirante.
-Si usted lo dice... Es evidente de quién es hijo, Pero bueno, quiero ver a la princesa.
Luciel se estaba aguantando las ganas de golpearlo, más tenía que controlarse.
-Mi prometida está en su despacho, adelante joven duque.
-Gracias Alteza, emperador... -Volteaba a ver a Dunkan -Joven duque, seguiré mi camino -Voltea a ver a William -
-Ese idiota, padre puedo golpearlo.
-Ahora no, debemos saber sus intenciones, Wiliam que nos puedes decir de él?
Dunkan voltea pero el ya no estaba.
-A dónde fue? Padre... ¿Has hablado con él?
-No, a decir verdad no sé que decir.
-Padre debes hablar con él, si el joven duque le habla así, es probable que muchos nobles lo vean así.
-En eso tienes razón, la Duquesa no menciono nada.
-Entonces ve.
-Ahora?
-Si o cuando piensas hacerlo.
-Bien, te pareces tanto a tu madre, dios.
En el despacho el joven duque es recibido por Diana, quien lo saluda y él a ella.
-Majestad con todo respeto es usted muy bonita.
-Gracias duque, a qué debo su visita, sé que no había venido nadie del este.
-Así es, mi padre me ha mandado, quiere saber si es verdad que usted será la reina.
-Mi padre me nombró heredera, el este tiene algún inconveniente.
El joven se levanta e intenta acercarse y tocarla, Diana no se lo permite, en ese instante una mujer de negro está frente a él.
-No de un paso más, tiene prohibido tocarla, un paso más y le corto le cuello.
El joven duque se sorprende al ver a aquella mujer, jamás había visto algo así.
-Bueno joven duque, no sé lo que planea, Pero tengo seguridad y en Thaslis lleve el mismo entrenamiento que ella, no se atreva a tocarme o se quedará sin mano, no solo soy una princesa, soy la heredera de este reino, mi esposo será el principe de Thaslis.
-Lo entiendo, solo quería admirar su belleza, majestad, el este está con la corona y si usted es la reina, el este estará con usted.
-Eso espero, este reino no entrará en conflicto con nadie, iremos en un solo camino, el bienestar del pueblo, cada duque tiene que hacer su trabajo.
-Así será mi señora, tendrá mi lealtad incondicional.
Diana no confía en él, se sabe que el este no participo en la traición Pero tampoco hizo nada para evitarlo, simplemente hizo que no vio nada, viendo al joven duque sabe que algo planea.
El joven sale del despacho, la guardia de Diana regresa a su lugar.
-Quiero que lo vigilen.
-Si mi señora.
El joven duque va saliendo del palacio cuando de un golpe es tirado al piso.
-Tu maldito mocoso te atreviste a decirle bastardo a mi hijo.
-Que bueno verte querida tía, pegas fuerte, acaso el no puede defenderse y tiene que venir su madre jajaja.
-No juegues Andrew, más te vale que no le vuelvas a decir así, el es heredero del ducado.
-Solo por qué el abuelo está muerto, si no él me habría dado el Ducado a mí.
-Eres igual a tu padre.
-Y a mi me gustaría que mi madre fuera como tú, Pero ella solo se la pasa bordando, cocinando y cuidando a mi hermano.
-Que tramas, la Reina no es alguien débil.
-Ya la conocí, es interesante, al igual que las mujeres que la cuidan.
El joven solo se sacude y sigue su camino.
-Idiota.
-Jamás me imaginé quien sería su padre, querida tía supiste hacerla, aunque no tanto, de haber querido él sería el príncipe heredero, pero bueno, me voy, me despides de mi primo y mi tío, también al nuevo tio.