Liora reencarna en un mundo mágico con una nueva oportunidad para vivir y solo busca ser feliz.
***
El mundo mágico tiene muchas historias, todas conectadas pero independientes.
NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Protagonista
Liora galopaba por el sendero que cruzaba el bosque, su bolso listo, su capa al viento, su corazón liviano.
Pero entonces..
¡GALOPE!
Un estruendo brutal, urgente, desesperado, hizo vibrar las piedras del camino.
Liora se giró, confundida.
Y él apareció.
El Rey.
A caballo.
Con el rostro marcado por una intensidad que ella nunca le había visto.
El caballo se detuvo a pocos metros.
El Rey saltó al suelo sin siquiera esperar a que el animal se detuviera por completo.
Y caminó hacia ella.
No como un soberano.
Como un hombre a punto de suplicar.
La ayudo a bajar del caballo..
Liora, paralizada, apenas pudo decir..
Liora: ¿Su Majes..?
Rey: Adrian.
Su voz tronó.
Agarró aire como si fuera a lanzarse a la guerra.
Rey: Llámame Adrian. Solo Adrian. Por favor.
Liora retrocedió un paso, abrumada.
Liora: ¿P… pasa algo?
Él avanzó hacia ella.
Cada paso era urgente, dolido, decidido.
Y cuando estuvo frente a ella…
la tomó de los brazos.
No con fuerza.
Con desesperación.
Rey (voz rota, temblorosa): No te vayas.
Liora abrió los ojos, sorprendida por completo.
Liora: Maje.. Adrian.. usted dijo..
Rey: Lo sé. Y fui un idiota. Un cobarde.
Un rey estúpido que no entendió lo que tenía frente a él hasta que lo estaba perdiendo.
Respiró hondo.
Muy hondo.
Como si estuviera por saltar de un precipicio.
Rey: Liora… cuando tú dijiste que querías ser feliz… yo… enti que yo podría darte esa felicidad. porque yo quiero ser..
Que quería ser quien despierte contigo. Quien riera contigo. Quien estuviera bajo ti o sobre ti, ¡me da igual! ¡Solo quiero estar contigo!
Liora contuvo la respiración.
Él siguió, incapaz de frenar ya.
Rey: Pensé en una vida contigo. En tenerte a mi lado cada mañana. En escuchar tu risa todos los días.
En verte feliz… aquí. Conmigo.
Sus manos temblaban al sostener sus brazos.
Rey (voz quebrada): Pero tuve miedo..
Cerró los ojos un instante, respirando como un hombre herido.
Rey: Y al final… el miedo hizo que te perdiera..
Liora sintió que algo se aflojaba dentro de ella.. ver a ese hombre tan poderoso de esa manera..
[ahora soy la protagonista de mi propia historia de amor]
Pero él no había terminado.
Rey: Cuando escuché que podrías amar a alguien más… cuando dijiste que volverías casada y con hijos… sentí como si me arrancaran algo del pecho.
Se acercó más. Mucho más.
Su frente casi tocó la de ella.
Rey (susurrando, suplicante): Liora… no quiero que sea otro. No quiero que seas de otro. No quiero que alguien más tenga tu sonrisa… tu risa… tu valentía… tu corazón.
Liora tragó saliva, temblando.
[Dioses verlo asi es tan romantico como esas canciones que yo cantaba]
Él bajó la mirada a sus labios.
Rey (temblando): Quiero que seas mía. Quiero elegirte. Hoy. Ahora. Y todos los días que me queden de vida. Quédate. Conmigo.
Liora sintió cómo se le escapaba el aire.
Liora (casi en un susurro): Adrian…
Él acercó sus manos a su rostro, con una delicadeza que contrastaba con su desesperación.
Rey: Liora… te amo.
Esas palabras… fueron un incendio.
Liora inhaló bruscamente.
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
[es mi propia historia de amor]
Liora: Yo… yo también..
Él no la dejó terminar.
Porque en ese momento…
la besó.
Un beso desesperado.
Intenso.
Hambriento.
Largo.
Profundo.
Un beso de un hombre que había estado muerto de miedo… y que ahora renacía en los labios de la mujer que amaba.
Ella respondió con la misma pasión.
Con la misma urgencia.
Con el mismo fuego que había contenido por semanas.
Sus manos se agarraron a su cuello.
Él la sostuvo por la cintura, empujándola contra su cuerpo, como si temiera que se desvaneciera.
Se besaron como si el mundo dejara de existir.
Como si ambos hubieran esperado demasiado.
Como si la vida estuviera empezando justo ahí.
Cuando se separaron, apenas unos centímetros, el Rey apoyó su frente en la de ella.
Rey (jadeando): Quédate… por favor. Quédate… conmigo.
Liora sonrió entre lágrimas.
Liora (suave, temblorosa, feliz): Sí. Me quedo.
Y él la abrazó tan fuerte, tan profundo, tan agradecido… que por primera vez en semanas…
el Rey sintió que respiraba de verdad.
Ojalá en el ducado encuentre alguien de otro reino que la invite a conocerlo 😏
😂🤣😂🤣😂 Estos dos hombres ya tienen canas verdes /Grievance//Grievance/