En desarrollo
Larry Russo es un CEO italiano que decide comenzar su vida en Nueva York luego que su prometida Aurora muere de un disparo en la cabeza en un asalto.
Años después se cruza con Abigail, una profesora de la universidad donde él impartía una conferencia, donde él queda prendado de ella por el enorme parecido con su novia fallecida. El destino da un tire y jale en la vida de Abigail, cuando la madre de ella necesita un trasplante de hígado para vivir.
Larry y Abigail, entrecruzan sus vidas y el destino les tiene un contrato.
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XVIII
ABIGAÍL GRUBSTEIN
Viajé a Miami, a despedirme de mi madre y de mi tía. Ellas tenían que saber que viajaba a España por una maestría por parte de la universidad. No tuve valor para contarles que estaba casada desde su operación.
Llegó el día que iba a viajar. Le terminé diciendo la verdad a Larry, que viajaba a España.
— Me llamas si pasa algo, no dudaré en viajar— él sacó unas llaves, una tarjeta y me las dio junto con un papel donde estaba escrita una dirección.
—¿Qué es esto?
— Es un departamento que compré, para que te quedes ahí. Está cerca de la universidad. La tarjeta tiene dinero suficiente para cualquier cosa que vayas a necesitar y asegúrate de comprar un auto, te ayudará a movilizarte.
— Larry creo que estás exagerando un poco. La universidad está pagando todo. No te preocupes por mi.
— Si no quieres comprar el auto, está bien, pero usa el departamento. Me gustaría visitarte una vez al mes, si no te molesta.
Aunque diga que no, él hará lo que desee.
— Está bien. A mí no me molesta — le sonreí.
Me despedí de Larry con un beso y un abrazo.
— Ya sabes, cualquier me llamas. No importa la hora. Te voy a extrañar mi niña.
El tiempo de vuelo promedio de Nueva York a España fue de 7 horas, 23 minutos. Bajé con el estómago revuelto. Fui directo a vomitar a los baños del aeropuerto.
Me dirigí a la dirección que estaba en el papel. Me dijo que era un departamento, pero se quedó corto, me imaginé un departamento como el que yo tengo en Nueva York, pero este es el triple de grande, hasta garage tiene.
Acomodé todo y me fui a dar un baño. La diferencia horaria entre Nueva York y Madrid España es de 6 horas. Llamé a Larry para que el se quedara tranquilo.
Vomité por segunda vez. Me acosté pensando que podía descansar, pero no pude.
"Efecto Jet lag" eso me salía en internet. Pensando que mi malestar podría ser por el horario.
Hice todo lo posible por tratar de dormir. Descanse solo dos horas. Me levanté, y en camino a la universidad, compré un batido. Necesitaba un supermercado para hacer algunas compras.
Dicen que preguntando se llega a Roma. Después del primer día de clases, me fui a realizar las compras. Llegué a la casa y me puse a hacer mi cena. Mientras preparaba el pollo, el olor característico de él, me dio ganas de vomitar, sin mencionar el olor a ajo.
Guardé todo lo que había sacado y me saqué un poco de leche en un vaso, que igual terminé vomitando.
Tenía un mensaje de Larry. Si aquí eran las 8 de la noche, se supone que Nueva York eran como las 2 de la tarde.
No le respondí, le devolví la llamada, pero no me contestó. Me fui a la cama con el estómago vacío. A eso de las 10 de la noche, él me llamó.
—Hola mi amor, pasó algo. Disculpa, sé que allá ya es de noche. Estaba en una junta y no pude atenderte.
— Está bien. Solo llamaba para las buenas noches. Únicamente era eso.
— Está bien. Descansa — terminé colgando.
Me estaba costando dormir, asumo que es por el cambio de horario. Sentirse enferma en un país donde no tienes a nadie, es bastante difícil.
Al día siguiente, Antes de ir a la universidad, busqué una farmacia.
— Disculpe señorita, puede darme algo para las náuseas y el mareo— ella me dio un medicamento y a la par una prueba de embarazo— no he podido esto.
En ese momento me entraron dudas y terminé comprando el test de embarazo. Me hice la prueba en los baños de la universidad.
¿Qué es esto? ¿Por qué se marcan las dos rayitas? Debe ser que estás pruebas están defectuosas.
Pasé el santo día pensando sobre la prueba de embarazo. Saliendo de clases, me compré cinco pruebas más.
En casa me hice las cinco pruebas. Y una a una fueron poniéndose las dos rayitas. En total, las seis pruebas fueron positivas.
Estoy empezando la maestría, estoy sola en este país, y ahora estoy embarazada.
Me senté un rato, tenía el celular en las manos.
Si le contaba a Larry, es posible que lo tenga mañana mismo aquí, y que me lleve de regreso a Estados unidos.
Después de un par de horas lo llamé. Me contestó a la primera.
—Hola Larry. ¿Estás ocupado?
— Estoy saliendo de una reunión. Estoy libre en este instante— suspiré.
¿Le digo o no le digo? Mejor confirmo con una prueba de sangre.
— Recuerda descansar. No todo es trabajo— le dije tratando de disimular el porqué lo llamaba— Te dejo amor.
Al día siguiente, detuve un taxi y le pedí que me llevará a un laboratorio.
Dos horas después de haberme realizado el examen, me dieron los resultados en un sobre.
Me dirigí a casa. Los abrí estando sentada en la cama.
Positivo. El resultado es positivo. Me cuidé hasta donde pude con Larry y de todas formas me embaracé.
Tenía que decirle a él. No podía ocultar este embarazo, al final él es el padre y mi esposo. Ya ni tiempo de pensar me ha dado. Yo que quería este viaje para pensar, reflexionar y aclarar mis pensamientos y sentimientos.
Lo llamé.
La voz de Larry sonaba medio dormida. Revisé mi celular rápidamente, son las 10 de la mañana, en Nueva York eran como las 3 de la madrugada.
— Perdón, se había olvidado la hora.
—¿Pasó algo?
—Este, creo te llamo después.
— Ya me despertaste, ahora dime.
— Bueno, como decirte— pausé un momento.
— No me preocupes. ¿Pasó algo?
— Si pasó. Desde que vine me he estado sintiendo mal. Al inicio creí que era el efecto Jet Log, pero no es así. Larry estoy embarazada.
Un silencio gobernó la llamada.
— Espérame, que acabas de decir. Creo que escuché mal. Repite por favor.
— Estoy embarazada.
LARRY RUSSO
Mi corazón se emocionó. Esperaba ser padre algún día, no en este momento. Me levanté de la cama.
— Voy a alistar mi maleta, voy para allá. Estoy feliz mi amor.
— Está bien. Voy a colgar. Tengo clases en un rato.
Empaqué un poco de ropa. Llamé a luz que cancelara mis reuniones de esta semana. Viajé a Madrid, España.
son cortas y sin tanto enredo felicidades y más que agradecida por tan linda labor
felicidades
Exitos Éxitos Éxitos