Sofía Y Yo...

Meses después:

José Luís...

El tiempo ha pasado rápido, Katherine y yo hemos tenido mucho trabajo con el restaurante, los niños estuvieron encantados con el lugar al igual que Tatiana y Juanita, todo va muy bien, ya tenemos la cocina totalmente dotada, los trámites de la documentación ya están listos, estamos esperando el resto del mobiliario para hacer una gran inauguración.

Sofía va muy bien en el colegio, ha aprendido muchas cosas, tiene varios amigos y disfruta mucho estar con ellos, cada día nos acercamos más, ya he hablado con ella sobre todo lo que necesito saber, sus cosas favoritas, me contó todo lo que pasó con su madre y su madrina, yo le pregunte que si conocía a alguna tía y me dijo que no, que siempre fueron ellas tres.

La relación entre Katherine y yo cada día mejora más, pasamos mucho tiempo juntos y hemos tenido tiempo de conocernos muchísimo mejor, ella ha estado trabajando en el menú del restaurante que pronto abrirá sus puertas al público.

De la tal Lucrecia no he vuelto a saber nada, espero que no vuelva a aparecer, es una persona extraña, igual voy a estar pendiente, no quiero que nada malo suceda con mi hija.

*Suena el teléfono*

-Hola Tatiana, pasa algo con Sofía o David- pregunta Katherine.

-Hermana ven pronto, se quieren llevar a Sofía a un hogar de paso, porque una señora llamada Lucrecia Álvarez interpuso una demanda y la niña será cuidada allí hasta que un juez decida a quien darle su custodia- responde Tatiana en medio de lágrimas.

-Cálmate hermana, ya vamos para allá, no dejes que se acerquen a la niña- dice Katherine muy seria.

-Que pasa amor porque tienes esa cara- pregunto entrando a la cocina.

-Amor, nos quieren quitar a Sofí- dice Katherine entre lágrimas.

-Que dices, por qué, quién- digo muy preocupado.

-Vamos a la escuela en el camino te cuento todo- responde Katherine.

No lo podía creer, esa mujer que es una completa desconocida quiera quitarme a mi hija, eso no lo voy a permitir, la desesperación se apoderó de mí, no puedo imaginar mi vida sin mi pequeña.

Al llegar al colegio, unos policías estaban en la oficina de la directora, junto con un abogado y un representante de protección infantil, también estaban la rectora y Tatiana.

-Que está sucediendo aquí, como es eso que se van a llevar a mi hija- pregunto algo enojado.

-Señor Montero es muy sencillo, la tía de la pequeña quiere su patria potestad y tiene derecho a tenerla, por lo que un juez decidió enviar a la niña a un hogar de paso mientras decide quien obtiene la custodia- dice el abogado de Lucrecia.

-Así es señor Montero, acá está la orden dada por el juez, tenemos que proceder, le recomiendo conseguir un abogado, este va a ser un proceso muy complicado- dice la trabajadora social.

-No eso no es posible, Sofía es mi hija, no se la puede llevar- digo algo alterado.

-Directora por favor traigan la niña, debemos proceder- ordena uno de los policías.

Tatiana fue por la niña al salón, ella al entrar se lanza a abrazarme y luego hace lo mismo con Katherine, no lo pude evitar, una lágrima salió de mis ojos, se van a llevar a mi hija y lo tengo que permitir.

-Hola Sofía, soy Marcela y soy trabajadora social, vengo por ti porque tienes que vivir en un hermoso lugar por unos días, acompáñame- dice la trabajadora social.

-No yo vivo con papá, no quiero ir a otro lugar- dice Sofía algo enojada.

-Vamos Sofía, solo estarás allí por unos días- dice uno de los policías.

-No, no me alejen de mi papi- dice Sofía abrazándose a mi pierna en medio del llanto- Papá por favor no dejes que me lleven, no dejes que me separen de tu lado-

En la oficina el llanto se hizo presente, Katherine y Tatiana se abrazaban, yo no podía ocultar la tristeza que estaba sintiendo, me puse del tamaño de mi hija y como pude le dije.

-No te preocupes mi niña, te juro que será solo por unos días, yo iré pronto por ti, no permitiré que nos separen-

-Es hora de irnos- dice el abogado.

La trabajadora social se lleva a mi hija.

-Papá, papá, papito, no, no me lleven, déjenme con mi papá, por favor- gritaba mi hija en medio del llanto.

Al ver como se la llevaban, caí de rodillas al suelo, no lo pude evitar, se llevaron mi niña y no pude hacer nada, en ese momento Katherine se acerca y me abraza, ahora tengo que recuperar a mi vida, cueste lo que me cueste.

Los compañeros de Sofía observaban triste como se llevaban la niña, empezaron a llorar, David salió corriendo y gritaba:

-Suelten a Sofía, no se la lleven, Sofía, Sofía, no te vayas-

-Levántate amor, vamos necesitamos un abogado de inmediato, vamos a recuperar a nuestra niña- dice Katherine ayudándome a levantar.

Eso hice, de inmediato me comunique con Rodrigo Valencia, un gran abogado y amigo quien acepto de inmediato llevar el caso, quedamos en vernos en mi casa más tarde, en esa casa que ahora va a estar triste y vacía sin mi pequeña.

😔😔😔😔

Creen que Lucrecia se saldrá con la suya, ahora que pasará con esta hermosa familia, los invito a seguir leyendo esta hermosa historia.