Una Cruz Sobre Mi Pecho 2

__ Perdón su majestad, no quise ofenderla.

__ Prepárate a morir German, no permitiré tus insultos.

__ He aquí Atenea, perdón majestad.

Atenea estaba claramente enojada por las palabras del muchacho, en todo tiempo y todo lugar que ha combatido le han temido, y sus oponentes han muerto poco después de sus ataques.

En los primeros movimientos se acercó a German e intentó golpearlo con su lanza, pero el guerrero se defendió bien. Luego, fue él, quien con tus movimientos ligeros y elegantes logró rasgarle su túnica. Ella lo miró enfurecida.

__ ¿Cómo te atreves a tocarme siquiera humano inútil? Aún no conoces el poder de la diosa Atenea.

De inmediato se encimó a German con violentos ataques, tanto que el muchacho apenas pudo contenerlos. Fue necesario retirarse un poco porque no tenía alas y eso le restaba velocidad. En su pequeña retirada preguntó a Miguel sin descuidar su guardia.

__ Miguel ¿Por qué tengo no alas? Me serían de mucha utilidad en esta batalla.

San miguel ante la petición de German levantó su mano y al momento salieron grandes alas de su espalda. Ella sorprendida se encimó y lo golpeó en el pecho con gran rapidez que no dió tiempo a que el guerrero se defendiera, gracias a su nuevas alas no cayó al piso, pero fue necesario apoyarse en sus rodillas y manos soltando su escudo. Ella habló con risa macabra.

__ ¿Qué te sucede German? ¿No soportas los ataques de una verdadera guerrera? Esto es solo el comienzo.

German se levantó y se dispuso a atacar, con gran velocidad logró darle unos golpes que la hicieron retroceder, la había lastimado y eso aumento su furia, se le encimó y aunque él quiso defenderse ella lo hirió en el pecho cayendo al piso lastimado de consideración. Miguel y Jacob solo miraban sin poder hacer nada. La respiración de German denotaba cansancio y su cara dejaba en claro que el dolor era intenso.

Al momento de ser herido en casa Jackeline sufrió un mareo y un dolor en su pecho le imposibilitó la respiración, Arthur que estaba a su lado la sostuvo para evitarle una caída, la recostó de un mueble y bajó a buscarle un poco de agua. Bajando las escaleras notó que faltaba una espada en la pared, detuvo su marcha y se dijo.

__ Esto es muy extraño, desde que esas espadas están en casa nunca nadie las ha movido por ningún motivo.

Fue hasta la cocina, buscó el agua y le llevó a su esposa.

__ Toma un poco de agua mujer, ya te sentirás mejor.

Ella un tanto aturdida contestó.

__ Gracias Arthur, fue un mareo repentino y un dolor que jamás había sentido, es muy extraño, anda a ver a los niños por favor, necesito saber que todos están bien.

__ Enseguida amor, pero trata de calmarte.

Arthur fue hasta la habitación de Germany y de Germain encontrándolos tranquilos, pero caminando a la habitación de German sintió un ligero susto, el que faltara una espada en la pared le presagiaba que no lo encontraría en su habitación como a sus otros hijos. Llegó a la puerta y tocó varias veces.

__ ¿Hijo puedo entrar? Necesito comentarte algo.

Esperó unos segundos y volvió a llamar. Al no recibir respuesta a sus llamados abrió la puerta y entró.

__ German, ven un momento,, tu madre sufrió un mareo. German, German Scale ven un momento por favor.

Parado en medio de la habitación no tuvo respuesta alguna, su corazón le decía algo de lo que por muchos años ha huido y evitado. Se dijo para sí.

__ Que la fuerza de DIOS te proteja y te ayude a salir victorioso mi guerrero.

Su pecho estaba agitado y las lágrimas invadieron sus ojos. No podía hacer nada más que confiar en DIOS, en las habilidades de su hijo y esperar que regresara sano y salvo. Fue al baño y lavó su cara para ir hasta donde su mujer. Tomó un poso de aire y entró a su habitación. Ella al verlo entrar preguntó.

__ ¿Cómo están los niños? ¿German está en su habitación? ¿Por qué no vino a verme?

__ Todos están bien Jackeline, cada uno en su habitación. German está descansando y no quise despertarlo, ya pronto pasará, no es preciso alarmarlo.