Diana una enfermera de los tiempos modernos muere y rencarna en Isabell una emperatriz la cual sólo fue utilizada cegada por su amor lastima que solo ella era la que amaba ya que el hombre que pensó que era el amor de su vida solo fue un vil metintiroso que la llevó a su muerte por darle todo a su amante, podrá Diana cambiar su trágico final??
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Capítulo 18
Después de que trasladarán todas las cosas que me pertenecían a el Ducado decidí que nos iríamos dentro de 1 semana ya que primero quería que las heridas de Luna se cerraran para evitar las complicaciones que traería un viaje en carruaje en su estado, aunque ella estuvo en desacuerdo al principio la pude convencer con Julián.
-Luna- su majestad no debe preocuparse por mí yo estaré bien.
-Isabell- Luna ya te dije que no soy más su majestad, además claro que me preocuparé y no solo porque pronto serás mi cuñada y aunque no fuera así, siempre has estado a mi lado no me dejaste sola en ningún momento eres demasiado importante para mí.
-Luna- señorita Isabell..
Luna no pudo evitar llorar mientras la abrazaba, yo debía estar preparada dentro de 3 días se daría la noticia de mi divorcio porque a pesar de las quejas de el emperador todos los ministros estuvieron de acuerdo en hacer una fiesta en mi honor por todo lo que aporte a el imperio aunque al principio no quise después pensé y así me ahorro mucho trabajo de dar explicaciones, lo que aún no entiendo es porque el emperador no quiso que el divorcio se haga público, pero que más da debo ir a que me complexionen un vestido sé que en estos tiempos una mujer divorciada es señalada o la burla de la sociedad, pero me iré con la frente en alto porque para mí esto era la victoria.
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-Isabell- enserió este vestido quieren que use?
Dije con los brazos cruzados mientras miraba el vestido con algo de desagrado era algo lindo, pero demasiado cargado para mi gusto no resaltará mi figura y parecía árbol navideño con tanto adorno.
-modista- es el vestido que mando a hacer para usted la emperatriz madre señorita.
*que gustos Dios mío parezco piñata*
-Isabell- no se encontraba esta en la casa de campo?
-Duquesa- si hija pero no más se enterró de lo que paso se dirigió de inmediato a el palacio y ella misma se encargó de preparar todo para la fiesta.
*Tanta alegría le dio a la vieja que me divorciara de su hijo*
-Isabell- Entiendo, pero ni loca usaré este vestido.
-Duquesa- Hija pero eso podría ser tomado como una ofensa hacia la emperatriz madre.
-Isabell- ofensa sería llevar esto puesto, me llega a dar el sol y dejo ciego a medio imperio.
-Duquesa- entonces que usaras?
-Isabell- si la emperatriz madre quiere que deslumbre, deslumbraré a mi manera.
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Me encontraba de camino al palacio iba acompañada de mis hermanos Ulises y Aron mis padres venían en otro carruaje junto al pequeño revoltoso de Teodoro, Julián no vino, ya que este no quiso dejar sola a Luna porque aún no terminaban de cerrarse sus heridas, llegamos mis hermanos bajaron primero y luego me ofrecieron sus manos para ayudarme a bajar mis padres entraron tomando cada uno una mano de Teo mis hermanos entraron detrás de ellos y yo espere un poco y después entré cuando al momento de poner un pie dentro de el gran salor todo el mundo volteo a verme y no era para menos tenía un vestido dorado pegado a el cuerpo con un escote en v un sutil estampado de flores con unas plumas en la parte de los brazos que caía en una capa, un collar enorme de perlas y un juego de arretes y una pulsera combinados también de perlas, este vestido resaltaba mis curvas y me hacía ver de infarto esta noche era mi noche y claramente debía de opacar.
*Esta noche haremos que el inútil del emperador vea de que se perdió por poner a la concubina por encima de su esposa la antigua Isabell*
