Viviana Smith, ha estado enamorada de Tomás Jhonson desde su primer año en la universidad, fue para ella amor a primera vista, lastimosamente el solo tiene ojos para su novia Kendall, vivían se ha resignado, está segura que nunca va a tener una oportunidad con él, pero debido a una trampa puesta por Jeimy su mejor amiga y hermana de Tomás, ellos terminan casados, durante varios meses Vivían sufre por los desplantes y desprecios de Tomás, pero un día, después de un fatal accidente, ella decide olvidarse de él marcharse lejos, pero jura vengarse de las personas que le hicieron daño y acabaron con lo más preciado para ella.
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Capítulo 18
Yo puedo ayudarla.
Vivian.
La puerta de mi habitación se abre y dirijo la mirada hacia esta, Tomás está ahí, sus ojos me miran agudizados y como siempre con irritación. Hacia ya dos horas que la señora... O no, más bien, la bruja de Caroll se había ido, hasta hace media hora Tomás me llamo a decirme que venía con el abogado, obviamente tuve que tragarme mi orgullo y decirle que no lo hiciera, que no iba a firmar el divorcio, el solo colgó. Ahora supongo que viene a insultarme.
— ¿ Y el show que formaste ayer en el hospital? — pregunta.
Trago en seco y levanto la mirada. — Pensé las cosas mejor. — comento, el sonríe irónico.
— Sí, claro.
— Solo quiero que mi hijo nazca dentro del matrimonio, una vez esto pase, podemos divorciarnos. — digo tratando de salvar un poco de mi orgullo.
— Claro. — mantienes una sonrisa de ironía en su rostro y sin decir nada más, da media vuelta. Suspiro y me tiró en la cama.
Un rato más tarde tocan la puerta de mi habitación.
— Adelante. — digo pensando que es Carmen, pero al abrirse la puerta compruebo que no es ella, si no Jeimy.
— ¿Qué haces aquí? — le pregunto molesta.
— Quería, ver cómo sigues. — dice acercándose a mí y sentándose a mi lado en la cama.
— Bien, hoy no he sentido mareos. — respondo.
— Que bien, espero que lleves un buen embarazo. — Comenta y sonríe. — Todos estamos muy emocionados por el nuevo integrante de la familia.
— Hmm, Tomás no está para nada emocionado créeme. — comento, ella suspira.
— Mi hermano es un tonto, pero ya se le pasará. — comenta, la miro melesta y ella suspira. — No me mires así, sé que estás molesta conmigo porque hablé con tu mamá.
— Y con tu abuela.
— ¡ Sí, pero es que tienes que entenderme, amiga ibas a comentar una estupidez! — exclama colocándose de pie.
— La estupidez la cometí cuando me casé con tu hermano. — digo y ella me mira incrédula. — ¿ Cuál es tu problema Jeimy? ¿ Por qué tanta asistencia en que me mantenga al lado de tu hermano? ¿ Sabes lo que tu abuela me dijo?
— No tengo ningún problema Vivian, Solo estoy completamente segura que tú eres la mujer que mi hermano se merece, y la verdad no sé qué te dijo mi abuela para hacerte cambiar de opinión. — me responde muy tranquila y asiento.
— Tu abuela me amenazó con quitarme a mi bebé si me divorcio de tu hermano. — digo y me mira sorprendida.
— La abuela jamás haría eso.
— Sí, lo hizo, así que felicitaciones, lograste lo que quieras, no me voy a divorciar de Tomás, pero ten presente algo. — ella me mira en silencio y debo decir que hasta preocupada. — Tu tienes la culpa de lo que me pase a mi o a mi bebé de ahora en adelante. — término y le doy la espalda. — Ahora por favor ,vete no quiero hablar más contigo.
Ella se mantiene en silencio por varios segundos, luego la siento marcharse, voto el aire de mis pulmones y me tiró en la cama.
Empiezo a creer que Jeimy no es tan buena amiga como pensé.
Lorenzo.
Frunzo el entrecejo el Leer el informe que la señorita Smith me entregó hace poco, es sobre las exportaciones de banano desde Colombia y Ecuador a Corea del sur y Japón, algunos datos están errados, las cuentas no dan bien. Esto es muy raro, por lo general la señorita Smith es muy eficiente y no comete ningún error, pero últimamente esto le pasa muy seguido, más exactamente Desde hace dos semanas, la verdad la he notado distraída e incluso cabizbaja y pensativa, ¿Será que tiene algún problema grave? ¿ Su disque esposo le habrá hecho algo malo?
Suspiró y decidió llamarla.
— Señorita Smith, venga a mi oficina por favor. — digo presionando el botón del teléfono de mi oficina.
— Enseguida señor. — responde.
Segundos después la puerta de mi oficina se abre y deja ver a la señorita Smith en todo su esplendor.
Hoy luciendo un vestido rojo semi ajustado a su cuerpo, me gusta verla vestida de rojo, es un color que le queda de maravilla.
— Seloria Smith, este informe tiene un error. — informo, ella abre sus hermosos ojos azules y se acerca a mí.
— Lo siento señor, dígame qué tengo que corregir. — me dice estirando su mano.
Suspiro y cierro el informe.
— No sé lo diré, lealo usted misma y dese cuenta. — digo y le ofrezco los documentos, ella asiente y lo recibe.
— Me pondré en esas inmediatamente, lo siento mucho. — mientras hablas su semblante se muestra decaído, así ha estado todo estas dos semanas, a veces sonríe, pero es una sonrisa falsa, que nunca le llega a los ojos, además en estos puedo notar la preocupación. Ella da media vuelta dispuesta a marcharse.
— No sé valla. — le digo, se detiene y da media vuelta nuevamente. — Tome asiento, por favor. — le digo, ella obedece.
— Señor sé que en estos días he estado cometiendo algunos errores, de verdad lo siento mucho, es que mi cabeza es un lío últimamente. — me explica.
— Ya lo he notado, señorita Smith y debo decir que estoy muy preocupado por eso, es usted una buena empleada, eficiente y capaz, así que el problema que me imagino tiene debe ser muy grave para que usted esté en este estado. — comento, ella asiente. — Señorita Smith, Si no es muy atrevido de mi parte, ¿Puedo saber qué problema la aqueja? — ella guarda silencio y baja la mirada. — Sé que no hay entre nosotros una confianza o una relación más allá de jefe y empleada, pero créame cuando le digo que estoy dispuesto a ayudarla en lo que necesite.
Ella me mira sorprendida y debo decir que a mí también me sorprende mis palabras, sí es cierto que mis empleados siempre me han preocupado, y esa es la razón por la que los empleados de mí multinacional cuentan con unas series de beneficios, sin embargo, la preocupación que siento por la señorita Smith va más allá de lo normal, la idea de pensar que está pasando por un mal momento me causa un poco de angustia, y no me gusta verla tan cabizbaja, la señorita Smith es una joven que irradia amabilidad y gentileza, además que tiene una sonrisa hermosa, y esa debería estar adornando todo el tiempo su rostro, no teniendo esa expresión de tristezas y dolor.
¿ Por qué me preocupa tanto? ¿Qué será lo que me pasa con esta mujer?
— Yo.. yo estoy en una encrucijada. — musita Después de varios segundos. — Así es como me siento.
— Expliqueme bien eso. — digo y ella me mira con sus ojos aguados.
— Hace unas semanas decidí divorciarme de mi esposo.— comienza a Explicarme. — La cita estaba para un día pero se retrasó y el día que sí íbamos a firmar el divorcio yo me desmayé, me llevaron al hospital y ahí descubrí que. — se detiene un momento y toma aire. — Descubrí que estoy embarazada. — dice y abro los ojos.
¡Madre santa!
— Como ha de imagínarse Tomás se puso furioso, sin embargo yo le aseguré que aún con este embarazo me iba a divorciar de él, y así tenía pensado hacerlo, pero la abuela de él amenazó con robarme a mi bebé en el momento que este nacieras si yo me divorcio de Tomás y hago que este niño nazca siendo ilegítimo. — me explica entre lágrimas. — Así que ahora estoy condenada a estar en este matrimonio y no sé cómo líbrame de esto. — termina y me mira apenada.
— Ciertamente es una jodida mierda todo lo que está viviendo señorita Smith. — comento y suspiro.
¿ Con que clase de gilipollas se fue a meter está mujer por Dios?
— Pero no se angustie mujer, todo en esta vida tiene solución. — le digo ella me mira esperanzada. — ¿ De verdad quiere separarse de ese tipo? — pregunto y ella siente decidida.
— Bueno, como yo lo veo, tiene dos opciones, la primera, esperar a que el bebé nazca y entonces sí tramitar todos los papeles del divorcio, preferiblemente en secreto de su... De la abuela de su esposo y de todos los que estén en contra de ese divorcio. — digo y ella asiente. — La otra idea que se me ocurre, es más complicado, pero llevaría menos tiempo, y ahí es donde entreria yo a brindarle mi ayuda. — comento y me mira expectante. — Huya, es decir, desaparezca de esta ciudad incluso de este país, con su bebé y una nueva identidad. — ella me mira sorprendida y parpadea varias veces.
— ¿Pero no podría divorciarme? — pregunta.
— No, usted solo desaparecería, su esposo podría interponer una demanda de divorcio por abandono del hogar, y lo más importante las manos de la abuela de este no la alcanzarían, porque usted estaría muy lejos de este país con otro nombre.
— ¿ Y a dónde podría ir? Yo no tengo más nadie, solo a mi madre.
— ¿ No le dije acaso que yo le brindaría mi ayuda en este plan? — pregunto. — Yo me encargaría de conseguirle los papeles nuevos y todo lo que necesite para comenzar una nueva vida junto a su futuro hijo. — comento.,
— ¿ Por qué haría eso por mí? — cuestiona.
— Ni yo mismo lo sé, pero no soporto verla sufrir como lo está haciendo ... Vivian, mereces sonreír, todo el tiempo, así te ves aún más bella de lo que eres.