Me Case Con Un Mafioso

Después de que mis padres se fueran del estudio comencé con mi investigación sobre la chimenea tan misteriosa, tome varios libros que tenía en las bibliotecas de mi estudio, empecé a leer y no podía encontrar nada al respecto.

Luego de unas horas recordé que una vez cuando era un niño vi aquella chimenea en otro lugar y ese era en la casa de mis padres.

"¿por qué ellos tienen aquella extraña chimenea en su casa?"- pensé mientras lo recordaba- "¿debo de averiguar más? Mis padres me están ocultando algo y es un secreto muy grande"

Leí todos los libros que tenía en el estudio buscando aunque sea una pista de la chimenea, pero no encontré nada.

Por la noche tomé mi auto y salí de mi mansión con gran rapidez, mientras conducía pensaba que había un lugar a donde podía conseguir la información que necesitaba y ese lugar era la mansión de mis padres.

Conduje por un largo tiempo hasta que al final llegue a la mansión, me baje con cuidado y entre al igual que lo haría un ladrón, camine por la casa hasta que llegue a la biblioteca de ellos.

Una vez que llegue, entre y me puse a buscar la información que necesitaba, leí por mucho tiempo y muchos libros hasta que al final encontré el libro que tenía algunas respuestas, comencé a leerlo de inmediato, asi me enteré del secreto de aquella chimenea.

Esa chimenea no era común y estaba prohibida en este mundo, ya que esta es un portal directo al mundo infernal, las únicas personas que tienen autorizado tener este portal son los vampiros guardianes de la familia real y obviamente la familia real, pero esa chimenea la tenían mis padres y Francesco.

"No entiendo por qué esas chimeneas están aquí"- pensé confundido- "mis padres necesitan explicarme muchas cosas"

En cuanto me entere comencé a preguntarme que hacía esa chimenea en aquella mansión, continúe leyendo aquel extraño libro hasta que descubrí el conjuro para abrir aquel portal.

Cuando acabe de leer el libro comencé a pensar a cerca de todo lo que había descubierto y me di cuenta de que las respuestas que yo necesitaba estaban detrás de ese portal prohibido.

"Tengo que pasar por el portal"- pensé decidido

Cerré aquel libro, lo guardé en un bolso que traía y salí de la mansión sin ser notado por nadie. Cuando regrese a mi mansión y cuando llegue saque el libro, lo volví a hojear hasta que llegue a la página donde estaba el conjuro. Lo empecé a leerlo una y otra vez hasta que al final me lo aprendí de memoria, sabía que mis padres en tres días se irían a visitar a unos socios y amigos que tenían ellos, en ese momento comencé a pensar como podría hacer para entrar la mansión y planee todos los detalles para hacerlo.

Tres días después mis padres llegaron a mi mansión para despedirse de mí, después de que lo hicieron se subieron a su auto y se marcharon.

Una vez que no los vi más tome uno de mis autos y fui hasta la mansión de mis padres, sabía que nadie iba a estar en esa mansión, ni siquiera los sirvientes.

Cuando llegue, entre y me dirigí directamente a la sala de estar donde estaba la chimenea, una vez que estuve frente a ella, comencé a recitar el conjuro mientras fijaba mi mirada en la chimenea.

- Patefacio sursum! Portus magicus\, qui daemones et lamias ad mundum infernum gubernas\, rogo ut aperias et transeas. Portal iungens lucem tenebris\, oro. ¡Patefacio sursum! (¡Ábrete! Portal mágico\, tú que guías a los demonios y vampiros al mundo infernal\, te pido que te abras y me dejes pasar. Portal de que une a la luz con la oscuridad\, te lo suplico. ¡Ábrete!)

Al terminar de recitar el conjuro me corté la mano y me acerqué a la chimenea para dejar caer mi sangre arriba de los troncos, estos al toque con mi sangre comenzaron a incendiarse, las llamas eran de un color obsidiana, me aleje un poco al ver ese extraño fuego pero después me volví a acercar y mire como se consumían los troncos hasta que se volvieron cenizas.

En cuanto el fuego se apagó me pare dentro de la chimenea y comencé a desaparecer empezando por los pies, parecía que me estaba quemando con las llamas negras, cerré los ojos para dejar de ver como me consumía pero lo extraño era que no sentía ningún tipo de dolor.

Cuando volví a abrir los ojos me sorprendí muchísimo por todo lo que estaba viendo y el lugar al que había llegado, era un sitio increíble, parecido a una ciudad avanzada, aún más que las nuestras, pero lo que más me llamaba la atención era que si mirabas al cielo se podía ver el planeta tierra.

Comencé a caminar por la ciudad dejándome aún más sorprendido por todo lo que veía, mientras iba caminando podía ver que las personas que caminaban a mi alrededor eran todos vampiros o demonios.

Al seguir avanzando pase por una tienda de ropa y al pasar por enfrente de la vidriera, me mire y me di cuenta de que mi reflejo era diferente, mis ojos habían cambiado de color, ahora eran de color rojo y mis colmillos eran aún más visibles.

Me acerqué aún más a la vidriera para ver mi cambio y al mirar dentro de la tienda, vi a una mujer parecida a mi esposa pero había algo diferente en ella.

Al verla quise entrar en ese instante pero no podía hacerlo, quizás ella no me conocía, no sabía quién era yo, asi que decidí seguir explorando la ciudad.

Camine un poco más por las calles de la ciudad, mientras miraba cada detalle de aquel lugar hubo algo que me llamo realmente la atención.

En las puertas de una gran mansión había un escudo idéntico al escudo de mi familia, cuando me acerque aún más vi que alguien salía de aquella casa, me aproxime a la persona que estaba saliendo y tan pronto como me vio me tomo del cuello y me llevo dentro de la mansión.

- ¿qué es lo que estás haciendo aquí?- me pregunto aquel hombre\, parecía muy sorprendido y enojado

- ¿quién eres?- pregunte confundido\, me estaba hablando como si me conociera de toda la vida

- soy tu tío Xavier ¿cómo es que llegaste al mundo infernal?

- pase por el portal que mis padres tienen en su mansión- me explique

- ¿qué haces aquí exactamente?- pregunto

- estoy buscando a mi esposa\, estoy casi seguro que ella pasó por un portal similar al que pase yo ¿es posible que esté aquí en alguna parte?- le pregunte

- ¡¿te casaste?!- exclamo sorprendido y parecía estar un poco asustado

- es una larga historia\, pero si me case

- ¿ella está muerta?- pregunto y eso me dejo confundido

- ¿muerta?- pregunté sin entender

- sí\, las personas del otro lado solo llegan aquí cuando mueren- me explico- esto es el infierno

- no creo que ella haya muerto\, pero supongo que paso por el portal muy malherida

- ¿cómo se llama la chica?- pregunto

- ¿a quién están buscando? ¿De qué chica están hablando?- pregunto una voz que era desconocida