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Regresar Para Enmendar

Regresar Para Enmendar

Status: Terminada
Genre:Completas / Magia / Reencuentro / Amor eterno / Reencarnación
Popularitas:5.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Kawai16

Imagina tener la oportunidad de reiniciar tu vida, de borrar el pasado y empezar de cero. ¿Qué harías? ¿Cómo te reinventarías?

Me encuentro en ese punto, con la posibilidad de comenzar de nuevo. Me pregunto qué camino tomaría, qué decisiones cambiaría y qué oportunidades aprovecharía.

¿Me esforzaría por reconstruir mis relaciones, o me enfocaría en construir nuevas? ¿Seguiría los mismos pasos o tomaría un nuevo rumbo?

La posibilidad de empezar de nuevo es emocionante y aterradora al mismo tiempo. Pero estoy listo para enfrentar el desafío y ver hacia dónde me lleva este nuevo comienzo.

NovelToon tiene autorización de Kawai16 para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Día del exámen

Mis dedos, con un poco de nerviosismo, acariciaron el sobre. Era de un papel grueso, color crema, y tenía un sello de cera roja con un escudo que no reconocí. Lo abrí con cuidado, sintiendo el crujido del papel antiguo.

En su interior, una hoja de papel doblada en cuatro, con una caligrafía elegante y un poco desvaída por el tiempo. La leí con atención, cada palabra susurrando un secreto en mi oído.

...¡Oh, mi flor! Cada día que pasa, tus pétalos se abren con más fuerza, y la razón de tu florecimiento es el amor que te envuelve. ¡Es un espectáculo maravilloso!...

...Sin embargo, mi corazón se llena de una ligera inquietud. En este camino de crecimiento, es inevitable que te encuentres con algunas espinas. Son parte de la vida, de la naturaleza misma. Pero confío en ti, en tu capacidad para sortearlas con sabiduría y valentía....

...Sé que esta vez, como siempre, tomarás la decisión correcta. ¡Sigue adelante, mi flor! Deja que tu amor florezca con más intensidad, y que las espinas no empañen la belleza de tu camino....

Doblegué la carta, la última frase resonando en mi mente. Era una sensación extraña, una mezcla de emociones que aún no lograba descifrar. Pero una cosa estaba clara: había tomado una decisión. Esta vez, haría funcionar mi relación.

Con esa determinación, me acurruqué en la cama. La imagen de mi pareja, la sonrisa que tanto amaba, se proyectaba en mi mente. La promesa de un futuro juntos me llenaba de esperanza. Sin embargo, el examen del día siguiente también pesaba en mis pensamientos. Necesitaba estar concentrado, preparado para dar lo mejor de sí.

Así, con un corazón lleno de amor y un mente llena de sueños, me dormí. La noche se extendía ante mí, un lienzo en blanco donde la esperanza y la determinación se fusionaban, esperando el amanecer que traería consigo el nuevo día, lleno de oportunidades y desafíos.

El sol, como un niño travieso, se coló por la ventana y me hizo cosquillas en la cara. Abriendo los ojos, me di cuenta de que era un nuevo día. ¡El día del examen! Mi corazón dio un pequeño salto, pero la emoción de verme con Rin me llenó de energía.

Me apresuré a asearme, la adrenalina corriendo por mis venas. Tenía que estar a las 7 en punto, y no quería llegar tarde. Justo cuando terminaba de vestirme, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Rin: "Te espero ahí, no llegues tarde!". Una sonrisa se dibujó en mi rostro. ¡Hoy era el día!

Baje corriendo las escaleras, y ahí estaba mi madre, con un desayuno delicioso esperándome. "¡Buenos días, mi amor! ¿Listo para el examen?", me preguntó con una sonrisa.

Le agradecí con un abrazo y me lancé sobre la comida. En un abrir y cerrar de ojos, la mesa quedó limpia. Mi madre, con los ojos bien abiertos, me dijo: "¡Hijo, si que estás nervioso! ¡Te vas a comer hasta la mesa!". Mi papá, que nos observaba con una sonrisa pícara, solo se unió a la risa.

Con el estómago lleno y el corazón latiendo con emoción, salimos los tres hacia el instituto. El examen me esperaba, pero también lo hacía Rin. Y eso, me llenaba de energía y esperanza.

Al llegar al instituto, mis ojos buscaron a Rin por todas partes. Y ahí estaba, junto a sus padres, con una sonrisa radiante. Me acerqué a ellos con una sonrisa y saludé con amabilidad: "Buenos días, señor y señora Yamada". Ellos, con una educación impecable, me devolvieron el saludo.

"Hola Rin, buenos días", le dije, acercándome a ella. Ella, con una sonrisa que iluminó mi día, me respondió: "Hola, buenos días". En ese instante, el nerviosismo por el examen se desvaneció. Era como si la simple presencia de Rin me diera la fuerza que necesitaba.

Mis padres, que se habían quedado un poco atrás, llegaron a donde estábamos. "Muchacho, si que corres rápido", dijo mi padre con una sonrisa pícara. Mi madre, con una carcajada contagiosa, asintió en señal de acuerdo. Saludaron a los padres de Rin con un cálido abrazo, y enseguida se instaló una animada conversación entre ellos.

Rin y yo, mientras tanto, nos quedamos un poco a la distancia, esperando ansiosos a que anunciaran que podíamos pasar a la sala de examen. El nerviosismo se apoderó de mí, pero la sonrisa de Rin, llena de confianza y apoyo, me tranquilizó. Sabía que, pase lo que pase, ella estaría ahí para mí.

Esperamos unos minutos, la tensión en el ambiente se intensificaba con cada segundo. De pronto, un anuncio resonó por el altavoz: "¡A los estudiantes que presentarán el examen de ingreso, por favor, diríjanse a sus respectivos salones!".

Rin y yo nos miramos, la emoción y el nerviosismo se mezclaban en nuestros ojos. Nos despedimos de nuestros padres, y como si hubieran ensayado, dijeron al unísono: "¡Buena suerte!". Al darse cuenta de la coincidencia, ambos se echaron a reír. Nosotros, ya cerca de la puerta, nos intercambiamos una sonrisa cómplice.

Al entrar, una gran pizarra indicaba los salones a los que debíamos dirigirnos. Mi corazón se hundió un poco al ver que a Rin y a mí nos habían asignado salones diferentes.

Un pequeño nudo de tristeza se formó en mi estómago, pero la sonrisa de Rin, llena de apoyo y confianza, me devolvió la esperanza. Sabía que, aunque estuviéramos separados, nuestra conexión sería más fuerte que nunca.

Nos despedimos con un último abrazo, deseándonos mucha suerte para el ingreso. Caminé rápidamente hacia mi salón, tratando de no pensar demasiado en la separación.

"Si llegamos a ingresar, estaremos en carreras diferentes de todas formas", me dije para tranquilizarme. "No vuelvas a cometer el mismo error", me repetí, intentando dejar atrás la nostalgia que me invadía.

Llegué al salón y me senté en uno de los pupitres vacíos. Mientras me hundía en mis pensamientos, una figura femenina se sentó a mi lado.

Al levantar la vista, mis ojos se abrieron con sorpresa. ¡Era Rina!.

¿Qué estaba haciendo ella aquí? ¿Acaso también le había tocado este salón?

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Yadira Castillo
Excelente
Paloma Macias
Es fácil y gratificante entender lo q se está leyendo cuando escriben tan bien
Paloma Macias
Wow
Black Jack
🥰🥰🤗🤗🤗🥰🤗 saludo
Kawai 16: saludos gracias por leer
total 1 replies
kanoni...time.
Esta novela ha tocado mi corazón, ¡sigue escribiendo! 🤗💖
fujoshi_uwu1234
¡Tu estilo de escritura es único y cautivador! ¡Sigue adelante!
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