Eras Tú.

Los días avanzaban e Ivar estaba desesperado al no encontrar a Mabel y aún tenía que lidiar con una pesadilla más, Sandro, quien estaba molesto, el plazo había terminado y esa boda no se había realizado como se lo juro Ivar Cooper.

Sandro salió junto a Sasha, subieron a la camioneta quien los llevaría hasta la mansión de los Cooper, el trayecto era tranquilo, pero tenso entre ambos hombres.

Pues Sasha quería como esposa a Mabel y su padre no había cumplido su promesa, él volteó a verlo con su entresijo contraído y negó — ahora con que te salió ese viejo.

Sandro al escuchar a su hijo volteo a verlo— quiere hablar con nosotros.

Sasha asintió y no volvió a hablar, la camioneta estacionó frente a la puerta de la mansión de los Cooper, bajaron ambos hombres y caminaron a la puerta, al tocar de inmediato abrieron y los llevaron al despacho donde ya estaba Ivar listo y muy nervioso por recibirlos pues no sabía como tomarían la noticia de que Mabel se casó y no sabe aún su paradero, pues subestimo el poder de aquel hombre que lo hacía llamar bastardo.

Ambos entraron fijando su vista en aquel hombre estresado, se sentaron sin saludar, ni ser cordiales— ¿qué sucede Ivar?, sigo esperando o ahora con que estupidez me saldrás.

— les seré directo y breve, Mabel se casó y no sé donde esta— Sasha al escuchar las palabras de Ivar se levantó y dejó caer con fuerza sus manos sobre el escritorio.

— ¡que!, escuche bien, Mabel, ¡mi, Mabel se casó! — Ivar asintió y Sasha en un arranque de locura tiro todo lo que estaba en el escritorio— ¿es broma? — Ivar solo observaba a aquel hombre que en su rostro se notaba la rabia por la desagradable noticia— me la pagará quien se atrevió a quitarme lo que por contrato me pertenece.

Sandro se levantó y obligó a su hijo a sentarse, después de que logró calmarlo volteo a ver a Ivar con esa mirada penetrante e intimidante — escúchame bien Cooper, tu plazo terminó, despídete de tu empresa, me encargaré que quedes en la calle y como un muerto de hambre junto a tu familia, pero como compensación de tu ineptitud nosotros daremos con Mabel, se casará con mi hijo y formará parte de nuestra familia y si ella me pide hacerte la vida mas miserable de la que te la haré, créeme Cooper que complaceré a mi nuera.

Y antes de irse de su saco sacó un sobre con el estado real de la empresa donde reflejaba, que en tan solo veinticuatro horas los socios abandonaron el barco y las acciónes iban en picada.

Ivar estaba perplejo ante lo que leía, no podía creer que por años lucho por hacer crecer esa empresa y ahora ya no quedaba nada, levantó su vista viendo aún a Sandro frente a él — eso es para que tengas en cuenta de mi poder ante ti Cooper y ni un imbécil puede venir a jugar porque saldrá perdiendo — le arrebato el cigarrillo a Ivar, le dio dos caladas, Sasha lo tomo por el brazo dejándolo inmóvil y su padre acercó el cigarrillo y lo apago en la muñeca restregándolo hasta deshacerlo.

Ambos le sonrieron y salieron del despacho hasta salir de esa casa, subieron a la camioneta, en el camino Sandro llamo a sus hombres y les dio la orden de que encontrarán a su nuera sana y salva.

Puesto que él sabía que sus hombres darían con ella, pues millones le había costado tener a gente capacitada y especializada cuidando sus espaldas.

Siguieron en camino en total silencio hasta que Sasha nuevamente rompió la tensión— padre cuando la encuentren, no esperaré a casarme como tú y mi madre hubieran querido, solo me la llevaré lejos donde nadie nos encuentre.

— estoy de acuerdo, te apoyaré en todo lo que necesites y no te preocupes de que de Ivar y el hombre que la tiene me encargaré yo— Sasha sonrió y asintió a lo que decía su padre.

Pues él sabía que muy pronto tendría frente a él a su mujer, quien no dudar en darle el mundo entero si ella se lo pidiera, pues su único propósito es hacerla feliz, darle amor para que ella lo haga de la misma forma.

Llegaron a la hacienda, al bajar su escuadrón ya lo esperaba con noticias de su pedido, de inmediato Sandro les hizo señas que lo siguieran, entraron al despacho y le entregaron el localizador.

— señor, en esta zona se ubica la señorita Mabel, solo que hay un dispositivo que hace rebote y manda la señal a varias antenas, pero le garantizo que este es el perímetro— uno de los hombres le mostraba la imagen en tiempo real de la señal del teléfono de Mabel.

— eso me agrada, y sabe quien es el hombre quien la tiene secuestrada— otro de los hombres asintió y le entrego una carpeta con la información detallada.

— Bastian King, 33 años se graduó en administración de empresas y relaciones internacionales, es empresario, su empresa se llama King & King, su valor en el mercado es muy alta, pero su fortuna no solo es por esa empresa también hay distintos negocios externos y no tan limpios y esos provienen de Suecia de donde es originario, también viene la información sobre Nil Cox su mano derecha.

— perfecto, pero aquí no viene nada de su familia, porque la debe tener— uno de los hombres asintió, pero no le entrego nada.

— la tiene y aún seguimos investigando, sobre su familia y las ciudades o países donde radican actualmente y cuando la tengamos se la haremos llegar.

— de acuerdo, pero en este momento mi prioridad es Mabel, quiero que reduzcan el perímetro y vayan a rescatarla— todos asintieron e iban a salir cuando Sandro los derivo— escuchen bien, no quiero errores solo soluciones, Balder, Delta, Titán, tienen carta abierta para destrozar a quien se interponga.

— ¡si señor! — hicieron el saludo de respeto a su superior, y salieron del despacho a continuar con la misión, mientras que Sasha y Sandro se quedaron aún en el despacho, quienes al escuchar las buenas y efectivas noticias brindaron con un vaso de licor.

— por tu felicidad hijo.

— gracias padre, después de todo tendré a mi mujer muy pronto.

— solo recuerda que tu madre y yo ya estamos viejos, solo te pido que me des nietos lo antes posible.

— ya verás que así será.

Ambos hombres se abrazaron y palmearon con fuerza sus espaldas, al separarse Sasha se despidió de su padre y salió del despacho y camino a su habitación, comenzó a hacer llamadas para tener el lugar indicado para la casa de su reina, pero también para sus hijos donde él ya había planificado cuantos hijos haría tener a su mujer, pues él era el mayor de tres hermanos, pero nunca tuvo buena relación con ellos y siempre se sintió excluido de la vida de ellos.

Y por esa misma razón quería tener más de cinco hijos para educarlos como debió de ser su infancia, hermanos unidos y no competitivos.

Subió el último escalón y camino por el pasillo donde se encontró con uno de sus hermanos quien lo veía y se reía— ¡Ay hermanito!, cuando entenderás que una mujer jamás te amará y menos obligandola a que este a tu lado.

— no te metas en mis asuntos Gaspar.

— sabes que me importa poco lo que digas y seguiré metiéndome en tu miserable vida las veces que me dé mi gana — Gaspar se acercó a Sasha y solo le hablo al oído— esa chica estará mejor en otro lado que contigo, porque recuerda que estás enfermo.

Sasha abrió sus ojos, sus manos comenzaban a temblar y al parecer tendría una crisis, Gaspar lo vio y solo negó mientras le sonreía cínicamente— es hora de tu píldora hermanito antes de que enloquezcas.

Sasha entro corriendo a su habitación, sirvió con dificultad un vaso con agua, ya que sus manos temblaban, del cajón sacó aquel bote qué desde adolescente comenzó a tomar, vacío en su mano dos píldoras y las tomó.

Se recostó en su cama y mientras las píldoras hacían su efecto, de la mesita de noche tomo aquel porta retrato donde resguardaba la foto de Mabel, la llevo a su pecho y solo cerro sus ojos.

— mi amor, sé que tu eres la solución a mi problema.

Sasha Bailey.